TRIBUNALES
Piden cárcel para los concejales que intentaron echar a los policías gaditanos de los hoteles durante el 1-O
Según la Fiscalía, que les acusa de un delito de odio, amenazaron al gerente con cerrar el establecimiento si no expulsaba a los agentes
El día 2 de octubre cuando Cataluña hervía en pleno conflicto del referéndum independentista, policías nacionales desplazados desde Cádiz se encontraban desplegados por toda la comunidad como parte del operativo de los miles de agentes que frenaron el desafío secesionista. A una parte de ellos, miembros de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Comisaría de El Puerto, los intentaron expulsar del hotel de Pineda de Mar donde se alojaban. Ahora, tres años después y tras realizar una investigación sobre lo que ocurrió, dos concejales del PSC y el jefe de Policía Local de la localidad tendrán que dar explicaciones por ello ante un tribunal.
La Fiscalía les acusa de haber coaccionado a los responsables del hotel para que echara a los policías a pesar de que tenían reserva para varios días más. El Ministerio Público solicita para ellos una pena de tres años de prisión. Los acusados son el teniente de alcalde de Pineda de Mar, Jordi Masnou, la exteniente de alcalde Carmen Aragonés y el jefe de la Policía Local, Carles Santacreu.
Según el escrito del fiscal (experto en delitos de odio), un grupo encabezado por la exteniente de alcalde, «como máxima autoridad municipal», apoyada en el resto de acusados, conminó al responsable del hotel a que expulsara a los policías de los dos establecimientos de la cadena donde se habían alojado. Sin embargo éste se negó al entender que no podían hacer algo así ya que tenían activa la reserva y no había ningún motivo para que se tuvieran que ir.
Sin embargo, los concejales insistieron. Y fue entonces, cuando, según la acusación, empezaron a amenazarles en tono «desafiante y conminatorio». Según les dijeron, tenían que echarlos, «sí, o sí». Tal y como indica el escrito, un Masnou «enfurecido» les gritó que «él era el que mandaba allí, que si él decía blanco era blanco» y que les cerraría el hotel «cinco años».
Fue después, cuando ante esta tensa situación el gerente envió una carta al director de la cadena informándole de lo ocurrido y asegurándole que se veían «obligados, bajo amenaza de cerrarnos los hoteles durante cinco años, a desalojar el contingente de policías nacionales». Esta misiva desató una gran polémica política, con la intervención incluso del ministro Juan Ignacio Zoido, y finalmente se dio un paso atrás.
Encerrados y con mucha tensión
Estos hechos se sucedieron durante la celebración del 1 de octubre y las cargas policiales que se fueron produciendo aquellos días ante las protestas y altercados con manifestantes radicales independentistas.
En Pineda de Mar la plaza del hotel comenzó a llenarse de gente a última hora de la tarde. Y poco a poco fueron encendiendo sus ánimos contra los agentes. Mientras, en el establecimiento los policías de El Puerto, 18 efectivos de la UPR, descansaban para iniciar un nuevo operativo que finalmente no pudieron realizar. Tuvieron que quedarse encerrados 48 horas, sin poder cumplir con ninguno de los servicios para los que habían viajado más de mil kilómetros. Recibieron esa orden debido a la tensión que había fuera. Lo mismo le ocurrió a los agentes que habían llegado desde Gijón, Marbella, Madrid y Toledo. En total, más de 200 policías que tuvieron que soportar recluídos durante todas esas horas «las provocaciones e insultos» que les lanzaban.
Finalmente, cuando abandonaron el hotel, por contra, un buen número de personas se concentró para despedirles entre vítores y aplausos.
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