SUCESOS

El peligroso traslado del preso Heredia que al final no sirvió de nada

Uno de los reclusos más peligrosos de España y que atacó a varios funcionarios en Puerto III rechazó a la abogada que le iba a asistir

M. Almagro

Santiago Heredia es uno de esos presos peligrosos que habitan en las cárceles españolas. La primera vez que ingresó en un centro penitenciario tenía unos veinte años. Ahora tiene 35, y es conocido por todo lugar por donde pasa como un «interno muy conflictivo con una especial inquina por los funcionarios».

Recientemente volvía a Puerto III . Lo hacía para declarar en un juzgado de Cádiz por haber atacado a uno de estos trabajadores, acusado de un delito de lesiones y atentado. En su traslado ya dio problemas, recordando por qué lo habían tenido que llevar a otra prisión.

Como ya relató este periódico, tras llegar al centro penitenciario en el furgón se negó a ponerse las esposas para ir a la celda por lo que los guardias civiles que lo custodiaban se las pusieron de forma forzosa. Ya en el interior de la prisión parecía más tranquilo pero en el cuarto donde se les hace el cacheo para el ingreso y al quitarle los grilletes, se abalanzó contra los funcionarios que estaban en ese momento junto a él propinándoles patadas, codazos y puñetazos causándoles diversas contusiones a cuatro de ellos. Entonces, lo tuvieron que reducir con el equipo que tenían y sujetarlo ‘mecánicamente’, sin que el recluso dejara de proferirles insultos y amenazas. «¡Os voy a reventar la cabeza, os voy a matar!», gritaba.

Ocurría a principios de octubre y era la tercera vez que Heredia se encaraba con los trabajadores que lo custodian. En 2019 tras un vis a vis le lanzó a la cara un paquete de tabaco a uno de los funcionarios. «¿Qué pasa contigo, que carajo te pasa conmigo?», le dijo. Para después lanzarse contra ellos dándoles puñetazos y patadas a todos los que allí se encontraban. Los funcionarios heridos tuvieron que ser atendidos en la enfermería por «numerosas contusiones y traumatismos»

En la segunda agresión cuando lo trasladaban a la prisión de Albocácer donde está ahora por todo lo ocurrido, golpeó a otro funcionario de manera brutal en la cara partiéndole la nariz. Le había dicho que no podía llevarse todas las pertenencias en la conducción y que le harían llegar las que le quedaban.

Pues bien, esta última ocasión, su traslado a Puerto III, donde volvió a dejar su seña, fue muy criticado por los sindicatos al no entender que se le deje para un juicio en una cárcel donde ya ha tenido tantos problemas. «Podría haber declarado por videoconferencia o llevado desde otro centro cercano», lamentaron.

Y finalmente ese polémico traslado fue bastante poco útil ya que una vez en el juicio y entre fuertes medidas de seguridad, Santiago Heredia rechazó a la abogada que le iba a asistir, pidiendo un cambio de letrado en el último momento, por lo que ni siquiera el juicio se llegó a celebrar. De momento, según apuntan fuentes del TSJA, la vista no se ha vuelto a señalar pero, si no hay cambios, Heredia podría volver a pasar de nuevo por Puerto III.

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