INDUSTRIA
Los petroleros, a toda máquina, obligan a buscar ya nueva carga
El primer barco, el 'Monte Udala', ya está a flote en la dársena del astillero de Puerto Real y será entregado en enero de 2018
La obra de los cuatro petroleros que se construyen en el astillero de Puerto Real ha tomado una velocidad de crucero tras la puesta a flote este fin de semana de la primera unidad, el 'Monte Udala'. El barco ya se encuentra atracado en la dársena de la factoría para su remate final y la posterior entrega al armador, prevista para el próximo enero. De esta forma, Navantia cumple con los plazos acordados en el contrato firmado en julio de 2015 con el grupo vasco Ibaizábal, en el cual se deja constancia de que la totalidad de la obra debería estar concluida para el primer trimestre de 2019.
La dirección de Navantia se ha encargado este lunes de abrir las puertas de la factoría puertorrealeña para mostrar, a través de los medios de comunicación, la fase de flotadura de este primer petrolero . A partir de ahora, la cadena de producción de los tres barcos que restan es continúa, es decir, el segundo barco, el 'Monte Ulía' se encuentra despiezado por los patios del astillero y en la mañana del lunes se procedió a la puesta de quilla en el dique. Nos encontramos, por tanto, en el punto más alto de carga de trabajo en la citada planta con más de 2.700 trabajadores a tres turnos .
La situación mete presión a Navantia, ya que antes del verano de 2018 debe tener firmado algún contrato de construcción naval para garantizar con ello la carga má sallá del horizonte de 2019.
Trabajos en el puente de mando del petrolero- FRANCIS JIMÉNEZ La obra de los petroleros arrancó oficialmente en abril de 2016 con el corte de chapa de los primeros bloques. El acuerdo firmado entre Navantia y el grupo vasco Ibaizábal recogía la construcción de cuatro unidades, con opción a dos más. La distribución de trabajo que hizo Navantia para cumplir con los plazos marcados situó a la planta de Puerto Real como epicentro de la obra, pero también delegaba en la de Ferrol la construcción de algunos bloques.
La polémica llegó en noviembre del año pasado cuando la dirección Industrial de la compañía decidió desviar más carga de trabajo a los astilleros gallegos delegando en el de Ferrol la construcción de la sección de máquinas del segundo petrolero, el 'Monte Ulía'. Se trataba de una medida empresarial para agilizar aún más la producción, sin embargo, desencadenó una agria polémica en Cádiz, ya que la plantilla gaditana se consideró ninguneada. L obra de los petroleros acumuló a finales del pasado año más de cuatro meses de retraso y la dirección de Navantia tuvo que reaccionar repartiendo más carga de trabajo entre sus centros. Los trabajadores de Navantia-Puerto Real exigieron a la empresa que explicara los motivos de la demora, ya que, aseguraban, que ellos no tenían culpa de ese retraso.
Barcos para Cepsa y Total
Efectivamente, las dificultades para subcontratar las secciones de los barcos a la industria auxiliar fue lo que, en cierto, modo, retrasó la puesta en marcha de la obra. Los empresarios reconocían que los precios tan bajos que había marcado Navantia para subcontratar algunas secciones de la obra no eran rentables. No obstante, estos precios venían fijados por el astillero coreano de Daewoo, socio estratégico de Navantia en esta obra. Finalmente, el entuerto se resolvió a finales de diciembre. Navantia garantizó la construcción total del tercer y cuarto petrolero en el astillero de Puerto Real, ya que por esas fechas, 2018 y 2019, la factoría de Ferrol contaría con el inicio de la obra de dos nuevos barcos para la Armada australiana. De hecho, el arranque de la obra de estas dos embarcaciones para la Marina de Australia ya ha comenzado en Galicia.
Los dos primeros petroleros que saldrán de Puerto Real se incorporarán a la flota de Cepsa bajo la modalidad de 'time charter'. La construcción de los barcos se enmarca dentro del acuerdo que Cepsa ha firmado con Ibaizábal para renovar su flota, incorporando las optimizaciones más avanzadas, tanto en eficiencia energética como de transporte de carga y seguridad.
El segundo barco que abandonará del dique de Puerto Real, el 'Monte Ulía', lo hará en febrero de 2018, mientras que el tercero, el 'Monte Urquiola', se entregará en agosto de 2018. El cuarto, el 'Monte Urbasa', se entregará a primeros de 2019 si se cumple, finalmente, con el calendario de obras. Los petroleros que se construyen en Puerto real tienen un peso muerto de 156.000 toneladas, una eslora de 274 metros y una manga de 48 metros. El acero que se empleará en su construcción supera las 20.000 toneladas.