CARNAVAL
PREGÓN del humorista PABLO CARBONELL
El pregonero del Carnaval 2016 da un espectáculo lleno de humor y su música
VOZ EN OFF. CON TODOS USTEDES EL PREGONERO DEL CARNAVAL DE CADIZ 2016. PABLO CARBONELL.
PABLO: Hola a todos. Me han dicho que esto de ser pregonero es abrir el programa de las fiestas. Aquí tengo uno…
Lo abre, lo ojea, lo cierra.
PABLO- Bueno, pues ya está. Qué cosa más sencilla. Y mira que me dijo Jesulín de Ubrique que esto era muy complicado. ¿Me puedo ir ya, ¿verdad? Hala. Pues un abrazo. Gracias a todos por venir.
Pablo sale del escenario
Empiezan a salir los miembros de Los toreros muertos saludando ante la tremenda bronca del público.
LOS TOREROS MUERTOS empiezan a tocar las notas primeras de A TU CASA.
Pablo se dirige al atril, un atril de un metro cuarenta centímetros, cilíndrico, cubierto por una tela negra…
Buenas noches ciudad madre, ciudad soñada, mi ciudad: Cádiz.
Lo primero que quiero hacer es agradecer al excelentísimo señor alcalde de Cadiz, El señor don Jose Maria Gonzalez, Kichi, el concederme el honor de pregonar el carnaval de Cádiz 2016. Debo también agradecer la ayuda a Maria Romay, de solo 24 años, concejala de juventud, al concejal de fiestas Adrian Martinez de Pinillos, al jefe de patinete, perdón de gabinete, Jose Vicente Barcia, que me dio la noticia de que yo estaría aquí hoy, y casi me salgo de la carretera, con el patinete. A la concejala de turismo, Laura Gimenez, y al jefe de prensa, Jose luís Porquicho, Porki. Porque os aseguro que si no hubiera sido por el apoyo, el cariño y su paciencia de todos ellos esto no hubiera sido posible.
Arranca la parte ritmica del tema A TU CASA.
Gracias también a todos los que estáis hoy aquí y toda la ciudad de Cádiz, por vuestras alegrías.
TEMA A TU CASA
La primera vez que entré en Cadiz lo hice saliendo de mi madre. En el hospital Mora. Enfrente hay dos ficus de Las indias. Unos misioneros trajeron las semillas y las plantaron ahí. Como eran misioneros y tenían voto de castidad no pudieron traerse otros recuerdos de “las indias”, los pobres. Ahora son muy grandes –los ficus, no los misioneros- , ocupan una manzana. Eh eh eh eh, ya eran así cuando nací.
Aunque haber nacido frente a la Caleta no convierte a nadie en caletero, ser caletero es una gracia que espero alcanzar en esta vida y como no creo en la reencarnación ni en la resurrección mi única oportunidad la tengo puesta en este pregón.
Por si acaso voy a sacarme la de manga una frasecita: donde te cortan el cordón umbilical, ahí, te dejan pegado para toda la vida. Así que así estamos y…, es lo es.
Suena una batería redoblando pasodoble. Pablo recita:
No puedo pretender descubrir nada al público aquí presente
de lo que me levanta y me pone en la ciudad más antigua de occidente
lo que sus rincones, balcones, plazas, torres y gente atesora.
Porque además de no decirles nada original, de fijo me pasó de hora
Arena y canela fina, cangrejos moros, cúpula de yema de la catedral, mantequilla colorá, ya va a llora, sarcófagos, camarones, sacarocracia, mojarras, murallas, Roma imperial…
¿qué les puede contar?
Cañones en las esquinas, piratas, duros antiguos, pito feria y mito
¡Los atlantes! Chiringuitos, y el océano Atlántico en un cucurucho de pescaito frito.
¿No ven que me repito?
Todo se siente y todo está escrito. No descubro nada si les cuento
Que en ese claroscuro callejero del laberinto se columpia el tiempo
Que donde esté una caña con huevas aliñás en plaza Mina a las doce
Que se quite la plaza Mayor de la capital y su relaxin cup of cofi.
No descubro la piedra filosofal, que aquí es la ostionera, si apunto
Qué todo este ensueño de luz regalada confluye en un punto
donde se da aire la vida, y se despelota el color y los sabores
Y que ese punto, no hace falta decirlo, es el Mercado de las Flores
No les descubro nada si digo que en catavinos se puede beber
la paz que vuelcan al alma las barquitas al mecerse al atardecer
Y que se me ahoga la voz ante la lucha diaria por una vida digna
De la gente del Barrio de la Paz, Puntales, el Populo, La Caleta y el barrio la Viña.
No puedo enseñar nada a los que viven en esta ciudad de leyenda.
Y los de fuera se van a encontrar con ella en cuanto se den una vuelta.
Si pretendiera descubrirles que Cádiz respira arte en cada rincón
sería porque me golpeé en la cabeza y me creí Cristobal Colón.
Prenden mi frustración porque me repito ya que toda esta hermosura ya está cantada y dicha.
Gracias, Cádiz, por tanto.
GRACIAS PICHA.
LOS TOREROS MUERTOS empiezan a tocar HOY ES DOMINGO.
Esta canción es mi infancia. Mi infancia en Cádiz.
HOY ES DOMINGO
El bogavante que sale en la canción es una licencia poética, en mi casa éramos más de caballa con piriñaca. Tenía que rimar con elegante y nadie se hubiera creído que en casa nos comiéramos un elefante, o un papel secante…, bueno, un papel secante a lo mejor…
El pato que sale en la canción es uno que vive en el estanque del parque Genovés. Por favor cuídenlo. Lo quiero mucho; es más le puse nombre, se llama Manuel. El pato Manuel. Denle pan duro y no echen colillas en el estanque, que le sientan fatal.
Quiero hacer un pregón sentido, honesto y a ser posible divertirles. Ahora que lo pienso, si me hubiera presentado con este programa de gobierno habría ganado las elecciones.
Por si acaso no me sale, pido de rodillas que Don Antonio Rico Segura, más conocido como Pedro el de los majaras, y tantas figuras del carnaval, que merecen estar aquí más que yo se cuiden la salud y los veamos aquí plantados en los venideros carnavales del futuro.
Mi familia Vivía en Puerta Tierra, como la describe Galdós, el largo istmo que sirve para que el continente no sufra la desdicha de estar separado de Cádiz. Es todo un detalle por parte del istmo, sin istmo, no sería lo mismo.
Me perdí la reciente inauguración del puente de La Pepa que inauguró Teofila Martinez, por cierto, Kichi, me han dicho por ahí, que tú la querías nombrar pregonera del carnaval y que ella se ha negado. No sé si creérmelo.
Me perdí como dije la inauguración del puente de la Pepa, pero viví la del puente de Carranza en 1969.
EMPIEZA A SONAR LA SIESTA. Pablo recita:
El alcalde iba caminando con un gran séquito a encontrarse en la mitad del puente, el de Carranza, no el de la boca, con el alcalde del Puerto Real.
Toda la gente se había echado a la calle tocando palmas de alegría. No les habían contado bien lo del peaje.
Mi padre, abogado laboralista en Matagorda, iba a ir junto a las autoridades. Yo le pedí a mi madre que me dejara acompañarle. Me puso muy guapo: camisa, pantalón y zapatos blancos, me peino, me puso colonia y salimos los dos a la calle. Yo iba de punta… en blanco y mi padre de extremo izquierdo.
Caminaba cerca de él pero de vez en cuando me distraía con la gente. La comitiva iba muy adelantada, habían recorrido la curva para entrar en el puente y yo estaba todavía en Cortadura. Pensé que lo mejor para atajar y llegar hasta mi padre era adelantar por una planicie por la que se llegaba antes.. Bajé unas piedras y salté sobre la planicie. un suelo cuarteado, como patatas fritas que cada vez estaban más blandas, y resbalé y me pegué un carajazo.
La planicie parecía seca pero en realidad eran unas tierras movedizas como delas películas de Tarzán.
Me incorporé y seguí, ya que estaba ahí no me iba a volver además mi padre podía estar preocupado. Cada vez se me hundían más los pies, los zapatos se me quedaban encajados y tenía que sacarlos con las manos, quitarles el fango y volvérmelos a poner, seguí caminando hasta que me quedé clavado por las rodillas, cada vez me costaba más esfuerzo sacar las piernas de aquella trampa. la gente me miraría y pensaba que qué pescador de gusanas tan arreglaito y jovencito.
Arrastrándome conseguí salir del lodazal. Entonces me fui a buscar a mi padre. Tardó en reconocerme. Luego hizo como que no me reconocía. Y yo: Papá soy yo, Pablo, tu hijo, reconóceme!!.
Mi padre me pidió que me mantuviera alejado de él y que buscara a mi madre. Mi madre me reconoció enseguida y del bofetón que me dio, espectacular, me quedé blanco de nuevo.
Fue una pena, porque si todo aquel barro se me hubiera secado al sol habría una estatua en terracota de Pablo Carbonell niño en el puente…
Kichi, te voy a decir una cosa, te he cogido tanto cariño en estos días de prolengolemos, prolegoleemosles, ¿pregonomelones?, pregonlomenos, ya me salió, que, fíjate lo que te digo, me va a poner el dentista un puente aquí, y si quieres yo te invito a inaugurarlo.
EMPIEZA A SONAR CUANDO CALIENTA EL SOL.
La luz en Cádiz es un acontecimiento, un suceso extraordinario, que se podría beber en catavinos, cristalina, brillante. La luz del reflejo del mar que rodea Cádiz rebota en el cielo y reparte una alegría que es más que una filosofía de vida: es un sentimiento, como el amor, el calor, la borrachera, el éxtasis o el orgasmo. Por si alguno no me ha entendido, esa algo que me gusta mucho.
Cuando hablo de luz no me refiero a la que pusieron en la playa. He visto que ya las han quitado y las pulgas marinas no están tan locas. Mucho mejor, se pueden ver las estrellas y si vas con una novia… también puedes ver las estrellas.
Eso no parecía una playa parecía el perímetro de seguridad de una cárcel… Después se quejará Teofila si la llaman la ex-alcaidesa.
Teofila ha debido de hacer alguna cosa bien porque sino, ustedes, que no son carajotes, no la habrían votado cuatro legislaturas, pero mi opinión es que el alumbrado de la playa no era de las “bien mente” hechas. Y ustedes, que no son carajotes, también la han botado. En esta ocasión botado escrito con b.
TWIST AS LOCA.
EMPIEZA A SONAR “QUÉ BUENOS SON LOS PADRES SALESIANOS”
Permitidme que recuerde a mis compañeros de los Salesianos: Baena, Fernando Candanedo., Castillo. Arbolí, Paco Alarcón, Alba Flores, sí, hijo de Paco Alba, el hombre que hizo descubrir a sus contemporáneos, en una época muy difícil, que con arte se podía ser uno mismo. Creo que se merece un aplauso.
Juan Carlos Borrel, al que tuve el gran placer de encontrar de tabernero en La sorpresa, en la calle Arboli, no dejen de probar su tartar de atún y dejarse llevar por su optimismo y su energía desbordante.
Cifredo, el empollón, Aleu, que compartió conmigo las peores notas de mi clase y que quería ser pollero. Y lo fue. Con siete años lo tenía claro, pollero, ese hombre, con esa vocación tan temprana, debe de ser el mejor pollero del mundo. El Mozart de los polleros.
Arjona, Cerejido, Idelfonso Vallejo, Caballero, que siempre fue mas mayor para su edad, de hecho ahora es el abuelo de sí mismo. pero es que de pequeño, Caballero, le llevaba tres años a su hermano el mayor.
Y Manolo Carrasco, compañero de pupitre y mil carcajadas.
Os quiero a todos.
Recuerdo a los profesores, Don Francisco, que nos dio inglés, al que me encontré el otro día y que estuvo tan amable que no le voy a mentar por el mote que le pusimos porque era un poco cheposo.
Aparte del Cabugi teníamos a , leche, se me ha escapado…, a Don Antonio, de matemáticas, al que llamábamos Magú porque era cegato. Muy buena persona. Se iba de clase llorando: A ustedes el binomio de Newton no les importa y yo me desgañito para nada. Como era de matemáticas, si no le echábamos cuenta nos montaba el numerito.
Don Luis, que me invitó a pipas, y que organizaba la clase como un concurso de un dos tres responda otra vez. Era muy divertido, aunque Caballero hiciera de azafata.
Doña Mariangeles, que nos dio literatura y descubrió mi vocación: ¡¡Carbonell: Los payasos al circo!!
Don Francisco, que se fue al ejercito y que nos pidió que no nos metiéramos en política y que el último día nos hizo desfilar delante de él y se emocionó hasta las lágrimas al vernos salir de clase.
A todos los profesores les tengo cariño…, menos a Don Angel. Don Angel, manda cojones, le pusieron el nombre para disimular. Me dio un cachetón tan fuerte que si le veo se lo devuelvo. No por rencor, no, sino porque mi madre me dijo que no me quedara con las cosas que no fueran mías.
FALANGISTA y TU MADRE TIENE BIGOTE.
Un día el profesor de música nos pidió que saliéramos a cantar una canción a la pizarra. Yo iba a cantar Pizarra canta pizarra…, pero elegí una canción que estaba más de moda:
Mi carro, de Manolo Escobar. ¿La conocen? El profesor al escucharme le gustó tanto que me cogió del mano, no piensen mal, me llevó delante del director. Se la canté al director y este me cogió de me dijo que la cantaría en las fiestas de San Juan Bosco y la canté. Va por ustedes!
MI CARRO.
A partir de entonces no pararon de preguntarme en el recreo si había encontrado el carro. Un éxito. El robo del carro se hizo tan famoso que estuvo a punto de investigarlo el juez Castro, pero intervino el fiscal y al final exoneraron a la infanta.
Pist, pist, un momento: a mí no me han robado ningún carro, a mí me han robado el corazón, y ha sido esta ciudad.
¿Podéis creer que cada vez que vengo la vuelvo a descubrir? Vuelvo a flipar, vuelvo a sentir esa alegría… yo debo ser gilipollas porque no entiendo por qué no me vuelvo para acá.
Cádiz me cautiva una y otra vez. Por miles de cosas, su hospitalidad…
Por aquí ha pasado la historia de la humanidad desde el comienzo de la conquista de Occidente, que ríete tú de la del oeste. Los fenicios, a los fenicios les debemos muchas cosas, nos han dado el alfabeto y a Fenicio del Toro. Los tartesos que nos dejaron dos sarcófagos y mas cosas…, ah, sí, la receta de la tarta de queso.
Los romanos, que hicieron un teatro para ir las tardes de los sábados a ver las agrupaciones y los coros y cómo bailaban las bailarinas de Gades. Dicen que los andaluces somos muy exagerados, eso se lo debemos a los romanos, que “hacían mucho teatro”.
Todos estuvieron a gusto aquí.Bueno todos, todos no, los franceses no. ¿Por qué? Porque con las bombas que tiraban los fanfarrones se hacían las gaditanas tirabuzones.
EMPIEZAN A SONAR LOS ACORDES DEL TANGUILLO.
La ciudad de Cádiz le quería demostrar a los de Napoleón, y al mundo entero, que era muy capaz de crear una constitución con la ilustración propia de las gente sin complejos de lacayos ni arrastrados, ciudadanos libres. Seguro que ya en esa época les llamaron radicales y anti-sistema. pero en francés.
Con el conocimiento y la enciclopedia que da vivir enfrente de un océano que sabe latines y un viento que dicta la ley que el mundo quiere escuchar, a los gaditanos de entonces, y a los embajadores que vinieron de América, no les hacía falta la revolución francesa para poner a toda la gente de acuerdo. ¿O no? ¿O me equivoco?
BUM BUM 1789
Cádiz tiene el don más grande que hace grande a la humanidad: es humilde. No se las da de nada. No lo necesita. No tenemos la torre Eiffel, pues no. No nos importa. ¿Por qué? Porque tenemos la torre de la luz de Puntales, que nos la copió Eiffel cuando estuvo haciendo la mili en San Fernando.
No tenemos la Torre del oro. Pues no, no nos importa reconocerlo. Con las torres miradores y el oro de nuestro carácter tenemos suficiente.
Yo debería de haberle hecho una canción a Cádiz, aunque a Cadiz no le hace falta y a mí talento sí. Pero no nos importa. Podemos vivir sin ella. Como aparte de hospitalarios somos generosos. Hemos hecho una canción a una ciudad que sufre la invisibilidad y hasta se duda de su existencia: Teruel. Nos acompañan dos músicos aragoneses: Los gandules.
TERUEL TERUEL
Los GANDULES interpretan junto a LOS TOREROS MUERTOS SOY MI NUERO
MI AGUITA AMARILLA
Hablando de mares y de líquidos. ¿Habéis probado cómo está el agua del Atlantico? No del hotel Atlantico, la del océano Atlantico. Está para ponerla en un plato sopero. La gente se mete en ese agua y le pasa como a los ancianos de la película Cocoon, se revitaliza. Eso sí algunas veces se te ponen los cataplines detrás de las orejas de lo fría que está la condená ¿es eso un problema? no, si no te gusta hacer nudismo, te pones un gordito con orejeras y arreglao.
Cuanto más fría esté el agua más calor sientes al salir. Eso es así. No lo digo yo, lo dice la termodinámica y toda la gente que se baña para animar al de al lado.
Como dijo Quique El largo en Atún y chocolate, ¡se va a bañar un guardia! Aprovecho para darle mucho ánimo a él y a toda su familia, que yo siento como mía, porque hace tres días han perdido a la mujer que les dio la vida. Creo que todos le queremos mucho y le enviamos a él y a toda su familia todo nuestro cariño. Te queremos Quique.
Yo soy partidario del segundo puente por una cosa muy simple. Porque nos coge mejor para disfrutar de todo un premio nacional de literatura, el roteño Felipe Benitez Reyes. Su poesía es el cuaderno de bitácora de un viaje a la quimera.
Escuchen:
SUENA EL VALLS DE LAS BALSEROS
MARTES DE CARNAVAL
Corre embozada por los callejones,
y cansada, la música. Cristales rotos
por la calle y la sombra
de una niña bebida, cantando y dando tumbos.
Besa el pirata al hada.
Alguien silba
por el muelle un cuplé melancólico;
las locas se abanican los falsos escotados.
¿Qué afán persiguen todos,
qué promesa?
Confundidos,
bailan bajo guirnaldas
como dioses de un día, como altivas sirenas
perdidas en el mar
de fondo de la noche.
Un niño soñoliento
vende gorros y globos. Con las medias caídas,
vuelve Lili Marlen a casa, del brazo de un torero.
Suenan canciones últimas con el sabor amargo
de la última copa.
Cada cual
tuvo un afán secreto y misterioso,
pero en sí mismos mueren los deseos:
vuelo de serpentina,
cometa fugaz de olvido.
Despunta el sol tras las soberbias torres.
Suenan campanas graves, y en el suelo
botellas destrozadas, y un mendigo que busca
monedas entre el lodo de la fiesta.
Felipe Benitez Reyes.
Le debo haber conocido a Felipe Benitez Reyes al librero y amigo Juan Manuel, de la librería Manuel de Falla, en la plaza Mina, uno demás sitios favoritos de Cádiz. Le debo lo de Felipe y lo de leer a Fernando Quiñones. Cuando te preguntes qué puedes hacer por el mundo lee La canción del pirata, del gaditano Quiñones. Eso te hará mejor persona y el mundo será mejor. Gracias Juan Manuel.
Voy a seguir citando poetas, Juan Maria Pemán, Rafael Alberti, me encanta citar poetas, aunque me den plantón y luego no vengan.
Mira, uno que no era de aquí pero vino hasta aquí, Lord Byron. Era guapo, rico y al conocer Cádiz exclamó:
“No me habléis del frío del Norte
no me habléis de inglesas damas
no habéis visto, no habéis visto
a la gentil gaditana”.
MANOLITO.
El romanticismo es a la poesía lo que el liberalismo es a la política. Por liberalismo me refiero al que alumbró la Constitución de 1812 no al libertinaje con el que se mueven los neo-tiburones que además de robar las libertades quieren robar la palabra libertad al pueblo. Robar la libertad, o privatizarla que es como se roba ahora.
Románticos y liberales hay a puñados en Cádiz y hasta una plaza dedicada a Gustavo Adolfo Becquer, al que le tenemos mucho cariño. Y no sólo porque saliera en los billetes de cien pesetas. Por cierto Manuel de Falla y Celestino Mutis, también gaditanos, han salido en billetes. Qué cosas…, y Cadiz tieso.
En los salesianos estudié aquella hermosa rima siete de Bequer que dice:
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo,
veíase el arpa
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas…
Nosotros no hemos querido pasar la ocasión de rendir un homenaje al romanticismo y hemos realizado nuestra primera canción neo romántica.
BICICLETA ESTÁTICA
Recorría estas calles un vagabundo de largas barbas y largo pelo, cubierto con mil andrajos de un color indefinible. Todos los niños lo conocían y le gritában Marchena Pigüito. Marchena Pigüito era un ser mítico, un desfile de una sola persona, la cabalgata de los reyes olvidados, la procesión de los que purgan en la tierra, Marchena Pigüito. Estas palabras son mi homenaje a todos los locos y a todos los desheredados del mundo
Mi película Atún y chocolate era también un homenaje a los desheredados. Yo la titulé Atunes en el paraíso pero la productora le cambió el nombre. No le di importancia pero eso me causó algún dolor de cabeza y mucho dolor en el corazón. Atunes en el paraíso necesitaba una canción y nadie mejor para hacerla que Javier Ruibal, le he pedido que me acompaña esta noche y la cantase pero me ha dicho que ya la ha cantado tres veces en tres pregones diferentes y que no se quiere hacer el jartible. Así que, en fin, con todos ustedes: Marchena Piguito.
12-Sale JAVIER RUIBAL DISFRAZADO DE MARCHENA PIGUITO. El público grita Marchena Piguito y él se cabrea.
ATUNES EN EL PARAISO.
Creo que atún y chocolate es la película más gaditana que se ha hecho hasta ahora. No sé. Igual alguien hace otra con más poca vergüenza que yo o con más amor hacia los supuestos desposeídos, esa gente que solo tienen el amor que se dan y que nos hacen anhelar ser como ellos.
La sencillez, el valor de las cosas que no tienen precio, son escurridizas y al perder ese tesoro, del que Cadiz es guardiana, y ver a los de “contigo pan y cebolla”, nos emocionamos y muchas veces lloramos de envidia cochina. Algunos igual, hay gente insensible, lloran pero por la cebolla.
Hice esa película para contarle a Cádiz que no los había olvidado. Se lo voy a demostrar:
LOS DUROS ANTIGUOS.
¿Han visto como me sé el himno de Cádiz? Gracias Tío del al tiza. Gracias maestro.
Quiero acordarme ahora de todos los inmigrantes. Todos los que tienen que abandonar su tierra para fabricarse un futuro o escapar de la guerra o el hambre. La gente de Cádiz ha recogido en sus playas a muchos que vienen aquí buscando el pan y la libertad que se les niega en sus lugares de origen.
También por desgracia muchos gaditanos tienen que salir de esta ciudad para poder dar de comer a sus hijos. Salir de tu casa es más que una mudanza, es un exilio. Salir de Cádiz es más que un traslado, es una deportación. En mi caso me trasladaron a Huelva. Ejem.
En Huelva no hay un carnaval como el de aquí, menuda carajotada acabo de soltar, un carnaval como el de aquí no lo hay en ningún sitio. Ni siquiera en Río de Janeiro. La gente dice que va por el carnaval, pero en realidad van por las mulatas.
En Isla Cristina hay algo parecido, aprovecho para saludar a mis amigos los Antílopez.
La agrupación musical que encontré allí se llamaba Jarcha. En fin, Jarcha estaba bien, pero chirigota chirigota po no. Como chirigoteros, qué quieres que te diga, iban a pasar tela de hambre.
Tenían una canción que se hizo muy famosa y no precisamente porque la bailase Fraga Iribarne. Y eso que Fraga era afín al movimiento.
Decía algo así como libertad libertad sin ira libertad guárdate tu miedo y tu ira porque hay libertad, sin ira libertad.. No me acuerdo como empezaba...
Irrumpen en el escenario LOS GANDULES.
-LLGG: Nosotros sí, nosotros nos acordamos perfectamente.
-Pablo: no es posible.
-LLGG: Vas a ver.
“POLIESPAM”
Voy a cerrar este pregón pidiéndoles un favor. Si alguna vez se quedan sin trabajo búsquelo debajo de las piedras, pero no se lleven a sus hijos de Cádiz.
Detrás de mí casa había un patio y cuando yo era pequeño se jugaban varios partidos de fútbol simultáneos, haciendo regates entre niñas que saltaban el elástico. Ahora no hay ni un niño. Por favor no saquen a los niños de Cádiz, la herida que les abrirán, sé de lo que hablo, no se cerrará nunca.
Entra en el escenario EL SELU, agarra del cuello a Pablo y le canta un cuplé.
CUPLÉ DEL SELU.
?????
Selu y Pablo están saliendo del escenario y Selu se fija en el atril, (Está cubierto con una tela negra y no se sabe qué es pero parece una polla)
SELU- ¿Esto que es?
PABLO- Un homenaje al carnaval.
SELU Pero está tapado…
PABLO- Sí, es que es un homenaje al carnaval que no quiero que coja frío porque se desluce.
SELU ¿Lo puedo mirar?
PABLO: ¿Para qué? Si eso es una idea que tuve para un atril pero me salió un poco chuchurría y nos iba a quitar protagonismo. No le des importancia, es sólo un atril.
SELU. ¿Un atril? ¿Seguro? Yo es que he escuchado que más que un atril te habías hecho un “pollete". ¿No lo puedo ver?
PABLO: Para qué…, es sólo una cosa que a muchas personas les da mucha alegría.
SELU: Ya, y a otras las pone tiernas.
PABLO A otros nos pone…, meláncolicos.
SELU: Creo que te voy entendiendo.. Es algo que hace así, pum, en plan géiser y sale algo que…
PABLO: Sí, que lo pone todo perdido.
SELU- ¿Y a la gente le gusta?
PABLO- Hay gente pa to.
SELU: ¿Es algo natural?
PABLO: En fin, ya sabes, la vida misma.
SELU: Puedo tirar de la manta?
PABLO- Uy, tirar de la manta... Eso mejor déjaselo a los del nuevo ayuntamiento, ¿no?
SELU: Yo voy a a tirar. Agarra ahí, tú de esa parte… Una, dos y ¡Tres!
Ambos tiran del paño que cubre el atril y se produce una cascada de confeti del tipo COPA DEL MUNDO DE FUTBOL.
CUIDAME EL PATO.
PABLO: ¡Viva Cádiz, viva el carnaval!