Taina Cardozo, 'rider'
«Me rechazaron en un trabajo por ser mujer; decían que podía quedarme embarazada»
Cada vez hay más repartidores a domicilio, pero las mujeres siguen siendo una minoría
Taina Cardozo, 'rider' en Cádiz capital.
Taina Cardozo tiene 24 años y vive en Cádiz desde los once. Es una de las pocas ‘rider’ –repartidores a domicilio que trabajan como autónomos- de Cádiz capital, donde entre entre los 80 repartidores que trabajan para multinacionales apenas hay cinco mujeres. «Siguen existiendo muchos trabajos en los que la superioridad numérica se nota. En mi caso hay más hombres que mujeres, casi 80 hombres y cuatro o cinco mujeres. La gente cree que ser 'rider' es un trabajo de tíos y no, lo puedo hacer igual de bien que otro compañero», reivindica.
Esta brasileña y gaditana ha vivido «un año de muchos cambios» por las distintas medidas restrictivas que se han ido aplicando. Además, asegura que se ha visto expuesta al virus en ocasiones «al tener que esperar los pedidos fuera por la noche», cuando «nos terminamos agrupando entre muchos compañeros, además de que en algunas casas algunos clientes ni siquiera salen con mascarilla a recoger el pedido».
En un empleo muy precario suele lidiar con situaciones complicadas. Además, en ocasiones encuentra con la falta de comprensión por parte del cliente: «Un día fui a un décimo piso donde los ascensores estaban estropeados, así que llamé a la chica que había hecho el pedido para ver si podía bajar al menos dos plantas; me dijo que estaba en pijama y que no iba a bajar bajar, así que tuve que subir por las escaleras de diez pisos con el pedido». En algunos momentos incluso se expone aún más a los riesgos del Covid: «Esperaba al ascensor y escuché a alguien toser; al montarme me di cuenta de que había escupido los mocos y tuve que desinfectar mis manos varias veces al igual que la maleta», explica.
Considera que el feminismo, «la lucha para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres», es muy necesario en estos días. Como ejemplo, recuerda una experiencia machista en un proceso de selección: «Hace poco mandé mi currículum a un restaurante en el que buscaban gente. Yo tengo mucha experiencia en hostelería, pero me dijeron que no querían mujeres porque se quedan embarazadas. Mientras sigan existiendo discriminaciones de ese tipo el feminismo va a seguir siendo necesario. ¿Por qué no puedo optar a un puesto, si al final el hombre también va a tener su baja de paternidad? Son cosas injustas. No me dieron ese trabajo por ser mujer», plantea.
Ver comentarios