Irene García
Una provincia llena de oportunidades
La presidenta de la Diputación de Cádiz hace balance en el Día de la Provincia
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Hoy, 19 de marzo, Día de la Provincia, es jornada festiva para todos los gaditanos y gaditanas. Al tiempo, empero, es momento para la reivindicación, para la denuncia, para alzar la voz ante unos problemas y unas realidades que no pueden ser escondidas, menos aún por quienes disponemos de algún tipo de responsabilidades, políticas en el caso de esta presidenta.
Concibamos esta provincia como lo que es, plural, diversa y, sobre todo, llena de oportunidades. Un enclave entre dos continentes, que nos retrotrae a las más grandes culturas de Occidente y que nos conduce, obligadamente, a saber explorar las sobresalientes vías de desarrollo económico que nos abren las potentes empresas de que disponemos en sectores claves como el aeronáutico; los parques tecnológicos; los dos puertos, uno de ellos, el de Algeciras, de los más destacados de Europa; nuestro poderosísimo sector turístico…
Con todo lo apuntado, digámoslo ya, es inadmisible la situación de desempleo que esta provincia soporta, con cerca de 200 000 personas sin trabajo, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Aun con la mejora de los últimos meses, nuestras capacidades, nuestro potencial humano y económico, no se corresponde con estadísticas que nos sitúan con, por ejemplo, algunas de nuestras ciudades entre las de mayor nivel de pobreza de España.
De este modo lo hemos entendido en la Diputación, cuya prioridad es, desde el mismo momento en que este equipo de gobierno tomó posesión de su cargo, atacar el principal problema de esta provincia en general y de los gaditanos y gaditanas en particular. Sin autocomplacencia ni triunfalismo ni búsqueda del titular fácil, sino como un coherente ejercicio de responsabilidad que no pretende más que la reparación de un drama social y personal de mayúsculo tamaño.
De esta manera, cuando aún no se ha cubierto ni la mitad del mandato corporativo, esta Diputación ha realizado una ingente movilización de recursos para hacer posible la contratación de personas en riesgo de exclusión social a través de tres entregas del Plan de Cooperación Local, que han supuesto destinar 12,6 millones de euros procedentes de recursos propios para los pueblos menores de 20000 habitantes, una iniciativa que ha significado la contratación de unas 3000 personas. Reitero, no cumplimos más que con la que considero es nuestra primera obligación como servidores públicos: buscar soluciones, alternativas para aquellos problemas que nos afectan y que, en este caso, lo hacen con una enorme crudeza.
Nuestro reto —seamos claros y rotundos, cualquier otra cosa significaría un fiasco del que todos seríamos responsables— es acabar definitivamente con esta rémora. El futuro nos invita a ser optimistas. Disponemos, además de nuestros tradicionales recursos, que hogaño hemos de explotar en muchísima mayor medida, con una decidida apuesta por sectores tecnológicos, así como de herramientas clave, como los fondos de la ITI, fundamentales para relanzar la provincia hacia un modelo económico que nos conduzca a un nuevo marco, que nos aleje de esa situación insostenible de la que hablaba antes. La ITI es mucho más que una inversión puntual que mejore nuestras infraestructuras, es marcar las ulteriores estrategias económicas de esta provincia, las que nos dirijan a un desarrollo económico de vanguardia para que seamos capaces de competir con las mejores perspectivas en un mercado global, para que generemos empleo, empleo de calidad.
Insisto en algo que he comentado anteriormente: somos responsables, todos, comenzando por cargos institucionales y por agentes económicos, y hasta llegar a empresarios y trabajadores, del futuro de esta provincia. Es nuestra tarea ser reivindicativos, reclamar, por ejemplo, más carga de trabajo para nuestros astilleros (imprescindible la firma del acuerdo con Arabia para la construcción de las cinco corbetas) o la mejora de las infraestructuras (inadmisible, entre otros aspectos, el abandono de la modernización de la Algeciras-Bobadilla)… Pero, al tiempo, es nuestra responsabilidad afianzar unos nuevos cimientos económicos, levantar en torno a él un firme andamiaje productivo que concluya con la construcción de un edificio, de una provincia, acorde con nuestros recursos, con el descubrimiento de nuevos nichos de negocio vinculados a nuestra riqueza ambiental, a las energías renovables, al deporte, a los congresos…; con la consolidación de los sectores productivos tradicionales; con la definitiva ruptura de la estacionalidad en el sector turístico; con la mejora de nuestras infraestructuras; con un mayor aprovechamiento de nuestra situación geoestratégica; con el fomento de la industria...
Sirva como ejemplo la celebración del Tricentenario del traslado de la Casa de Contratación de Sevilla a Cádiz. Creo que todos, administraciones de diverso signo político, empresarios, sociedad civil en general, estamos realizando un buen trabajo: en primer lugar, porque no existe atisbo de división, antes al contrario, desde un primer momento trabajamos todos unidos, consensuando y apoyando iniciativas de diversa índole; en segundo, porque hemos depositado nuestras miras en ambiciosos objetivos, entre ellos los de carácter económico, con la puesta en marcha de varias misiones comerciales en el exterior, fundamentalmente en los países de América Latina.
Esta presidenta está convencida de que no solo es posible, sino que comenzaremos a ver resultados mucho antes de lo que pensamos. Algunas de las dudas que sobre las capacidades de esta provincia se generan no llegan desde fuera de ella, antes bien, nacen en la propia provincia, en una extraña confusión a la hora de entender la autocrítica y el derrotismo como una misma cosa. No es, ni mucho menos, el comienzo ideal para el reto que tenemos ante nosotros.
Seamos optimistas, seamos ambiciosos. Creamos en esta provincia. Nos hallamos ante una tarea apasionante, ilusionante, no hablo de quimeras ni utopías, no se trata de ser lo que no somos, sino de redescubrirnos, de reinventarnos a partir de nuestros mejores valores, capacidades y recursos. Es tiempo de recobrar lo mejor de nuestra historia. Feliz Día de la Provincia.