TRIBUNALES

Suspendido el juicio al presunto parricida de Sanlúcar por el coronavirus

La causa fundamental es la imposibilidad de celebrar la vista con jurado manteniendo entre sus miembros la distancia mínima de prevención de contagios

Cuchillo, guantes y ropa ensangrentada encontrada por la Policía. La Voz

M. A.

El juicio previsto para este mes de mayo al presunto parricida de Sanlúcar ha sido aplazado sin una nueva fecha de celebración, según fuentes consultadas del TSJA. El tribunal de la Sección Tercera ha tomado esta decisión debido a que la causa contra Antonio Núñez, procesado por matar presuntamente a su padre en noviembre de 2017 , se iba a desarrollar con jurado.

La imposibilidad de garantizar la distancia de prevención para evitar contagios de Covid entre los miembros de este tribunal popular ha sido la causa fundamental para dictar este aplazamiento. En esta caso no se podría realizar por videoconferencia y tanto el jurado como el resto de órganos jurídicos, el acusado y muchos de los testigos tendrían que estar o pasar por la sala durante varios días.

Antonio Núñez, el único investigado por estos hechos, permanece en la cárcel desde el crimen . El pasado mes de noviembre se le prorrogó esta prisión preventiva por haber cumplido ya dos años entre rejas. Como se recordará el fiscal solicita para él la pena de 22 años de cárcel al considerarlo autor de un delito de asesinato con agravante de parentesco.

Los hechos ocurrieron el 13 de noviembre de 2017 en la casa donde el procesado vivía junto a sus padres y dos hermanos ubicada en la calle Cruz del Monaguillo del municipio sanluqueño. Según reproduce el escrito de calificación fiscal, en torno a las seis de la tarde, el supuesto parricida, acuciado por las deudas que tenía, inició una fuerte discusión con su padre. En ese momento estaban solos en el domicilio. En el transcurso de la pelea , el hijo se dirigió a la cocina de la casa y tras ponerse unos guantes de látex para no dejar huellas cogió un cuchillo de 13,5 centímetros de hoja con el que se dirigió hacia su progenitor por la espalda con la intención de acabar con su vida.

Según Fiscalía, el procesado asestó a la víctima ocho puñaladas en la zona de la espalda, cráneo, cuello y pecho. La víctima falleció de un shock hipovolémico como consecuencia de las heridas sufridas. Tras el ataque –continúa su relato el Ministerio Público– el joven se cambió de ropa metiendo la que había manchado de sangre junto con las zapatillas, los guantes y el cuchillo en una bolsa de plástico de color gris que posteriormente arrojó a un contenedor cuando se dirigía de camino a la comisaría a denunciar los hechos.

Destaca la Fiscalía el hecho de que el acusado, pese a su edad, 18 años, mantenía un «elevado nivel de gastos a los que no podía hacer frente y a que no realizaba actividad laboral alguna, lo que le generó una cuantiosa deuda». Por ello, y ante la necesidad imperiosa de obtener dinero, el acusado llegó incluso a contarle a una amiga y compañera de instituto su intención de acabar con la vida de su padre para poder así cobrar la herencia.

Una de las tesis que manejaron entonces los investigadores es que un aviso del banco pudo desatar la pelea que acabó de forma fatal. Desde la sucursal advirtieron al padre que tenía a su nombre una deuda acumulada de unos 90.000 euros por haber solicitado multitud de créditos 'fáciles' en los últimos meses y además, haber ido sumando intereses. Al parecer el hijo pudo hacerse pasar por él, una circunstancia que se resolverá en el juicio que se celebre en la Audiencia una vez que se pueda celebrar guardando todas las garantías posibles.

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