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Pepe de Lucía: «Mi mayor ilusión es morir encima de un escenario»
El artista gaditano recibe este domingo la tercera medalla de Andalucía de la saga de Los Lucía
Pepe de Lucía es artista... Charlar un rato con él da la opción de viajar en estos tiempos de pandemia cuando uno no puede hacerlo. Es grabar un disco con Alejandro Sanz , sentarse con Camarón , actuar junto a James Brown , escuchar a la Niña de los Peines en el siglo de oro del Flamenco... Es una auténtica delicia disfrutar de ese círculo vital que ha cerrado con su nuevo trabajo « Un nuevo universo » (Universal).
Este gaditano, nacido en Algeciras, y que hace gala de haber recorrido mundo recibe este domingo la medalla de oro de las Artes que entrega este 28 de febrero la Junta de Andalucia . La entrevista se hacía coincidiendo con el aniversario de la muerte de su hermano Paco , al que le dedicaba un vídeo en instagram mientras interpretaba «Gitana mía» acompañado por el genio de la guitarra. Un emotivo homenaje que ya había arrancado con su nuevo trabajo discográfico.
Con una «emoción increíble», este artista algecireño esperaba el galardón porque « son tres medallas las que ya tiene la saga de Los Lucía , con la de mi hermano y mi hija Malú». Se mostraba alegre por tener esa medalla de andaluz universa l. Echando la vista atrás la charla traía como recuerdos de estos días la figura de sus padres : «He recordado todo lo que han hecho por nosotros, porque si no es por ellos, por la constancia de mi padre y la supervivencia de toda la familia, no hubiéramos llegado a ser artistas, sino que habríamos sido cualquier otra cosa».
Esos años de sus inicios están marcados porque desde muy «niños ya íbamos por los pueblecitos cantando , en las emisoras. Con diez y doce años hicimos nuestra primera grabación en Hispavox con «Los chiquitos de Algeciras. Pepito y Paquito Sánchez»». Y a partir de ahí no pararon y ahora la historia converge .
Pepe cuenta cómo con el disco nuevo «Un nuevo universo» se ha generado un círculo en el que ha unido desde los ocho años hasta su edad actual . «Es un h omenaje a mi vida artística y a mi hermano Paco ». Y aunque se cierre ese círculo tiene bien claro que «la mayor ilusión de mi vida es morir encima de un escenario » porque la «vida y la muerte van de la mano, son familia». Una añoranza que comparte con muchos artistas y que no está seguro de poder conseguir. Cuando se le pregunta por el arte de Cádiz echa mano de una frase que aunque en un primer momento hay quien la considera ordinaria, el escritor Antonio Burgos -que el año pasado recibía la distinción de Hijo Predilecto de Andalucía - afirma que está entroncada en la cultura romana del Gades de la Bética . Una frase redonda de circulación universal: « En Cádiz hay que mamar ».
Repasando ese círculo Pepe de Lucía insiste en que ha vivido « tres vidas ». Cuando «yo era muy pequeño acababa el siglo de oro del flamenco». Conoció a Pastora Pavón , La niña de los Peines, en el Circo Price de Madrid. «Me hizo una ilusión enorme porque yo estaba enamorado platónicamente hasta los huesos de su cante. Llevo el flamenco en la sangre desde niño por mi padre»..
Estas tres etapas de su vida comenzaron con el artista niño, «cuando fue Premio Nacional en Jerez , y después viajó a Estados Unidos con 16 años» donde permaneció durante un año, y estuvo acompañado por Paco, con quien actuó en uno de los shows «más importantes de la tierra, The Ed Sullivan Show , en el que trabajé con Peggy Lee ». Durante su estancia en USA, consiguió que su «voz se hiciera y se cuajara».
En su historial de adulto ha trabajado con Antonio el Bailarín , durante once años, con Chano Lobato de cantaor, con Antonio Gades , ha sido premio Berklee, ha conseguido dos Grammys, hizo la Feria Mundial del Flamenco como director, llevando los programadores de todo el mundo...
Se describe a sí mismo como intérprete, ejecutante y luchador porque gente nueva salga adelante en el mundo del flamenco . «He sacado muchos artistas de la talla de Camarón, de Potito, Tomasa La Macanita, El Torta, el Capullo de Jerez ...».
La última etapa de su vida es la que vive en estos momentos, en la que «me encontraba un poco aletargado, hasta que Alejandro Sanz me motivó para que me fuera a grabar a América », donde hizo el disco nuevo, que remató en España.
Está satisfecho con su trabajo, «a la gente le está entrando poquito a poco porque he cambiado la tesitura de la voz por la edad... Cambia el físico, la cara y cambia la voz y me tuve que adaptar... El disco se balancea muy bien» con Vicente Amigo, con Moraíto Chico , su hermano Paco le toca un bolero que fue el último tema que tocó en su vida, una jazz band con Alain Pérez y Jorge Pard o... «Es muy interesante».
De esas tres vidas se queda con la primera: «Con la vida de mi padre y mi madre a mi lado, cuando era más chiquitito».
Habla con mucha paz, de manera pausada, sin prisas, recreándose en sus recuerdos, en unas vivencias que lo han llevado hasta el día de hoy, donde todos estamos en manos de la pandemia . Daba las gracias a Dios por los equipos sanitarios que tenemos, a ellos les debemos todo en esta lucha contra el virus. Unos momentos en los que hay un «paro cultural muy grande. Pero es un momento de lanzar un olé por los enfermeros, los médicos, los ats, el personal de enfermería, que han dejado su vida en esta encrucijada tan horrible. La gente no entiende que vienen cepas grandes, la británica y a africana y debe entender que el virus somos nosotros y que lo tenemos que saber llevar y entender. Las vacaciones y las tapitas hay que llevarlas con mucha concordia y serenidad. El virus sigue en el aire y está con más virulencia ».
Lleva una agenda apretada, que le hace tener la cabeza en continua ebullición y que le está permitiendo disfrutar de una distinción que cierra el trío de ases de la familia de Los Lucía.
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