Un prófugo provoca un accidente con guardias civiles heridos en Chiclana y sale en libertad

Ocurría este pasado fin de semana en Chiclana. Una patrulla de la Guardia Civil sufría un aparatoso accidente durante una persecución a un individuo al que habían intentado identificar. Cuando iban tras él, el coche patrulla chocaba contra un árbol y los dos agentes resultaban heridos.

«Estábamos por la zona del Marquesado, vimos un vehículo con las luces de emergencia encendidas y nos acercamos para ver si necesitaba algo», cuenta uno de los guardias civiles que protagonizó esta intervención. Pero cuando se aproximaron pudieron verlo bien y fue entonces cuando se percataron que el conductor era I. V. N., un prófugo con varias requisitorias judiciales pendientes y numerosos antecedentes, por lo que le pidieron que se identificara para constatar que era efectivamente este fugitivo.

«Le dijimos que se quedara en el vehículo pero dio un acelerón y emprendió la fuga. Nos tuvimos que quitar para que no nos atropellara ». Y así este prófugo, al volante de un Seat León, tomó la Cañada de los Barrancos a toda velocidad en dirección a la carretera del Marquesado. Sin hacer caso a ninguna señal. Invadiendo el carril contrario con otros coches circulando y sin mostrar ningún atisbo de parar. Los agentes fueron tras él pero en las proximidades de la Venta Agustín en un giro chocaban contra el árbol y sufrían lesiones de diversa consideración.

Sin embargo, una vez identificado, y tras realizar algunas comprobaciones, al día siguiente pudieron detenerlo en su domicilio en Chiclana . Según la información que les constaba tenía varias requisitorias pendientes por juzgados de Barcelona por robos con violencia y conducción temeraria. Además no tiene carnet de conducir. El sujeto quedó detenido por dichas órdenes de busca y también por un nuevo delito contra la seguridad del tráfico, conducción temeraria y atentado y desobediencia grave a los agentes.

Sin embargo, al pasar a disposición judicial, ha sido puesto en libertad con cargos . «Nos sorprende que se haya tomado esa decisión justo cuando es conocido por eludir la acción de la justicia. No deja de ser escandaloso porque el riesgo de fuga es evidente». lamentan.

Desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) denuncian que en este caso se cumplían todos los requisitos establecidos en el artículo 503 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, como son la concurrencia de varios delitos que podrían acarrear el cumplimiento de una pena de dos años de prisión, la existencia de dos requisitorias judiciales para su personación al no haberlo hecho cuando fue requerido para ello y, en este sentido, la persecución del fin legítimo de asegurar la presencia del encausado al existir racionalmente un riesgo evidente de sustraerse a la acción de la justicia.

En su opinión, los agentes « se jugaron la vida para detener a este individuo y dudamos seriamente que atienda a próximos requirimientos de la justicia para personarse cuando sea llamado. Una vez más, como ocurrió a finales del año pasado, dónde hubo otra fuga y dos agentes fueron atropellados, no se aplican medidas coercitivas desde nuestro punto de vista necesarias y sí medidas demasiado indulgentes», lamentan.