El turismo retrocede a niveles de 1999 en Cádiz a causa del Covid-19

Perder millones de turistas de un día para otro ha supuesto la pérdida de miles de puestos de trabajo y el cierre de cientos de empresas, no sólo del propio sector sino de muchos otros servicios complementarios que se aprovechan de la alta demanda turística de la zona. Este baile de cifras que evidencian la quiebra del sector arroja reflexiones y datos que asustan y hacen pensar en una recuperación más larga de la que cabría esperar.

Así lo manifiestan los propios afectados y la patronal, que tras tirar por la borda el año 2020, ya comienzan a prepararse para asumir también los daños de al menos el primer semestre del 2021. Para hacerse una idea de la magnitud del descalabro del turismo en la provincia, basta echar la vista atrás y comprobar a través de los datos que el turismo ha retrocedido más de veinte años en estos diez meses del coronavirus. Un turismo del siglo pasado que viene a mostrarnos la necesidad de poner sobre la mesa ayudas urgentes al sector y un plan que vaya más allá de la mera promoción.

A falta de la publicación por parte del Instituto Nacional de Estadística de los datos de viajeros que llegaron a la provincia gaditana en el mes de diciembre de 2020, (donde no cabe esperar ningún tipo de recuperación porque la mayoría de los alojamientos han permanecido con las puertas cerradas) el balance anual nos lleva a registros muy similares a los de 1999. Al cierre de aquel ejercicio hace más de veinte años, el INE reconocía la llegada de 1.337.478 turistas a la provincia entre los meses de enero y diciembre, una cifra similar a la que podría registrarse en el balance de 2020, que hasta el mes de noviembre había contabilizado 1.365.000 viajeros.

Aunque estos datos siguen situando a Cádiz como una de las provincias españolas que más viajeros ha recibido en el año de la pandemia, la realidad es que el descalabro es salvaje. A excepción de los meses de enero y febrero, donde la actividad volvió a desarrollarse entre las cifras récord del ejercicio anterior, el resto del año ha contabilizado niveles de ocupación desastrosos, propios de una crisis sanitaria como la que sufre el mundo entero.

En el caso de Cádiz, esta crisis también ha tenido un impacto de gran calad de cara al futuro, ya que ha cortado de raíz la excelente trayectoria que llevaba la provincia desde hace más de una década, subiendo de forma progresiva el número de viajeros y que llegó a alcanzar en 2019 la cifra récord de 2,7 millones de turistas . Un ascenso imparable que aunque contemplaba una pequeña ralentizaciónn en 2020 por la crisis internacional y las consecuencias del Brexit, no iban a suponer un escollo para seguir situando a la provincia en uno de los destinos más demandados por el turismo internacional.

Según las estadísticas del INE, desde el año 2011 hasta 2019, el incremento de viajeros se sitúaba en más de 600.000 viajeros, lo que suponía un crecimiento cercano al 20%, marcado principalmente por el éxito de las temporadas de verano. Pues bien, frente al mejor mes del turismo en 2019, que fue agosto con 375.053 turistas, este 2020 se han registrado 287.517 visitas. Asimismo, a nivel global, Cádiz habrá perdido en 2020 más de la mitad de turistas que consiguió el pasado año llegando a su máximo histórico.

Más allá de esta dramática comparativa, desde la patronal son conscientes de que si se ponen sobre la mesa por parte de las administraciones comptentes las estrategias adecuadas, la provincia podría recuperar el nivel y los registros en los próximos años. Ahora bien, que nadie se piense que estos casi tres millones de turistas volverán de golpe. Aún queda un largo camino por recorrer para volver a estar de moda.