TRIBUNALES
Trece años de prisión para la mujer que dejó morir abandonada a su madre
El juez que ha suprimido el delito de malos tratos la considera autora de un delito de homicidio
El magistrado de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a trece años de prisión por homicidio a la mujer que dejó morir sin los cuidados sanitarios e higiénicos básicos a su madre en una cama en la casa en la que ambas residían.
El juez finalmente no ha tenido en cuenta el delito de malos tratos por el que la Fiscalía pedía dos años más (quince en total) al asumir dicha condena en la del homicidio.
Contra el fallo cabe recurso ante el TSJA.
La semana pasada la Audiencia de Cádiz celebró durante cuatro días un juicio con jurado que la consideró culpable basando su decisión en que el fallecimiento de la madre fue «lógica consecuencia» de la desatención de su hija , «no cambiando de actitud pudiendo hacerlo». Lo que no considera probado el tribunal es que dicho comportamiento fuera «buscando de manera directa» la muerte de la anciana, por lo que lo entiende como un dolo eventual. Es decir, sí creen que el fallecimiento se produjo como resultado de esta ausencia de cuidados, pero no que con ello buscara de forma intencionada el fallecimiento.
La anciana, sordomuda desde la infancia y diabética , fue operada en 2008 por una enfermedad en el intestino, intervención que le fue reduciendo la movilidad hasta que quedó postrada en la cama. La acusada, su hija, fue la que se encargó de la atención de esta mujer de 70 años , que falleció dos años después de la operación. La manera en la que murió fue detallada por los forenses que pasaron en la tercera sesión del juicio por la Sala.
Según explicaron los peritos que le hicieron la autopsia , en su cadáver « había signos de extremo abandono ». A preguntas del fiscal detallaron al jurado popular las conclusiones de sus informes. «El cadáver nos llegó sucio, con presencia de larvas de diferentes tamaños , excrementos y una gran pérdida de masa muscular», afirmaron.
Tras el análisis de estos insectos concluyeron que la mujer «llevaba con esos bichos más de 36 días» y que, por lo tanto, el pañal donde encontraron parte de estas larvas «llevaba puesto más de dos meses». La inmovilidad también quedó patente, según los peritos, en la posición que mantuvo su cuerpo, con las piernas cruzadas, un dato que marca la atrofia muscular que padecía.
La procesada aseguró el día que declaró ante el tribunal que l a situación que vivía le había «sobrepasado» y que ninguno de sus dos hermanos quiso hacerse cargo de la madre . A preguntas de por qué no buscó ayuda dijo que le «daba pena» llevarla a una residencia. Según los asistentes sociales que le atendieron intentaron en varias ocasiones reconducir la situación pero llegó un momento que los intentos de ponerse en contacto eran «inútiles» y que no les abría la puerta.