FORMADORA EN IGUALDAD DE GÉNERO

Paloma Tosar: «La violencia machista también se debe trabajar con hombres»

El Puerto pone en marcha distintos talleres para combatir los casos de agresiones contra las mujeres en el hogar

En estos días en los que no dejan de ser noticias casos de muertes a causa de violencia machista, El Puerto acoge unos talleres para mujeres centrados en la autodefensa. Paloma Tosar estará al frente de los distintos talleres que ha puesto en marcha el Ayuntamiento portuense hasta el mes de enero. A éste, le seguirán otros enfocados a la igualdad de oportunidades para personas con discapacidad intelectual, a la población inmigrante y de trabajo con la autoestima. Las interesadas aún pueden participar.

-¿Qué aprenden realmente las mujeres en el taller de autodefensa?

-La autodefensa que impartimos en estos talleres no es el concepto de defensa personal que se pueda concebir en un gimnasio, porque están enfocados fundamentalmente a defendernos y a prevenir la violencia machista y agresiones sexistas. Por tanto, es una autodefensa muy particular porque lleva un componente psicológico, porque se hace un trabajo de sensibilización en género y después un componente físico en el que se aprenden claves y herramientas para poder defendernos de un ataque.

-En estos casos, ¿la prevención es lo más importante?

-Desde mi punto de vista es lo más importante porque aunque también sea muy necesario el trabajo de intervención, si se trabaja previamente con la prevención llegará un momento en que se erradique, de hecho es el objetivo de las que estamos trabajando en esto.

-¿De qué forma las asesoran?

-Una forma de prevenir es tomar conciencia y hacer un análisis en profundidad de qué es la violencia de género desde la forma más micro, que se denomina ‘micromachismo’, hasta la más fuerte que sería la violencia física, en definitiva tomar conciencia de todo ese abanico de formas de violencia porque hay formas que son muy difíciles de determinar y detectar en una misma. Se trata de abrir los ojos, como decimos en el sector, es como ponerse unas gafas de género para que puedan ir analizando la realidad desde otros parámetros y puntos de vista.

-¿Qué perfil de mujer está acudiendo a sus talleres?

-Tenemos dos perfiles. Uno que viene del propio Centro de la Mujer, éstas ya están siendo atendidas y las han derivado hasta este tipo de cursos. Y también existe un perfil más amplio, heterogéneo de mujeres que se han animado por el interés de aprender en esta materia; realmente éstas últimas suponen la mayoría, tenemos una minoría de mujeres víctimas de violencia porque proceden del centro y porque así lo han denunciado, pero el resto de asistentes no nos consta que lo padezcan.

-¿Piensa que hay mucho desconocimiento y secretismo en torno a ello?

–Más que secretismo, se da el caso de que hay muchas mujeres jóvenes y mayores que tienen una relación de pareja profundamente posesiva y no lo relacionan con un principio de violencia de género y, a lo mejor, una vez iniciado el curso, empiezan a tomar conciencia de que están viviendo una relación de violencia pero acuden sin saberlo.

-¿Qué importancia tiene el desarrollo de iniciativas como ésta?

-Con respecto al curso de autodefensa, en los más de quince años que llevo trabajando formación con mujeres, creo que es el curso más eficaz en menos tiempo. Me he encontrado con un grupo considerable de mujeres con un alto nivel de miedo, de bloqueo y con una mitificación del agresor y en las horas que dura un taller se acaba con eso, es impresionante cómo con el poco tiempo que se le dedica se obtiene un resultado tan positivo, por lo que es una labor muy gratificante.

-¿Suponen realmente una forma de prevención?

–Los casos de violencia machista se pueden evitar si también trabajamos con los hombres porque no es un problema que sólo recae en las mujeres, sino en ambos. El trabajo con los adolescentes es importantísimo porque es donde empiezan con las primeras relaciones de pareja.

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