SALINAS DE CÁDIZ
Tres salinas artesanales de Cádiz pioneras en un plan internacional de desarrollo sostenible
El proyecto MedArtSal, apoyado por la Junta de Andalucía y la UCA, pretende cambiar la orientación de las salinas hacia el ecoturismo y la investigación de nuevos productos naturales
Las salinas Preciosa y Roqueta (Cádiz), Salinas de Chiclana, San Vicente (San Fernando) y Marchamalo (Murcia) son las primeras beneficiarias de esta estrategia en España
En los últimos años, las 170 explotaciones salineras naturales que llegaron a ser identificadas dentro de la Cuenca del Mediterráneo han experimentado un dramático descenso . En la actualidad, 90 continúan en funcionamiento manteniéndose solamente 34 como artesanales entre los 22 países que conforman el término geográfico.
Hoy en día, las salinas sufren presiones medioambientales y tensiones económicas . Sus productos se enfrentan a una fuerte competencia de la sal más barata producida en la tierra y del comercio mundial. Para mantenerse viables, las salinas se enfrentan a la opción de cerrar , industrializar la producción o cambiar la orientación empresarial hacia el turismo sostenible y la investigación de nuevos productos artesanales de calidad. Esta tercera opción es la idea detrás de MedArtSal .
Proyecto MedArtSal
La UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) es la organización internacional más antigua (fue fundada en 1948) y más grande desde el punto de vista de las i nstituciones ambientales estando presente en más de 160 países con más de 18.000 expertos en recursos naturales repartidos por todo el mundo.
El Centro de Cooperación del Mediterráneo de la UICN, fundado en Málaga en 2000, comenzó sus relaciones con la Universidad de Cádiz en 2016 demostrando inquietudes en la «gran importancia que tienen las salinas para la conservación de la biodiversidad y el acelerado proceso de desaparición que estaban sufriendo por distintos factores, entre ellos la falta de rentabilidad económica», explica Catherine Numa , responsable del Programa de especies mediterráneas de UICN.
El proyecto MedArtSal (acrónimo de modelo de gestión sostenible para las Salinas Artesanales del Mediterráneo) es el resultante de la alianza entre UICN y otros organismos participantes, como la propia Universidad de Cádiz o la Consejería de Agricultura , Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía. MedArtSal define un modelo de gestión sostenible adaptado para las salinas artesanales que incluye un plan estratégico de marketing y una estrategia de biodiversidad.
El plan se dirige tanto a los gestores de salinas como a los responsables institucionales. Por un lado, los gerentes reciben capacitación actualizada sobre cómo se debe manejar una salina artesanal para seguir siendo competitiva, especialmente mediante la diversificación de productos. Por otro lado, las administraciones ayudan a construir el modelo de gestión que se pondrá a prueba. Estos trabajos se realizan, conjuntamente, en España, Italia, Líbano y Túnez , siendo sus países socios. Finalmente, el último objetivo consiste en la implementación de una red de Salinas Artesanales del Mediterráneo para capitalizar los resultados del proyecto a largo plazo.
Iniciado en septiembre de 2019, esta estrategia de puesta en valor cumple 18 meses , alcanzando en la actualidad su ecuador. Tiempo considerado suficiente para mostrar los avances en las primeras salinas artesanales que se benefician del proyecto en España: Salina Preciosa y Roqueta (Cádiz), Salinas de Chiclana, Salina San Vicente (San Fernando) y Salinas de Marchamalo (Murcia).
Promoción del turismo sostenible
Una vez establecido el mes de noviembre de 2022 como la fecha definitiva del proyecto, UICN y UCA han escogido las instalaciones de Marambay, en pleno Parque Natural de la Bahía de Cádiz y junto a la Salina Preciosa y Roqueta, como escenario de excepción para presentar los diferentes avances de esta estrategia.
En este sentido, Lourdes Lázaro Marín , coordinadora de UICN, comenzaba por recordar los beneficios directos resultantes del aprovechamiento de las salinas, «generan tejido empresarial para la economía local y son un patrimonio cultural de la entidad de una región».
La organización, para el diseño de un modelo de gestión sostenible de las salinas artesanales, considera imprescindible lograr «una autogobernanza de las salinas, la conservación de su entorno y un desarrollo económico».
Entre las acciones se encuentra un plan piloto para el desarrollo de eco-paquetes sostenibles turísticos ( MEET , Mediterranean Experience of Eco- Tourism), donde se busca « integrar actores locales del sector económico del turismo, restauración y gastronomía, del sector hotelero y touroperadores con los gestores del Parque Natural , para identificar una ruta turística que se pueda llevar al mercado internacional». Lourdes Lázaro pone como ejemplo el caso escandinavo, potenciales clientes que buscan «pasar 3 o 4 días en un entorno natural diferente».
Avances e innovación
El proyecto MedArtSal cuenta con una financiación total de 3,2 millones de euros de los cuales 2,9 proceden de fondos de la Unión Europea a través del programa ENI CBC Cuenca Mediterránea. En el caso de las salinas españolas, entre las cuatro han podido recibir 60.000 euros para impulsar sus ideas , las cuales desarrollarán durante los próximos meses.
Las salina gaditana Preciosa y Roqueta (Marambay) vuelve a ser un atractivo gracias a la inversión y a la idea del ingeniero isleño, Héctor Bouzo , quien reabrió este espacio el verano pasado, en plena pandemia. «Después de años de papeleo», reconoce Bouzo, « lo primero era rehabilitar la casa salinera y usar este edificio como sala multiusos , siendo el punto de partida y de despedida de todas las actividades que tenemos previstas».
Tras más de 50 años de abandono de las instalaciones, Marambay se embarca en el aprovechamiento de su privilegiado entorno en el Parque Natural Bahía de Cádiz para obtener el cultivo de microalgas .
MedArtSal es «el empujoncito que nos hacía falta para continuar con ese proyecto». Dentro de la Salina Preciosa y Roqueta se habilitará un espacio, con ayuda de la UCA , para cultivo de microalgas, donde se irán seleccionando aquellas especies que tratarán de integrar en la gastronomía.
Desde sus inicios, el Centro de Recursos Ambientales Salinas de Chiclana , situado dentro del Parque Natural de la Bahía de Cádiz en la Salina Santa María de Jesús, no es otra cosa que «un espacio que trata de poner en valor a la salina tradicional», explica Francisco Flor , responsable de la empresa de educación ambiental concesionaria de la actividad de la salina 'Alema Turismo y Medioambiente SL'.
Esta zona, de alto valor ambiental, se posiciona como un claro ejemplo del ecoturismo que quiere potenciar la iniciativa de UICN. En su interior se diferencia la zona de salina natural artesana, recuperada después de décadas sin actividad, de donde se extraen Sal Marina Virgen Artesanal, Sal de Escama y Flor de Sal; y un SPA natural, con espacio de masaje y terapias de fango.
Además, gracias a la inversión proporcionada por MedArtSal, desde las Salinas de Chiclana ya trabajan en tratar de incorporar las algas del propio Parque Natural para crear una línea de cosmética.
Por su parte, la Salina San Vicente (San Fernando) ya fue reconvertida y potenciada como un enclave gastronómico y turístico añadiendo un propio espacio de celebraciones . En este sentido y para seguir construyendo una imagen diferenciadora y sostenible, destinarán los recursos del proyecto a la restauración de un antiguo molino de madera para que éste sea un factor añadido a la oferta de San Vicente.
Finalmente, las Salinas de Marchamalo (en el entorno de Cabo de Palos) han comenzado recientemente su actividad salinera en 8 de las 200 hectáreas de las que disponen con el fin contribuir a la recuperación de la biodiversidad acuática de la vegetación y fauna característica de zonas someras y salinas.