Estado de Alarma
Oleada de cierres de hoteles y campings en Cádiz por el coronavirus
Más de 80 establecimientos, alguno de ellos con gran capacidad, han cerrado tras decretarse el Estado de Alarma
Aluvión de cierres de hoteles y campings en la provincia de Cádiz en los últimos días. Al menos 80 establecimientos de la provincia de Cádiz han cesado sus servicios tras decretarse el Estado de Alerta por coronavirus en un goteo que se ha intensificado en las últimas horas.
En Cádiz capital, el convento de Santa María y el Hotel Parador fueron los primeros en anunciar que echaban el cierre. Más tarde se unieron a esta medida otros establecimientos que poco a poco se han ido preparando para el cese de servicios.
El fin de semana ya cerraron hoteles como el Hotel Playa La Barrosa, con más de 500 plazas en Chiclana, o campings como el de Las Dunas, con 400 parcelas, según ha podido constatar este medio.
Estos cierres se unen a los hoteles que de por sí ya habían recortado camas o habían decidido cerrar durante la temporada de invierno . La cancelación de las procesiones por la Semana Santa confirmaban los peores augurios para el sector turístico, que espera salvar la recesión con las líneas de financiación abiertas por las administraciones.
La cifra de 80 puede parecer abultada, pero en los próximos días va a ir a más . Los hoteles que quedan abiertos valoran la opción de cerrar esta semana, pero dependen de sus actuales clientes. Es el caso del Hotel Barceló o el Caleta, que pueden anunciar su cierre en breve.
La normativa del Estado de Alarma obliga a los hoteles a mantener a sus huéspedes mientras ya estuvieran alojados durante una semana, según repasan los representantes de los empresarios hoteleros. Es el caso de las familias que han reservado por tener a algún familiar ingresado en el hospital o trabajadores que hacen noche en Cádiz.
La represetación de empresarios de la hostelería en la provincia, HORECA, calcula que apenas quedan unos 20 hoteles abiertos en la provincia de Cádiz . La mayoría están con porcentajes bajos de ocupación y dependen de la marcha de sus clientes, algunos de ellos residentes en países a los que no pueden viajar en estos momentos por las restricciones.
HORECA ha propuesto organizar a los establecimientos para poner en marcha un hotel de guardia que cubra los mínimos para los clientes que aún necesitan hacer noche fuera de casa.
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