Volcan de la Palma

Tras el volcán de La Palma ¿llegará el tsunami a Cádiz? «Es una teoría descabellada»

El geólogo José Mangas asegura que «las partículas más finas ya están afectando a la garganta y los ojos»

Señales para saber si está llegando un tsunami a Cádiz como el de 1755 y qué hacer

LA VOZ

José Mangas sabe que la atención mediática sobre el volcán de Cumbre Vieja es flor de un día y le preocupa que quienes han perdido sus casas y sus medios de vida caigan en el olvido. El profesor de Geología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria desea que las ayudas cristalicen pronto, como cabría esperar en una erupción del siglo XXI.

-¿En qué fase se encuentra el proceso eruptivo?

-Estamos en las fases preliminares. Siete días es un niño que está naciendo. Ahora tiene que pasar la niñez; luego, a la pubertad con sus altibajos. Después se hará maduro y finalmente llegará a la vejez e irá muriendo. Dentro de la vida de un hombre, con relación al volcán de La Palma , hemos nacido, se ha empezado a desarrollar y hasta los 90 años nos queda mucha vida por delante. Eso no se puede determinar en los volcanes. Estamos en las fases preliminares y podemos estar semanas o algún mes con erupción . En realidad, nunca se termina. Lo hemos comprobado en otras zonas volcánicas activas de Canarias. Lo tenemos en el Teneguía, en el sur de La Palma, y lo tenemos en Timanfaya, donde han pasado ya 300 años de la última erupción. Siempre quedar, sin embargo, una actividad fumaroliana. Aunque está muerto, sigue con los últimos estertores. Nunca termina de morir del todo.

-¿Queda mucha erupción por delante?

-Sí, pero vamos a ver cómo se desarrolla. En esta fase es muy activo. Solo hay que ver la cantidad de gas que sale a la atmósfera. Ese gas fractura el magma y forma los piroclastos; ceniza, lapilli y bombas volcánicas. Es lo que estamos viendo ahora. El problema es, primero, los gases y después, las cenizas. Ya se está quejando todo el mundo en los alrededores del volcán de que hay ceniza en todas partes; que si me pica la garganta, que hay que llevar mascarilla, que tengo conjuntivitis... Esas partículas tan finas son de entre dos milímetros y hasta micras, que es un milímetro dividido mil veces. Eso va al torrente respiratorio, a la piel y es de lo que se queja la gente. Esto va a seguir. Además es muy abrasiva. Cada partícula tiene superficies cóncavas y convexas y cortan. Vas a respirar y los bronquios sufren con estas partículas cortantes y en los ojos, igual. En una erupción volcánica hay que llevar protección; mascarilla, gafas y, si hubiera gases, otro tipo de mascarilla.

-¿A qué volcán se parece esta erupción?

- Al San Juan y al Teneguía . A esas dos erupciones, aunque en su evolución -de 24 días el Teneguía y el otro de 33 días- varias coladas llegaron al mar. Este, en cuatro días, no ha llegado al mar, pero aún le queda mucha historia por delante.

-Tecnológicamente hemos avanzado, esto no tiene nada que ver con la erupción del Teneguía hace 50 años...

-Cuando se produjo la erupción del Teneguía no había nada. La diferencia entre la erupción de 1971 y la nuestra es que esta erupción es del siglo XXI, con todo el conocimiento que tenemos almacenado. El segundo parámetro fundamental para que sea una erupción del siglo XXI es que tenemos metodologías y tecnologías científicas, instrumentación... En 1971 en La Palma no tenían nada. Los terremotos los sentían cuando la gente decía: ¡me he movido! ¡Es un terremoto! Había sismógrafos muy sencillos . Ahora hay sismógrafos, gravímetros, espectómetros de geoquímica de gases, de rocas y de isótopos, hay microscopios y microsondas electrónicas para hacer estudios finos de mineralogía y petrología. Hoy día, estamos a salvo por los instrumentos y la experiencia de quienes están allí, que no son novatos. Es gente que viaja por todo el mundo, va a congresos y se forma. Teniendo cabeza, conocimiento y técnicas analíticas se pueden dar buenos informes al Pevolca (Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias), a los políticos, a Protección Civil y a las fuerzas del orden. No podrían hacer nada si no tuvieran el conocimiento de ese amplio grupo de científicos. Hay mucho conocimiento científico previo y muchas mentes trabajando al mismo tiempo por intentar conocer la erupción de La Palma.

-Los políticos no pueden actuar sin estos datos, pero contra el volcán hay poco que hacer...

-Contra el proceso volcánico natural muchas veces es imposible luchar. Tiene vida propia. En el 71, el pobre presidente del Cabildo decía: una erupción volcánica. Pues voy a avisar a Madrid y que vengan los científicos. Hoy tenemos los profesionales aquí. Hay que estudiarlo todos los días porque es un ser vivo y, aun así, si no tuviéramos esos datos, no se podría actuar. Hoy estamos viviendo una explosión de información científica y tecnológica.

-Las islas son volcánicas. ¿Todo lo que está dormido se puede reactivar?

-La mayor parte de los volcanes estrombolianos no se van a reactivar, exceptuando el estratovolcán Teide, similar a otros como el Etna o el Vesubio en Italia, el Fujiyama en Japón, el Pinatubo en Filipinas. El Teide, con sus 3.715 metros, es el único que se puede reactivar. Ese volcán lleva activo unos cinco millones de años.

-¿El deslizamiento de la isla hacia el mar puede provocar un tsunami en La Palma como se ha especulado?

-Las islas crecen y, de vez en cuando, tienen deslizamientos gravitacionales. Lo de La Palma lo dijo un geólogo, Simon Day, pero rascas un poquito y resulta que trabajaba en una empresa de seguros. En los últimos 20.000 años en La Palma se han producido unas cien erupciones y ninguna ha provocado un deslizamiento gigante. Ahora no toca. Es una teoría descabellada.

-¿Se están diciendo barbaridades?

-Siempre habrá bulos y en las redes sociales opinará gente que no tiene ni idea sobre procesos volcánicos.

-Hay un robot en Marte pero no sabemos lo que pasa a diez kilómetros bajo nuestros pies. ¿La geología es la hermana pobre de la ciencia?

-En la ciencia espacial se han invertido muchos millones y para que la ciencia avance hace falta dinero. Si no hay dinero, no hay investigación puntera. Si la ciencia volcanológica en Canarias y en España no avanza, habría que mirar cuáles han sido las subvenciones que ha recibido la investigación vulcanológica en los últimos años. En España usamos para ciencia el 0,7% del PIB y ese dinero se va casi todo para investigación en defensa y medicina. ¿Qué queda para la ciencia, en este caso, la geológica? Es una ciencia pobre. Nos mantenemos con poco dinero.

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