Narcotráfico Cádiz tribunales
Reuniones en Medina y Benalup, viajes a Tánger, el 'modus operandi' de un grupo de narcos en Cádiz
Una sentencia desvela la conexión que había entre traficantes de hachís españoles y marroquíes para realizar alijos en playas de la zona de El Palmar
La Guardia Civil les seguía y esperaron para interceptarles la lancha cargada con dos toneladas de droga. Según la investigación, habían pactado sobornos con fuerzas policiales marroquíes
Las conexiones y contactos entre traficantes de hachís de la provincia de Cádiz con sus intermediarios y proveedores en Marruecos son evidentes pero no siempre se llega a éstos últimos en las investigaciones debido a la dificultad de poder dar con ellos, acceder con autorizaciones oficiales a datos que lleven a sus geolocalizaciones y lograr ejecutar demás intervenciones que son necesarias para tener pruebas. Pero esos vínculos existen porque la droga parte, llega y se paga . Si no, no hay negocio. Ni para uno ni para otros.
Y así lo demuestra una reciente sentencia a la que ha tenido acceso este periódico facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) y que, además de interesar por el castigo penal que han recibido sus autores, en esta ocasión es significativa en cuanto que describe al detalle el 'modus operandi' más común de este tipo de bandas. Además, y tal como se reproduce en el fallo, todos los procesados, doce personas, admitieron los hechos para llegar a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía. Es decir, confesaron, que sí, que habían sido ellos.
Pues bien, dicha sentencia da por acreditada la conexión que existió entre 2015 y 2017 entre dos grupos de narcos . Uno de ellos, asentado en la zona de la Janda, liderado por J.P.D., que dirigía el grupo en España. Y por otro lado, el grupo marroquí formado por M.A.L, su cuñado y su hijo que eran los que mantenían los contactos con su país de origen para conseguir los fardos.
Fue a finales de 2015 cuando la Guardia Civil tuvo constancia de la existencia de esta organización y comenzaron a seguirles la pista. Así fueron descubriendo quienes eran sus miembros . El cabecilla español, J.P, quien tenía bajo sus órdenes a otros tres: dos de ellos dedicados a las labores de vigilancia, descarga del alijo y transporte a la 'guardería', y un tercero, que aportaba los medios materiales. Por otro lado, los ciudadanos marroquíes quienes organizaban el traslado de la droga.
Y, al parecer, tras meses de contactos, cerraron un importante acuerdo con otros tres marroquíes de nacionalidad holandesa (que se encuentran en rebeldía) para lo que realizaron varios viajes y reuniones con el fin de preparar el alijo.
De esta forma por ejemplo el 30 de diciembre de 2016 el cabecilla español fue hasta Tánger regresando a las pocas horas. A los días mantuvo varias reuniones. Una de ellas, en un restaurante en Medina Sidonia y otra de ellas en una venta de Benalup para concretar fechas y precios.
Así, tras tener todo más o menos cerrado, desde enero de 2017 intentaron realizar el alijo. Por ello comenzaron a moverse. Uno de los miembros fue localizado cuando preparaba ya la organización de los 'puntos' y de descargadores. U otro fue también vigilado cuando fue a Tánger de nuevo para concretar precios y horas con los proveedores y también con el 'paterista' para confirmar el buen estado de la lancha y cuánta droga tenía que cargar .
Sobornos a la policía marroquí
Pero es que además, y según especifica claramente la sentencia, este ciudadano marroquí que formaba parte de este grupo de traficantes también viajó para asegurarse del «pago de sobornos a los cuerpos policiales de Marruecos». Incluso en uno de estos viajes estuvo acompañado por uno de los holandeses que iban a comprar la droga una vez en España. Tras tener todo esto supuestamente atado los jefes decidieron que el traslado de la mercancía se hiciera en febrero de 2017.
Sin embargo los planes no salieron bien. El alijo fue frutrado por la Guardia Civil y sus responsables detenidos. La neumática, de 7,5 metros de eslora, fue interceptada en la playa de La Chanca, en El Palmar. La habían cargado con 1.900 kilos de hachís . Los agentes arrestaron ese mismo día a dos de los marroquíes y a cuatro españoles que iban todos vestidos con ropa oscura y que eran los que iban a realizar las labores de descarga.
Tras ello se realizaron los registros y en los domicilios de los investigadores se encontró documentación como cuadernos con anotaciones con los nombres y teléfonos de los implicados además de todo tipo de soporte técnico para la ejecución del plan. También, dinero en metálico y otros útiles.
Finalmente y tras confesar que eran autores de los hechos descritos todos los procesados han sido condenados por la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Cádiz a condenas que van desde los cincos años de prisión a los dos, dependiendo de su implicación. Se les acusaba de un delito contra la salud pública y otro de pertenencia a grupo criminal.
Contra esta sentencia no cabe recurso ya que al haber existido un acuerdo de conformidad ya es firme.
Ver comentarios