Semana Santa Cádiz 2022

Santos a la carrera, prohibido hacer fotos en la Madrugá, los 'armaos'... las procesiones más particulares de Cádiz

Pueblos de la provincia celebran históricos actos religiosos con siglos de historia y muy arraigados a estas localidades

Imagen de las procesiones (de arriba a abajo): Torre Alháquime, Arcos y Benamahoma, izquierda. La Voz

M. A.

La provincia de Cádiz cuenta con más de 300 cofradías y hermandades . Y las hay de todo tipo aunque todas tengan un mismo sentido y fervor. Existen las más conocidas, las que son más lujosas, las más austeras, de banda, de silencio... y aquellas que además rememoran costumbres ancestrales de sus municipios.

Desde el siglo XVI estas manifestaciones religiosas también han formado parte de la historia de sus localidades y en conjunto de toda una provincia que cada año se entrega a estas exposiciones de fe. Además, la Junta de Andalucía considera de Interés Turístico la Semana Santa de una veintena de pueblos gaditanos.

Entre ellos figura la de Alcalá del Valle . Allí el día grande es el Domingo de Resurrección cuando todo el municipio se dispone a vivir en la calle el desfile de los hornazos y la ‘Carrerita de San Juan’, en la que este santo, portado por los jóvenes, recorre a gran velocidad las calles del pueblo hasta encontrar a la Virgen y avisarle de la Resurrección de su hijo.

Esta representación reúne en la calle Nueva de la localidad a numeroso público, llevando todos los niños los característicos hornazos de Alcalá.

Es por tanto una buena oportunidad para ver un desfile procesional algo más atípico y distinto y además poder conocer una de las localidades con más encanto de la serranía gaditana.

Otra localidad que celebra la Semana Santa con especial fervor es Torre Alháquime . En esta localidad de poco más de 800 habitantes, las procesiones salen a la calle el Jueves Santo, el Viernes Santo o la madrugá. Entonces los fervientes portan a la Virgen de los Dolores y El Santo Entierro y recorren el casco antiguo en un riguroso silencio.

El Domingo de Resurrección también celebran su particular ‘Carrerita de San Juan’ pero en este caso la imagen del santo es llevada por mujeres que corren hacia la Virgen. A continuación se produce el encuentro del Cristo Resucitado con ambas imágenes, que constituye el momento culminante de esta procesión, y en el que todos «bailan» a las imágenes entre aplausos y los sones de la banda de música.

En Arcos de la Frontera se celebra también una Semana Mayor que es de Interés Turístico Nacional . Destacan sus imágenes y su importante patrimonio cofrade que la convierten en una de las más especiales en la provincia ya que su tradición cuenta con siglos de historia desde que la localidad era conocida por sus obras de caridad. Por ello hay hasta tres nazarenos en su casco histórico.

En sus desfiles son muy particulares los conocidos como ‘armaos’, cuadrillas de romanos que tienen sus orígenes en el siglo XVIII y que acompañan a lo largo de la Semana Santa arcense a varias de sus hermandades como en la madrugá del Viernes Santo a la Hermandad del Nazareno. Ellos procesionan siguiendo el ritmo que va marcando el tambor y van vestidos con casco, plumeros, túnica, faldellín, corselete, medias blancas y botas con espuela.

En Benamahoma también existe otra celebración religiosa muy arraigada y con muchos devotos. Se trata de la procesión que celebran el Domingo de Resurrección uno de los pocos desfiles en el que se puede ver una imagen del Corazón de Jesús y que sale de la iglesia de SanAntonio de Padua, una iglesia muy pequeña y sencilla, que centraliza la religiosidad oficial de la localidad de Benamahoma. Es curioso que esta sede religiosa está unida por una de sus partes a la plaza de toros de la localidad. También es el lugar de encuentro de sus moros y cristianos de verano.

Y por su solemnidad, sobriedad y la propia orografía tan particular de esta localidad, la Semana Santa de Setenil de las Bodegas es una de las más esperadas en la Sierra de Cádiz. Cuentan que ver su madrugá de Viernes Santo con El Silencio te traslada a otra época . El respeto por ese fervor ante el Cristo crucificado es emocionante. Y no hay nada que lo distraiga ya que tradicionalmente la hermandad prohibe que se hagan fotos o vídeos durante la procesión.

En ella cargan la imagen del Santísimo Cristo de la Vera Cruz que cubierto con un sudario y rodeado de crespones negros, sale de la Ermita de San Sebastián hasta la Iglesia de la Encarnación. Una vez que está ya en este templo, el Cristo es adaptado para ser colocado dentro de una urna como Cristo Yacente y sale de nuevo en la procesión del Santo Entierro.

Y así cada pueblo de Cádiz vive su particular Semana Santa llena de fervor y de tradiciones que se remontan siglos atrás pero que sus lugareños cuidan cada año como si fuera la primera vez.

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