Carnaval de Cádiz

Así ha sido la actuación de Germán G. Rendón en LA VOZ de Cádiz

El autor de OBDC ha interpretado coplas de los grandes copleros con los que ha salido y de su propio repertorio

Germán G. Rendón en un momento de su actuación para LA VOZ de Cádiz

J. M A.

«Dicen que pueblo que canta, pueblo que espanta sus males, por eso a Cádiz le salen los males por la garganta…». Germán García Rendón ofrece en música un testamento, propio y ajeno , sobre el sentido y significado de la comparsa en el Carnaval de Cádiz. Porque este gaditano no es sólo un autor excelente en continua progresión, ni tampoco es únicamente una voz prodigiosa que sobresale entre las más bellas y melódicas de la fiesta. Germán ha ido marcando su camino con protagonismo en agrupaciones históricas con autores inmortales que han infundido el carácter que ahora destila en sus comparsas.

El creador del sello OBDC ofrecía durante cerca de una hora una actuación con piezas de esos compositores que le han dejado huella (Aragón, Ripoll y Canijo) para ir desembocando en sus partituras más reconocidas por los fieles. En ese sendero se aprecia que en su elección no sólo manda la calidad literaria y musical de cada copla interpretada, sino la verdad que se esconde tras ella. Letras que sean escritas por él mismo o por uno de sus mentores, transmiten su versión y sentimiento sobre los distintos órdenes de la vida.

Por ello arrancaba con la ya tarareada presentación de ‘La banda del capitán Veneno’, de Juan Carlos Aragón (2008) , de la que fue partícipe en esa trilogía que arrancó con Araka y terminó en ‘Los comparsistas…’. De la misma agrupación, a tenor y con su guitarra, escogía el pasodoble de la soledad, uno de los mejores que ha tenido la oportunidad de cantar en el Falla.

Con Aragón se consagraba si bien estará eternamente agradecido a Luis Ripoll, uno de los gaditanos que mayor valor ha dado a la cantera. Interpretaba un pasodoble de ‘Los animadores de cabaret’ a la playa. ‘En Cádiz para inspirarse…’. Una música templada, suave, al estilo Ripoll y con su esencia identificada.

El tercer pilar de su formación carnavalesca es su buen amigo Antonio Pedro Serrano, ‘El canijo’, con quien salió durante varios años (‘Ricas y maduras’, ‘Los que siempre te dan la espalda…’). Apostaba por el pasodoble de ‘los fetos’ ( ‘Mejó no salgo’ ), ese mensaje del niño aún no nacido a su padre. ‘Sé de ti’.

Culminado este homenaje, se agarró a vivencias personales para construir una interpretación fresca y reconocible . Recordaba aquellos momentos en los que el Capitán Veneno, con su melena, su guitarra y una camiseta de la histórica Argentina, presentaba ante sus niños el pasodoble de presentación de ‘Araka la Kana’ (2007) . ‘Si hubiera otra mujer que a mí me encrucijara…’

Antes del descanso, se paraba en otra copla que el propio aficionado está haciendo inmortal en la revisión de la obra aragoniana. ‘Cuando las maravillas de los carnavales..’, de ‘Los comparsistas se la dan de artistas’ (2009). Una letra que refleja perfectamente sus sensaciones en esos meses de enero y febrero, cuando le late el corazón sólo por la garganta y la mitad del alma ‘fundía’ en las manos.

Y de Aragón, Ripoll y el Canijo... a Germán García

Una pausa para volver al puro estilo Germán, con un repaso «por algunas de las agrupaciones que he compuesto. Lo más grande que me ha dado el Carnaval es la posibilidad de expresarme tanto en el teatro en la calle. Compartir mis reflexiones y pensamientos y un grupo los haga suyos y los defienda a muerte».

Empezaba con la presentación de ‘OBDC: la última flor’ (2017) , con ese punto catastrofista y a la vez un mensaje de esperanza. Ha sido su mejor clasificación en el Falla, sexto, a dos pasos de la Gran Final.

Le seguía su pasodoble más cantado en garganta ajena “y del que me siento más orgulloso”. ‘Mientras tu falda…’ de ‘OBDC: la vida es bella’ (2016). Un golpe contra el micromachismo, contra “esos pequeños detalles de la vida cotidiana, las gotitas que llenan el vaso”.

Salto hacia adelante para brindar con una copla inédita de su última creación, ‘Los resilientes’ (2020) . «La ansiedad por condena, una de las pandemias de esta sociedad», admite el autor. «No se percibe como una letra concursera, y es de las que más me enorgullezco del repertorio. Debemos cambiar el chip y me lo digo a mí mismo».

«Tampoco se pudo cantar esta letra en el teatro porque nos quedamos en cuartos y me da mucha rabia no haber podido expresar esta declaración de amor al carnaval en el templo del falla». Así presentaba el pasodoble de ‘OBDC: el joven obispo’ (2018) que termina con un mensaje contundente. «El carnaval es mi vida».

Tanto como el final de ‘Los resilientes’ y su himno ‘Qué bonito es ser de Cádiz', una de las más bella y cantadas el pasado Carnaval, que ya se antoja tan lejano, como un sueño

Pero de estos momentos tristes «uno puede resurgir» a través de «la esperanza, el motor de mi comparsa». Un epílogo magnífico con la presentación de ‘La vida es bella’ , una despedida con la sonrisa como desafío porque ‘la suerte es un invento de alguien que quiso dejar de lucha’.

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