Industria
La obra del nuevo BAM en Puerto Real no se prevé hasta el segundo semestre de 2022
La complejidad de su diseño y la alta tecnología que incorpora impiden de momento una licitación inmediata
Cuenta con todas las bendiciones administrativas y económicas, pero Navantia y la Armada siguen ultimando flecos
El nuevo Buque de Acción Marítima (BAM), destinado a dar apoyo a los submarinos de la Armada Española, ya cuenta con todas las bendiciones. El Consejo de Ministros aprobó el pasado 11 de octubre su construcción en el astillero de Puerto Real . Este ... proyecto naval, clave para la industria de la Bahía de Cádiz, ha contado con 54 millones de euros consignados en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021 y goza de 58 millones más en las cuentas previstas para 2022. Sin embargo, no hay fecha en el calendario para el inicio de la obra . LA VOZ ha podido saber que la previsión que se baraja para cortar los primeros bloques de acero en la factoría puertorrealeña es el segundo semestre del año que viene, aunque esta estimación es solo orientativa y puede alargarse, en el peor de los casos, al primer trimestre de 2023.
Se tata de un barco de altas prestaciones tecnológicas y la complejidad de su diseño mantienen aún a Navantia y a la Armada ajustando los últimos flecos para la licitación de la obra, según distintas fuentes consultadas. De hecho, la industria auxiliar de la Bahía, a través de la patronal, ha pedido celeridad para poner la obra en talleres y evitar con ello un posible periodo de inactividad en el astillero de Puerto Real
La obra del séptimo Buque de Acción Marítima (BAM-IS) para la Armada Española fue anunciada en julio de 2020 por el Gobierno de la nación, confirmada en enero de 2021 por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero , durante una visita al astillero de San Fernando, y autorizada en julio de 2021 por boca de la titular de Defensa, Margarita Robles . Con la aprobación del Consejo de Ministros de hace dos semanas se acaba con el recorrido administrativo del proyecto a falta solo de su licitación.
Planificación de la carga
No obstante, las palabras del director de los astilleros de Navantia en la Bahía de Cádiz, José Antonio Rodríguez Poch , en unas jornadas técnicas organizadas por el Clúster Marítimo Naval a primeros de octubre pusieron muy nerviosos a los empresarios, que urgen ya la contratación de las primeras secciones de este nuevo barco.
De momento, hay cierta cautela en Navantia y hermetismo en la Armada sobre este asunto. Un día después de que el Consejo de Ministros diera luz verde a este contrato, la cúpula de Navantia y representantes de la Federación de Empresarios del Metal de Cádiz (Femca), mantuvieron una reunión, donde la empresa pública transmitió seguridad y tranquilidad al tiempo que adquirió el compromiso de hacer partícipe a la industria auxiliar gaditana de la planificación de la carga de trabajo con la mayor antelación posible. Todo parece indicar que el corte de chapa del BAM-IS no será inmediato como se preveía tras la confirmación de la obra por parte del Consejo de Ministros
Este nuevo buque de intervención subacuática para la Armada, el séptimo de la serie, supone una inversión de 166 millones de euros . La última factura, a razón de 40 millones de euros, se pagará, según la previsión, en los Presupuestos Generales del Estado de 2025.
El BAM-IS tendrá funciones de rescate de submarinos, coincidiendo con la ejecución del programa S-80. El primero de ellos, el ‘Isaac Peral’, se encuentra haciendo ya pruebas en el mar tras su puesta a flote el pasado mes de mayo en una ceremonia presidida por el Rey. Su obra, incluidos los trabajos de ingeniería, generará alrededor de 1.100 empleos durante tres años y medio , sumando empleo directo, indirecto e inducido. Casi 160 serán empleados directos de Navantia, unos 300 corresponderán a industria colaboradora y otros 660 se generarán en suministradores y otras empresas.
El buque se construirá en el astillero de Navantia en Puerto Real, especializado en buques de gran tamaño, que ahora participa en la reparación de cruceros. Navantia trabaja al mismo tiempo en el programa Avante 2200 para Arabia Saudí en su astillero de San Fernando, el programa de las fragatas F-110 para la Armada española en el de Ferrol y el de submarinos S-80 en el de Cartagena.
El futuro BAM-IS tendrá entre sus misiones operaciones de buceo, salvamento, apoyo al rescate y rescate de submarinos siniestrados, intervención y rescate en accidentes y naufragios y vigilancia y monitorización del patrimonio subacuático.
Navantia ha indicado que la construcción de este buque supone un desafío desde el punto de vista de la integración de los sistemas , sensores y equipos que debe llevar para abordar su amplio rango de misiones. Supondrá, por lo tanto, un nuevo avance tecnológico para Navantia, que atesora ya una experiencia reconocida como integrador de sistemas, y le permitirá ampliar su catálogo de productos y sus mercados potenciales.
Finalmente, ha señalado que se espera que los buques con capacidad de intervención subacuática sean un producto con una demanda internacional creciente dado el aumento previsto en el número de submarinos.
Jubilación del 'Neptuno'
Este BAM permitirá a la Armada jubilar al buque ‘Neptuno’ que hasta ahora hace las funciones de apoyo a la flota de submarinos española. Cabe recordar que de los cuatro sumergibles que tenía la Armada (’Mistral’, ‘Siroco’, ‘Galerna’ y ‘Tramontana’) solo están operativos dos (’Galerna’ y ‘Tramontana’) y, de ellos uno, (’Galerna’) aborda una profunda mejora que lo mantiene en fuera de juego. Solo está activo el ‘Tramontana’.
El BAM-IS tendrá una eslora de 85 metros, manga de 18 y cinco metros de calado . Su velocidad sostenida será de 15 nudos. Desplazará 5.000 toneladas, tendrá capacidad para 48 personas en su configuración estándar, aunque con adaptaciones podrá acoger hasta 84. Dispondrá de una cubierta con helipuerto en la proa del buque. La plataforma de popa, ofertará una gran superficie destinada a acoger los sistemas modulares de intervención submarina y una grúa de gran capacidad.
Entre los equipos que transportará, destacan dos vehículos submarinos no tripulados (ROV), dos cámaras hiperbáricas, dos teléfonos submarinos, compresores, equipos de buceo o radar de barrido lateral.
Defensa sólo cuenta en la actualidad para salvamento de submarinos con el buque de apoyo ‘Neptuno’, cuya antigüedad (fue botado en 1974) le han condenado a la jubilación. Solamente se mantiene en funcionamiento porque resulta de utilidad a la hora de realizar las prácticas de buceo de los integrantes de la Armada.
El nuevo buque tendrá grandes ventajas respecto a su predecesor. Podrá mantenerse en cualquier punto del océano de manera permanente, irá dotado de suministro de emergencia para naves hundidas y cámaras hiperbáricas. El nuevo BAM-IS contará con el Sistema de Rescate de Submarinos de la OTAN. Irá equipado también con un dispositivo sumergible dirigido por control remoto que servirá para evacuar tripulantes de una nave hundida.
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