Desescalada
La obra se muestra como alternativa al turismo
Los empresarios piden a las administraciones el apoyo necesario para convertirse al sector en el «tractor de la reactivación» y la creación de empleo
La construcción afronta la crisis con optimismo y las cuentas saneadas tras la experiencia de 2008; el sector considera que puede ser una «locomotora» para la dinamización económica
El sector de la construcción afronta con optimismo la desescalada. La práctica totalidad de las obras de iniciativa privada se han vuelto a poner en marcha tras el periodo de hibernación y la situación es muy distinta a la crisis del 2008.
«El ... sector de la promoción inmobiliaria está bastante saneado. En la provincia de Cádiz se encontraba en un momento de recuperación tras la anterior crisis, pero los proyectos que se estaban construyendo estaban vendidos y financiados», explica Fernando García, socio del Grupo Jove y director de Iniciativas Inmobiliarias, con multitud de proyectos en una decena de municipios gaditanos.
Las cuentas de la mayoría de las empresas ahora «están saneadas» y «cualquier grúa tiene detrás viviendas vendidas casi a tu totalidad». Lejos queda la situación de 2007, cuando había promociones sin vender o sin financiar y empresas muy endeudadas por la compra de suelo. «Entonces había muchísima oferta y los precios estaban por las nubes, pero ahora hay un escenario muy distinto: los precios son asequibles, hay poca oferta de obra nueva y el cliente final es muy sano, con ahorros y nada expeculador», añade.
Los empresarios consideran que aprendieron muchas lecciones de lo ocurrido hace una década. «Hay absoluta tranquilidad. No somos catastrofistas: el sector inmobiliario va a evolucionar a un ritmo acompasado y a finales de 2020 o a principios de 2021 estaremos a ritmos anteriores», estima el secretario general de la Federación Provincial de Agrupaciones de Empresarios de la Construcción de Cádiz (FAEC), Jorge Fernández-Portillo.
La asociación se ha mostrado durante las últimas semanas como una de las opciones más fiables para asumir el peso de otros sectores pujantes durante los últimos años, como el turismo. «La construcción puede asumir un papel de locomotora para la reactivación económica por el efecto arrastre que puede jugar. Aspiramos a recuperar para el sector mucha mano de obra que salió después de la crisis de 2008», explica el portavoz de FAEC.
Tras la crisis del ladrillo, la obra dejó de generar tal volumen de empleo. Con la recuperación, pese a que no se llegó a niveles previos a 2008, llegó a «faltar mano de obra». « La gente no quería ir a la obra. La media de edad actual es muy alta y no hay reemplazo. Al haber existido una crisis tan fuerte, la pérdida de empleo en este sector provocó que no hubiera formación en una segunda generación. Además, no es atractivo estar en un andamio con un menor salario que en los mejores años», valora García.
La media de edad en la obra es muy alta; tras la crisis, se perdieron puestos y no hubo relevo generacional
El peso del empleo que durante años asumió la construcción viró en la última década hacia el turismo. Ahora, desde el sector esperan (y proponen reforzar) un efecto ‘boomerang’: que los camareros, personal de atención turística y otros profesionales del sector más afectado por la crisis vuelvan a trabajar en la obra. «El sector de la construcción y de la promoción de vivienda puede ser clave en la recuperación económica por el trasvase del sector turístico a la construcción. Estratégicamente, España tiene un sector turístico ardiendo y a nivel internacional se ha frenado la circulación de personas y transportes. Para reactivarlo habrá que hacer algo y pueden volcarse –las administraciones– con sectores que sí se pueden activar, como la construcción, que de por sí venía con inercia positiva. Si encima salen licitaciones nuevas se aumentará la carga de trabajo», explica este socio del Grupo Jove, con un gran peso e implantación en Cádiz.
El sector recuerda que la construcción no sólo genera puestos de empleo, sino que tiene una gran capacidad para reactivar la economía . «Este sector tiene mucha capacidad de absorción de mano de obra porque el trabajo tiene mucha carga. En proyectos de construcción, la carga en Presupuestos de ejecución tiene partidas de personal muy elevadas. Las administraciones deben tomar conciencia de la importancia del sector de la construcción, que puede generar un efecto tractor para crear rápidamente empleo y dinamizar la economía para que el ecosistema de empresas se mueva. No hacen falta grandes infraestructuras, pueden ser pequeñas. Pero creemos que es un buen momento para tomar ritmo, incluso adelantando licitaciones previstas para los últimos trimestres del año», explican desde FAEC.
El trasvase (ni mucho menos) podrá ser completo, pero sí es una opción. En provincias como Cádiz , donde el sector turístico cuenta con un peso muy importante, la construcción puede asumir parte de esos empleos, pero está lejos de poder asumirlos todos. «Hay que ser realistas: el sector turístico arrastraba en la provincia de Cádiz un porcentaje del PIB muy fuerte y haciendo un puente nuevo no se va a conseguir subsanarlo. Pero será un paso. Al final estos proyectos se están construyendo y una persona que trabaje en Mallorca seis meses en el turismo y otras seis en la obra, en vez de irse a las islas ahora se agarrará a la construcción», valora García.
El sector espera numerosos trabajos importantes pendientes en distintas infraestructuras de la provincia gaditana de los que se ha venido hablando en los últimos tiempos: el corredor del Mediterráneo, el Tranvía de la Bahía de Cádiz, el desdoble en la carretera de Arcos y Antequera, el Plan de Conservación de carreteras de la Diputación...
Obras en vivienda
La práctica totalidad de las obras de vivienda nueva se han reanudado pese al parón provocado por el coronavirus. Sin embargo, el ritmo de rendimiento ronda hoy el 75 y el 80 por ciento por varios factores: la limitación de aforos en la obra, jornada continuada y reducida a siete horas, la necesidad de ponerse equipos de protección individual, toma de temperatura... La FAEC se encuentra en una fase de medición del impacto real de la crisis del coronavirus en los proyectos que están en curso, por lo que aún no puede ofrecer estimaciones de las pérdidas sufridas, aunque se prevé que sean bajas en comparación con otros sectores más afectados.
Lo que sí se espera es un posible retraso de ejecución de las obras, aunque estará muy ponderado por lo que ha durado la afectación de las medidas adoptadas. «Se paró en el periodo de hibernación totalmente y luego desde el Estado de Alarma el nivel de parálisis ha sido distinto depende de cada empresa, pero por lo general se ha estado por debajo del 50 por ciento desde el primer momento», explican desde la Federación Provincial. En los primeros momentos hubo «complicaciones» para que las empresas se adaptaran a las medidas de seguridad, pero con el paso de las semanas y la mayor distribución de mascarillas y otros elementos de protección, «no ha habido incidencia digna de mención».
La FAEC no tiene constancia de que haya habido contagios de Covid-19 en alguna obra de la provincia de Cádiz
El sector aprovechó los once días en los que los trabajadores tuvieron el permiso retribuido recuperable para analizar todas estas cuestiones y adaptarse a protocolos, lo que «supuso un gran esfuerzo de empresas y trabajadores». A día de hoy, la FAEC no tiene constancia de que haya habido contagios de Covid-19 en alguna obra de la provincia de Cádiz . «Se produjo la paralización de la mayoría de obras de constructoras pequeñas de la provincia, incluso aunque en un principio no era obligatorio. Se hizo por la salud de los obreros y las dudas que había en torno a una posible parálisis en el suministro de la cadena de producción. Desde finales de abril se han ido reactivando, pero a un ritmo de producción más bajo. Probablemente en junio se recupere ese nivel», explica García.