Sin novedad, mi comandante

Sin novedad, mi comandante

Ayer fue un día largo, copado por las recepciones protocolarias en el puerto de Funchal, con recepción al embajador de España en Portugal incluida. Por ello, la guardia saliente y la entrante tienen varios temas que tratar.


Tras el izado de bandera a las 8.00 horas, la dotación del Juan Sebastián de Elcano se prepara para el cambio diario de guardia. Cuando faltan 15 minutos para las 9.00 horas, el equipo saliente, que ha permanecido de guardia las 24 horas anteriores, comienza a formar en la toldilla (parte más alta de la popa) y el alcázar (que comprende del palo mayor a la entrada de la cámara alta) del buque. En un lado, los guardiamarinas y en otros los oficiales, suboficiales y la marinería. Si algo le queda claro al que llega al Elcano es que aquí cada uno tiene su puesto y función.

Distinguir a los jefes de guardia es sencillo, sobre el uniforme, colgada al cuello en la solapa, la gola, una pieza dorada con el emblema de la Armada. Y, en el lado izquierdo de la cintura, enfundado el sable.

Un estadounidense en el buque

“¡Presenten armas!”, suena la orden. Y la guardia armada saliente forma frente al timón. Firmes, permanecen todos en la cubierta mientras los oficiales al mando saliente y entrante, dos tenientes de navío, bajan a la cámara del comandante para darle novedades de lo ocurrido durante la jornada el primero y recibir instrucciones para las siguientes 24 horas, el segundo.

El día de hoy incluye jornada de puertas abiertas en el puerto de Funchal y concierto de la unidad de música en el centro de la ciudad, por ello el trámite dura algo más de lo normal.

Diez minutos más tarde, suben y ocupan su puesto encabezando la formación. Entre los marinos que entran de guardia llama la atención un uniforme diferente, el del teniente de navío (‘lieutenant’ en inglés) Christopher Saxton, de la US Navy estadounidense, a la sazón profesor de inglés de los guardiamarinas. Saxton realiza este crucero de instrucción y hoy, como uno más del Juan Sebastián de Elcano, está de guardia.

Tras el respectivo desfile de la unidad armada, los jefes de guardia saliente y entrante se saludan frente a frente, la mano en la cabeza. Tras ello, los salientes mandan descanso al personal que está a su mando. Ha terminado su día. Ahora toca hacer resumen de lo que ha ocurrido y de lo que se puede mejorar y, sobre todo, descansar.

La guardia entrante sigue con la actividad. El Juan Sebastián de Elcano ya está listo para seguir mostrando sus encantos en Funchal.

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