TRIBUNALES

«Traía el rostro lleno de sangre»

Los guardias civiles que intervinieron en el crimen del Bar La Lola confirman que el acusado confesó y que les dijo que mató a su socio porque «le estaba mirando mal»

El acusado llega custodiado a la Audiencia Provincial. F. JIMÉNEZ

M. ALMAGRO

«De repente vi cómo alguien corría por la calle, gritaba, iba fuera de sí... La gente decía: 'Ha sido El Mesi, ha sido él'». Lo cuenta un guardia civil. Él llegó a la escena del crimen tan sólo minutos después de que José Antonio Mesa, 'Mesi', acabara de 19 puñaladas con la vida de su socio del Bar La Lola de Chiclana, Pedro Barragán. La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cádiz ha acogido este miércoles la segunda sesión del juicio por este sangriento homicidio.

La jornada estuvo entera dedicada a las testificales . Entre ellas, las de los guardias civiles que actuaron aquel 14 de mayo de 2015 y los que continuaron con la instrucción. Uno de ellos, el primero en llegar en torno a las dos de la tarde, relató que yendo de paisano vio un gran tumulto. «La gente estaba muy alterada. Gritaban que había sido él». Se bajó del coche y comenzó a recabar datos. El presunto autor era el propietario del establecimiento. Había salido con un cuchillo en la mano. Dentro, yacía sobre una silla el cuerpo sin vida de la víctima. Estaba envuelto en sangre.

El resto de los testimonios de los agentes coincidieron en la mayoría de los datos aportados. Como el de otro guardia civil que fue el que encontró el cuchillo «a unos veinte metros» del bar. Según su versión, Mesi lo había dejado «semioculto» en la esquina de un garaje. «Daba la impresión que lo había intentado ocultar pero se veía perfectamente», comentó. Otro compañero que acudió cuando le comunicaron la emergencia aseguró que estando ya acordonando la zona y en marcha el operativo de búsqueda del presunto autor les avisaron de que éste se había entregado en el cuartel. «Antes de que se presentara ya lo teníamos identificado» , afirmó.

También contó lo ocurrido el teniente que estuvo de servicio y que ratificó que tras ser alertado en un primer momento, la segunda llamada que recibió fue la del suegro del procesado al que conocía. «Me dijo que creía que 'El Mesi' se había cargado a otra persona» por lo que le recomendó que le dijera a su yerno que fuera para el cuartel.

El obrero testigo directo del crimen: «Todo ocurrió en segundos»

Entre los testimonios aportados este miércoles en el juicio por el crimen del Bar La Lola, destacó el ofrecido por el obrero que fue testigo directo de lo que ocurrió aquel 14 de mayo. Este trabajador contó que solía ir al bar a desayunar y que aquel día además entró al mediodía para que le llenaran una garrafa de agua. Según relató, la víctima se encontraba tras la barra sirviendo y el acusado en «actitud normal»en una esquina. Tras pedir que se la llenaran, ambos se enzarzaron en una discusión sobre quien lo hacía. «Pensé que estaban de broma», relató. Sin embargo, aseguró que en un momento 'El Mesi' le llegó a decir a su socio:«¿Seguro que la quieres llenar tú?¿Seguro que sí?». Y mientras Barragán estaba ya en el fregadero rellenando el envase, Mesi cogió un cuchillo de la cocina y se lo clavó en repetidas ocasiones a la víctima. Como detalló, le atacó «de lado», sin que éste se diera cuenta ni le empujara. «En ningún momento vio que fuera hacia él», añadió. Tras vivir esta fatídica escena, el obrero salió huyendo muy asustado y dio la voz de alarma a sus compañeros.

También declaró la viuda de Pedro Barragán. Ella explicó que su marido nunca se tomó mal que 'El Mesi' le dijera que tenía que dejar de llevar el bar, al contrario de lo mantenido por el acusado. Según dijo, «lo había asumido» y «ya estaba buscando otro trabajo». Además calificó de «normal» incluso de «buena» la relación que mantenían ambos por lo que ese mismo día por la mañana no notó que sucediera «nada raro» entre ambos. Muy emocionada contó lo que esta traumática pérdida ha supuesto para sus tres hijos. «¡Quiero que cumpla hasta el último día de condena!», imploró al jurado.

Por su parte, la mujer del acusado aseguró que la víctima sí se tomó mal que le dijeran que el negocio ya no podía ser a repartir entre los dos. Además relató que tras el crimen fue ella la que acompañó a su pareja a la Guardia Civil para entregarse. «Me dijo, vamos para el cuartel que me he peleado con Pedro».

También testificó el hostelero que los había presentado. Según contó, Pedro «jamás»había tenido ningún problema con él ni con ningún otro jefe o compañero de trabajo.

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