Prisiones | El Puerto
Presos de ambos sexos empiezan a compartir un módulo mixto en Puerto III
El centro portuense se convierte así en uno de los pocos de España donde reclusos hombres y mujeres comienzan a convivir y compartir algunas labores
La prisión de Puerto III es desde hace unos días nuevamente un centro penitenciario pionero. Ya lo fue cuando se construyó, convirtiéndose en una de las cárceles de máxima seguridad con mayor número de población reclusa y donde se instalaron entonces las últimas y más modernas medidas de control. Y ahora, esta semana ha vuelto a tomar el timón en Andalucía en una iniciativa que, aunque complicada, pretende ir instalándose en todas las prisiones de España donde sea posible.
Se trata de la conversión de uno de sus módulos en mixto , es decir, donde reclusos de ambos sexos van a compartir estancias y labores. No convivirán en las mismas celdas, pero sí coincidirán en la vida cotidiana del módulo, en departamentos comunes y también en trabajos que, hasta ahora, en su mayoría, solo realizaban los hombres.
Según fuentes consultadas, este módulo mixto, promovido desde Instituciones Penitencias, se puso en marcha hace unos días y, según el organismo, busca «normalizar dentro de lo posible la vida de la mujer en prisión y favorecer su readaptación e inserción».
Así todos, ellos y ellas, ya conviven en las zonas comunes en comedor, patio, actividades y comparten tareas, como cocina o lavandería. Tan solo están separados en sus celdas que están en dos plantas distintas .
De momento ya hay 29 internas en este módulo donde mayoritariamente sigue habiendo hombres, unos sesenta. Algunas de ellas mantienen el trabajo que tenían en lavandería y otras están comenzando a desempeñar tareas en cocina donde, anteriormente, solo había presos.
Para este cambio se ha hecho una selección de reclusas que querían ‘mudarse’ de forma voluntaria. Se entiende que todas estas personas que van a formar parte de este módulo mixto son internos «adaptados» y no conflictivos.
Este cambio ha obligado además a algunas reformas como en los baños de la planta y las zonas que ahora usarán mujeres. Y a la redistribución de los funcionarios, también de ambos sexos. Ya hay una decena de prisiones de España donde se han creado módulos mixtos.
En un informe presentado recientemente, realizado a partir de 1.703 cuestionarios contestados por internas, se destaca que el 70 por ciento de ellas prefiere estar en un centro mixto y solo tres de cada diez elegiría uno exclusivamente femenino. La razón es que están descontentas con la participación en actividades, ya que manifiestan que en los centros solo femeninos estas son monótonas, esporádicas e insuficientes.
En los centros mixtos hay más repertorio de actividades porque, sencillamente, son más grandes y están dotados de más recursos . Además, a los hombres se les ofrece en mayor medida el trabajo productivo que a la mujer.
Desde el sindicato de funcionarios de prisiones CSIF advierten que este tipo de actuaciones tienen que ir acompañadas de una mayor plantilla , por lo que solicitan a la Dirección General más recursos para poder llevarlas a cabo. «Ya estamos lo suficientemente saturados de trabajo para además asumir este tipo de experiencias pioneras que necesitan de más plantilla».