BALANCE DE LA GRAN REGATA
Una ratonera llamada Cádiz
El vuelco de un camión en el acceso a la capital deja en evidencia las nuevas infraestructuras de la Bahía
El accidente y la Gran Regata han puesto de manifiesto también la necesidad de reordenar la Carretera Industrial y la plaza de Sevilla
El vuelco de un camión el pasado sábado por la mañana en la carretera que une San Fernando con Cádiz (CA-33) ha puesto en evidencia las debilidades de la Bahía como área metropolitana . El accidente, ocurrido a mediodía, provocó un atasco monumental en los accesos a la capital. La situación se vio agravada debido a la celebración en el puerto gaditano de la Regata de Grandes Veleros, lo que multiplicó la afluencia de público y, por tanto, las retenciones. La retirada del camión duró varias horas y hubo que cerrar al tráfico uno de los carriles. No obstante, cuando se procedió a la retirada del trailer hubo que clausurar la calzada para facilitar la maniobra.
La inauguración en septiembre del año pasado del segundo puente ponía punto y final a los atascos en la Bahía o, al menos, era lo que anunciaban las autoridades. Sin embargo, la teoría es bien distinta a la realidad. Un accidente en un punto extremo ha puesto patas arriba a toda la Bahía .
La plaza de Sevilla se ha convertido en el cuello de botella de la capital por su complicada ordenación
¿Qué ha fallado? La afluencia masiva de conductores colapsó la entrada a Cádiz por San Fernando, pero también se atascó el puente Carranza. El vuelco del camión provocó una especie de onda expansiva en el mapa circulatorio que afectó incluso a los conductores que accedían a la ciudad por el segundo puente. El accidente pone de manifiesto que Cádiz, pese a las nuevas infraestructuras, es una ratonera . No obstante, las consecuencias del siniestro hay que buscarlas más allá de su lugar de origen. Existen otras razones por las que los efectos concéntricos de un siniestro se expanden.
La carretera entre San Fernando y Cádiz fue objeto de largas colas durante toda la mañana, sin embargo, los conductores que accedían a la capital por el puente Carranza y el nuevo acceso no entendían los motivos de las retenciones en esas zonas. La primera explicación la encontramos en la ordenación de la Carretera Industrial y en el plan de tráfico de la plaza de Sevilla , ambos puntos se han convertido en zonas especialmente conflictivas desde la apertura el pasado año del nuevo puente.
Casi un año después de la apertura del nuevo puente urge la mejora de la Carretera Industrial
De hecho, el alcalde de Cádiz, José María González, denunció el mismo día de su inauguración los atascos y reclamó a Adif, empresa del Ministerio de Fomento, el acondicionamiento del tramo de su competencia en la avenida de Astilleros. Sin embargo, la Carretera Industrial volvió a ser un quebradero de cabeza este fin de semana para el público que trataba con dificultad de llegar al puerto gaditano a contemplar la fiesta de los veleros. El tráfico era fluido en el segundo puente, pero se tornaba a denso en la Avenida de la Cortes hasta convertirse en un suplicio en la glorieta de los bomberos. Los coches estacionados en los extremos de la Carretera Industrial impidieron ganar un carril más para ganar fluidez en el tráfico. Pese a todo, el gran cuello de botella se localiza en el entramado de la plaza de Sevilla y Canalejas , donde los giros y su reordenación hacen en estos momentos imposible una mejora de la circulación. El caos de tráfico en el acceso a Cádiz por San Fernando colapsó la entrada natural a la capital, pero la llegada masiva de visitantes al centro de la ciudad en coche reveló una asignatura que aún no está aprobada: la reordenación urbanística y de tráfico que conlleva la puesta en servicio del segundo puente.
No hay que olvidar que el segundo puente esta diseñado para soportar un tráfico superior al de 50.000 vehículos al día y, en estos momentos, su intensidad media de paso oscila entre los 16.000 y los 19.000 coches diarios. También se ha constatado que el 63% de ese tráfico es de salida más que de entrada. Por el contrario, la apertura del nuevo acceso de la Bahía ha logrado equilibrar la circulación en el puente Carranza, donde la intensidad media oscilaba entre los 35.000 y los 41.000 vehículos al día, mientras que ahora, tras la apertura del segundo puente, es justo la mitad. Los tráficos se han repartido entre ambos accesos. El puente Carranza batió un récord de paso en el verano de 2007 al contabilizar a mediados de agosto una intensidad media de 46.400 vehículos diarios.