MI RINCÓN FAVORITO

El orgulloso sevillano de sus vivencias en El Puerto de Santa María

Ramón Ybarra Valdenebro, empresario enamorado del veraneo portuense acaba de celebrar los 50 años de reuniones familiares en Cádiz. Es el fundador de la empresa de tour City Sightseeing

GORETI DOMECQ

Sevillano, muy sevillista, aunque le gusta que el Betis gane, por el bien de la ciudad, pero siempre por detrás de su equipo, familiar, disfrutón y un gran enamorado de los veranos en El Puerto de Santa María donde acaba de celebrar que lleva 50 años yendo, y está encantado de compartir sus vivencias. Conocemos al polifacético Ramón Ybarra.

Ramón nació en Sevilla donde reside habitualmente, ya que, desde allí, lleva toda una vida dedicada al trabajo, más concretamente a la industria química, por un lado, y por otro se dedica junto a su hermano Enrique a un negocio que define como bonito y agradecido, porque es algo que fundaron en su familia desde cero y está en el sector turístico, tan importante para nuestro país. Esta compañía es City Sightseeing, creada en 1999 en su ciudad natal. En sus comienzos, en el año 2000, contaba con solo cuatro tours y era una empresa conjunta entre Ensign Bus, radicada en el Reino Unido, y City Sightseeing en España. En la actualidad, City Sightseeing es un atractivo reconocido en más de 110 ubicaciones alrededor del mundo, dentro de 33 países y que abarca seis de los siete continentes. Nos referimos a los famosos buses de techo descubierto y color rojo brillante, llenos de diversión, y que tanto gustan a los turistas. En esta empresa tienen puesta una ilusión especial, porque es de origen nacional, con raíces sevillanas, pero de expansión internacional. «Además nos alegra mucho que a través de esta compañía hayamos podido dar empleo a tantos paisanos nuestros, eso es algo que te enorgullece». Parte del éxito, viene del diseño, que lo hizo un surfero. Su propuesta fueron 3 opciones, y la actual imagen corporativa, fue elegida por más de 90 personas sobre 100. La otra culpa la tiene la buena presentación del servicio y de sus empleados, que van perfectamente uniformados y educados. Aunque no fue hasta 1999 cuando empezaron a rodar con autobuses descapotados, la idea venia de antes, en 1992, durante la Expo, su hermano Enrique, trajo un par de tranvías. Se llamaban El Barbero de Sevilla y Carmen.

Ramón, es una persona muy activa y con muchas aficiones. Le gusta hacer deporte, antes solía jugar al pádel y al tenis, ahora se enfoca más al golf y especialmente en sus veranos, a dar paseos en bici. «He descubierto rutas muy entretenidas que puedo hacer en El Puerto, como ir al parque de los Toruños, que me ha parecido maravilloso». También, le encanta el campo y las actividades que ello conlleva, pero hay una que le emociona especialmente, el toreo: «Yo siempre cuento que he toreado en Jerez, en Cádiz, en El Puerto y en Sevilla, aunque la realidad es que lo hacía cuando era un niño, en los diferentes conventos de estas ciudades, para entretener a las monjitas, que se reían mucho, y yo… pues sentía el triunfo en cada faena». En la foto de su niñez, le podemos ver dando un pase en uno de estos claustros, al mismísimo Manuel Benítez ‘El Cordobés’.

Ramón, está de aniversario y es que ayer estaba celebrando en casa de su madre que hace 50 veranos que llegaron a Vista Hermosa. El lugar perfecto para un verano en familia, y del que él guarda tantos buenos recuerdos y anécdotas. «Nosotros llegamos aquí en el 71, y aunque las cosas vayan cambiando, las vivencias siempre están muy presentes, constantemente te estas acordando de las cosas que hacías. Aunque a pesar del paso del tiempo, hay otras cosas que te parecen que son de ayer». Antes de llegar a este destino, Ramón, sus hermanos y sus padres, solían veranear en Chipiona, después en Cádiz, hasta que su abuelo Enrique Valdenebro decidió comprar varias parcelas en Vista Hermosa, y tener el detalle de regalarle a cada hija casada, una casa en el 71. «Pasamos de Cádiz a esto, que entonces era más campo que urbano, y yo que tendría unos 7 años. Nos abrían las puertas de casa para poder hacer lo que quisiéramos, era como un caballo cuando le abres el box. A pesar de las pocas construcciones que había, si recuerdo que había viales, que para la España de los 70, era todo un lujo. Teníamos dos pistas de tenis y un frontón, íbamos a pescar… estos planes eran divertidísimos”. Con el auge que tuvo esta zona, vino a veranear el presidente Carrero Blanco, durante 2 o 3 años, quien vivió muy cerca de la casa de los padres de Ramón, e incluso coincidían con él en la playa. «A mi hermano Estanislao le sentaba en su sombrilla, le hacía gracia, y nosotros aprovechábamos acercarnos también. Iba solo con par de escoltas con los que terminábamos hablando mucho». Cuando eran más adolescentes, llevaban una vida más alocada, recorrían grandes distancias con los Vespinos o las Puch Minicross. «Íbamos al Casino, a Rota a la discoteca April, a Valdelagrana, y era una barbaridad, con esas motos por los carriles. Después terminábamos, lo que ahora llaman after, en El Bar Juanito, donde nos encontrábamos con los pescadores».

Inquieto, divertido, sociable, admirador de los marinos, Ramón ha hecho del Puerto su sitio de desconexión, donde disfruta de cada momento. Ahora, es el tiempo de sus hijos, y quiere transmitirles todo el disfrute que él ha vivido en este lugar, e incluso compartir con ellos y sus amigos, buenos ratos en El Buzo, algo que le encanta. Sin duda, nos quedamos con mil anécdotas más que contar, porque Ramón necesitaría mínimo un libro para tantos buenos momentos de su vida en la provincia, y que tantas experiencias buenas le ha dado.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación