Verano
Un paraíso en medio de la sierra donde disfrutar del silencio y de la práctica de la cerámica
Dos mujeres inglesas rehabilitaron una finca rural en Olvera y montaron su estudio para realizar talleres artesanales y una pequeña galería con sus producciones
El verano no es únicamente sol y playa. Es tiempo libre, momentos de relax y de aprovechar los parajes naturales que ofrece la provincia de Cádiz. Lo bueno de este territorio es que en muy cortas distancias uno puede pasar de la costa a la sierra sin haberle dado tiempo a coger una rebeca por el camino. Cerca de Olvera está Artesanía del Prado, un lugar de ensueño donde se saca el máximo partido al entorno campestre. Dos mujeres de Reino Unido decidieron en 2003 trasladarse a Andalucía y poner en marcha su proyecto empresarial y artístico con una preciosa casa de campo y sus talleres de cerámica .
Se trata de Jenny Stock y Elisabeth Aylmer, que a pesar de llevar todos estos años conviviendo con gaditanos y con personas de todo el mundo no han perdido su acento británico a la hora de hablar español. Los tiempos post covid son malos para todos pero ellas siguen apostando y fuerte por sacar adelante el que era uno de sus sueños de vida. Aunque ya impartían talleres en Inglaterra, decidieron montar su sueño al sur de España y propiciar que los aprendices en esta modalidad de artesanía acudan hasta ese pequeño entorno de la serranía gaditana . Entre las dos llevan casi 80 años formando a multitud de personas que vienen de todos los puntos del planeta. Cuenta Jenny Stock a La Voz de Cádiz que «hemos tenido alumnos de Nueva York, Australia, de muchos países de Europa …, pero también ofrecemos talleres para niños y para grupos de familias » por lo que su formación es variada y se acopla a las circunstancias.
Estas instructoras adaptan la formación a las necesidades del alumno, ofreciendo desde las técnicas más elementales a las más avanzadas. Como especialidad, subraya Jenny Stock tienen « enseñar y mejorar las habilidades del torno », que es más difícil de lo que puede parecer en un primer momento. Además, está la opción de incluir varios métodos de construcción manual, así como de otros muchos aspectos del trabajo con arcilla y de distintas técnicas de decoración .
Elisabeth pasó muchos años de formación viviendo en Zimbabwe y eso ha hecho que muchas de las piezas que producen tengan influencia africana, como es el caso de la vajilla Rukweza -una palabra local shona que significa grano y que se refleja en el diseño de surcos que muestra la cerámica-.
El curso de una semana incluye cinco días de clases matinales y un tiempo adicional por las tardes en el que poder hacer libre uso del taller con nuestra supervisión general y asesoramiento. La jornada es de 10 a 14 horas, momento en el que pasa al almuerzo. Aquellos que prefieran sumergirse en arcilla los cinco días completos, o bien tomar algún tiempo libre para explorar un poco la zona, pueden elegir sin problemas esta otra opción. También se pueden organizar cursos de un día de diversión en los estudios para grupos o familias, de los que llevarse recuerdos para toda la vida.
Cuando llegaron a España, en concreto a Olvera, decidieron reformar una antigua finca que se ha convertido en «su pequeño paraíso» que llevan adelante entre las dos, puesto que están muy ligadas a la agricultura y funcionan en base a la temporada del año: cultivo, recolección o los cuidados de la siembra y de los propios olivos que tienen en la zona. «Nos encanta este sitio pero no sabíamos lo difícil que iba ser salir adelante, porque aunque en Inglaterra teníamos un negocio muy bueno, llegamos aquí buscando una vida más tranquila ».
Entre sus elaboraciones, además de la cerámica, trabajan con el vidrio fundido , y «nos pareció que hacía un fantástico contraste con el pausado ritmo de producción de la cerámica. Disfrutamos usando gran variedad de colores, que ofrecen resultados vibrantes en una escala de tiempo mucho más corta». Cuentan con paneles de vidrio, lámparas, y piezas , así como joyas compuestas por colgantes y pendientes.
Como guinda al pastel, estas dos mujeres alquilan una casa rural que ha sido restaurada siguiendo altos estándares de calidad y que cuenta con un jardín con numerosos árboles frutales y flore s . En sus alrededores se puede disfrutar de una gran cantidad de aves como abubillas, águilas y ruiseñores. Todo un edén.
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