POLÍTICA

Prueba de fuego en el PSOE gaditano

El mitin de Pedro Sánchez este domingo en Cádiz resucita los viejos fantasmas de la división interna y pone en aprietos a la dirección provincial del partido, alineada con Susana Díaz

El mitin de Pedro Sánchez en Jerez en junio de 2016 por la campaña de las generales provocó una foto ahora irrepetible A. VÁZQUEZ

JAVIER RODRÍGUEZ

La irrupción de nuevo en el panorama político del exsecretario general del PSOE, Pedro Sánchez, abre una etapa de incertidumbre en el seno de la organización que se despejará entre las primarias de mayo y el congreso de junio, de donde saldrá su nuevo líder. De momento son dos las candidaturas presentadas para pujar por la dirección del partido: la de Pedro Sánchez y la de Patxi López, a la espera de que la presidenta de la Junta y secretaria regional del PSOE andaluz, Susana Díaz, deshoje la margarita y salte al ruedo. Las consecuencias y las formas en las que Pedro Sánchez tuvo que abandonar la secretaría del PSOE el pasado 1 de octubre han provocado un clima de división interna entre los militantes que se ha extendido por todo el país y, en especial, en Andalucía, donde los más críticos con la gestión de Susana Díaz en este conflicto pretenden ahora ajustar cuentas.

Desde luego, esta situación no es ajena en Cádiz . El PSOE gaditano ha vivido en los últimos cuatro años una etapa de aparente tranquilidad gracias al triunfo del sector renovador en el congreso provincial del 14 julio de 2012, donde la entonces alcaldesa de Sanlúcar y ahora presidenta de la Diputación, Irene García, se hizo con las riendas del partido tras derrotar por 46 votos de ventaja al candidato oficial, el alcalde Barbate, Rafael Quirós.

Pedro Sánchez y la secretaria provincial del PSOE,irene García, en Jerez el año pasado- A. V.

No fue fácil para este grupo emergente escalar en una organización blindada por los poderes fácticos del socialismo gaditano pero, poco a poco, en cada cita de los órganos de dirección del partido fueron tomando posiciones hasta el congreso provincial del 14 de julio de 2012, donde Irene García se hizo con la secretaría provincial al derrotar por 46 votos de ventaja al candidato oficial, el alcalde de Barbate, Rafael Quirós.

El mensaje que trasladó entonces García a los militantes distó muy poco del que ofreció el 27 de junio de 2012 en el hotel Barceló cuando presentó su candidatura a la secretaría del PSOE de Cádiz. La esencia del discurso era la renovación, es decir, la llegada de un nuevo tiempo para el PSOE de Cádiz y, sobre todo, el fin de esa división interna que había terminado por encasillar al partido y por obstaculizar su labor en la calle y en las instituciones.

Integración y paz

El pizarrismo queda desactivado

Nadie puede recriminar a Irene García que ha mantenido la estabilidad de la organización durante los últimos cuatro años. De hecho, integró a los derrotados en nuevos equipos de dirección, así como en labores de responsabilidad. No obstante, tuvo que borrar del primer plano institucional a algunos históricos del pizarrismo como era González Cabaña, que en 2012 se encontraba como portavoz del PSOE en Diputación tras barrer el PP en las municipales de 2011. Así, el propio Cabaña anunció su despedida de la Diputación para saltar al Congreso. Buscó hueco en la lista gaditana a las elecciones generales de aquel año.

La gestión de Jiménez Barrios ha permitido cohesionar al partido en la provincia entorno a la figura de Susana Díaz

De esta forma empezaba el PSOE un nuevo ciclo de verdadera paz social. Griñán, que acuñó la famosa frase de «Cádiz-Herzegovina», por los conflictos internos del partido en la provincia, generó ese clima de estabilidad tan deseado en la organización. Mientras tanto, una de sus consejeras, la de Presidencia, Susana Díaz, empezaba a tomar protagonismo. Precisamente, el punto de inflexión para Díaz comenzó el 5 de mayo del 2012, cuando Griñán la nombró consejera de la Presidencia e Igualdad de su nuevo Ejecutivo y delegó en ella buena parte de la coordinación del Gobierno autonómico. A Díaz se le atribuye haber negociado con habilidad el posterior acuerdo de gobierno entre PSOE e IU en la Junta de Andalucía como consejera.

Posteriormente, en septiembre de 2013, accedió a la presidencia de la Junta de Andalucía tomando el relevo de Griñán. Con una demostrada capacidad de negociación, se le atribuye haber pilotado con éxito la sucesión de Manuel Chaves por Griñán en la dirección del PSOE andaluz tras las primeras tensiones de bicefalia política y haber negociado con habilidad el posterior acuerdo de gobierno entre PSOE e IU en la Junta de Andalucía como consejera.

El reinado de Susana Díaz

El 'susanismo' se impone

Díaz era la persona en la que el PSOE había puesto el foco para iniciar un relevo generacional desde todas las facciones del partido. En noviembre de 2013, Susana Díaz toma las riendas del PSOE andaluz y sale elegida secretaria regional con más del 90% de los votos en el congreso que se celebró en Granada.

La renovación del partido en Andalucía era una realidad y la plaza de Cádiz ya estaba conquistada gracias a Irene García.

A partir de ese momento, la comunión entre Cádiz y Sevilla es permanente. De hecho, el aparato gaditano se alinea con las tesis ‘susanistas’ y empieza una nueva andadura, donde los gaditanos José Manuel Jiménez Barrios, como vicepresidente de la Junta, y Juan Cornejo, como secretario de Organización del partido n Andalucía, velan por esa renovación y, sobre todo, por la fidelidad a Susana Díaz.

Del amor al odio

Díaz y Sánchez, pareja imposible

La dirección regional andaluza liderada por Susana Díaz fue la que marcó, en cierto modo, el apoyo andaluz a la candidatura que presentó Pedro Sánchez para el congreso nacional del 13 de julio de 2014 tras la dimisión de Alfredo Pérez Rubalcaba como líder de los socialistas españoles. Sánchez se enfrentó en primarias en ese cónclave a Eduardo Madina y a José Antonio Pérez Tapias. La candidatura de Sánchez se alzó con el 49% de los votos. Desde entonces y, pese al apoyo ofrecido por Susana Díaz, la brecha entre ambos se fue agrandando con el paso del tiempo hasta acabar en el tortuoso comité federal del 1 de octubre de 2016, en que Sánchez dimite tras ser reprobado por la mayoría de la Ejecutiva nacional. Sus malos resultados electorales y el bloqueo institucional con el «No es no, señor Rajoy» pusieron fin temporalmente a su carrera política.

El apoyo del PSOE local a Podemos en Cádiz en las municipales de 2015 provocó diferencias entre ‘susanistas’ y ‘pedristas’

Sin embargo, Pedro Sánchez ha resurgido como el ave fénix y vuelve a tomar partido con una candidatura para dirigir al PSOE . Este domingo estará en Cádiz. Se trata de un feudo hostil para sus intereses, ya que predomina el ‘susanismo’, sin embargo, la corriente pedrista ha ido tomando cada vez más fuerza entre los militantes de base, que se han constituido en plataformas para apoyar su opción política. Curiosamente, Rafael Román, uno de los impulsores de aquella renovación del partido en la provincia que se gestó en 2012 es ahora uno de los firmes partidarios de la opción de Pedro Sánchez y es que el espectáculo del Comité Federal que acabó con la dimisión de Sánchez no gustó a un amplio sector de la militancia del PSOE. Parece que ha llegado l momento de ajustar las cuentas.

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