TRIBUNALES
El parricida de Sanlúcar confiesa que mató a su padre a puñaladas
Antonio Núñez reconoce ante el jurado que acabó con la vida de su progenitor, tal y como mantenía la acusación
Tras aceptar los hechos, el joven se podría enfrentar a una pena de quince años de condena por homicidio en vez de a 22 por asesinato
Antonio Núñez, el joven acusado de haber matado a su padre en Sanlúcar en 2017 ha confesado este lunes su culpa. El procesado ha admitido los hechos que mantenían la Fiscalía y la acusación particular y, al reconocerlo, se podría enfrentar a una pena menor por homicidio (quince años), en vez de los 22 años que contempla el delito de asesinato con agravante de alevosía y parentesco. Por tanto el joven que está en prisión preventiva desde que se produjo el crimen, seguirá en la cárcel.
El juicio con jurado se iba a celebrar durante toda esta semana en la Audiencia Provincial de Cádiz donde el acusado llegaba esta mañana custodiado por Policía Nacional pero, finalmente, este mismo lunes ya ha quedado visto para sentencia después de la autoconfesión del procesado, algunas de las testificales practicadas y el veredicto del jurado popular que, tras el reconocimiento expreso y sin dudas del encartado, lo han considerado culpable por unanimidad.
El parricida, que ahora cuenta con 20 años, ha reconocido el relato del fiscal que solicitaba para él antes de su confesión 22 años de prisión.
Como se recordará los hechos ocurrieron el 13 de noviembre de 2017 en la casa donde el procesado vivía junto a sus padres y dos hermanos más ubicada en la calle Cruz del Monaguillo del municipio sanluqueño. En el escrito de calificación fiscal se reproduce que en torno a las seis de la tarde, el supuesto parricida, acuciado por las deudas que tenía, inició una fuerte discusión con su padre. En ese momento estaban solos en el domicilio. En el transcurso de la pelea, el hijo se dirigió a la cocina de la casa y tras ponerse unos guantes de látex para no dejar huellas cogió un cuchillo de 13,5 centímetros de hoja con el que se dirigió hacia su progenitor «con la intención de acabar con su vida».
Según Fiscalía, el procesado asestó a la víctima ocho puñaladas. La víctima falleció de un shock hipovolémico como consecuencia de las heridas sufridas. Tras el ataque –continúa su relato el Ministerio Público– el joven se cambió de ropa metiendo la que había manchado de sangre junto con las zapatillas, los guantes y el cuchillo en una bolsa de plástico de color gris que posteriormente arrojó a un contenedor cuando se dirigía de camino a la comisaría a denunciar los hechos.
Destaca la Fiscalía el hecho de que el acusado, pese a su edad, 18 años, mantenía un «elevado nivel de gastos a los que no podía hacer frente y a que no realizaba actividad laboral alguna, lo que le generó una cuantiosa deuda». Por ello, y ante la necesidad imperiosa de obtener dinero, el acusado llegó incluso a contarle a una amiga y compañera de instituto su intención de acabar con la vida de su padre para poder así cobrar la herencia.
Una de las tesis que manejaron entonces los investigadores es que un aviso del banco pudo desatar la pelea que acabó de forma fatal. Desde la sucursal advirtieron al padre que tenía a su nombre una deuda acumulada de unos 90.000 euros por haber solicitado multitud de créditos ‘fáciles’ en los últimos meses y además, haber ido sumando intereses. Al parecer el hijo pudo hacerse pasar por él.
«Yo reconozco todo»
La vista ha comenzado con la declaración del acusado que se ha limitado a asumir su culpa y reconocer los hechos relatados por la Fiscalía. «Yo reconozco todo», ha afirmado de forma concreta. Tras él se ha tomado testimonio al forense que analizó el cadáver de la víctima y también a tres policías que intervinieron en este caso.
El perito ha ratificado su informe y ha confirmado que la causa del fallecimiento fue un shock hipovolémico como consecuencia de las «múltiples» heridas sufridas: ocho en total. Tres en el cuello, una superficial en el cráneo y otras en torso. Además de algunas defensivas en las manos. Según ha respondido estas lesiones fueron causadas por un arma cortante de un solo filo, compatible con el cuchillo de cocina que se encontró tras el crimen.
Por su parte los policías han ratificado también lo que ya declararon en sus atestados. Uno de los agentes que hizo la inspección ocular ha relatado que al llegar a la vivienda se encontró a un señor fallecido boca abajo «encima de un gran charco de sangre» , además de pisadas de sangre por la casa. Otro policía que intervino en la búsqueda y el hallazgo de la ropa y el arma que el supuesto autor había utilizado, explicó que encontraron estos efectos (guantes de látex, chandal, zapatos y cuchillo) dentro de una bolsa gris que era la misma que le habían visto tirar a un contenedor al acusado en unas imágenes obtenidas de una cámara de videovigilancia.
Tras escuchar todos estos testimonios las partes elevaban a definitiva sus conclusiones. La Fiscalía solicita así que Antonio Núñez sea condenado por un delito de homicidio doloso con agravante de parentesco. Además la acusación particular que se adhería al Ministerio Público, ha solicitado que el joven sea castigado al destierro , es decir, que se le prohíba residir o visitar Sanlúcar, por el período de diez años una vez salga de la cárcel. Y también que no pueda disfrutar de permisos penitenciarios hasta que no cumpla al menos la mitad de la condena impuesta. La acusación particular, que representa a los hermanos del fallecido, renunciaba a la indemnización por responsabilidad civil.
«Desgraciadamente no se puede volver atrás», aseguraba la defensa del acusado. «Ha reconocido lo que hizo por su firme voluntad de no causar más daño ni dolor a su madre y hermanos del que ya ha podido causarles», afirmaba al finalizar la vista Juan Carlos Gómez Villegas, abogado del encartado.
Tras el veredicto unánime del jurado, ahora será el magistrado de la Sección Tercera quien dicte el fallo definitivo en su sentencia.