EL APUNTE
Las ninfas se politizan
El Gobierno local de Podemos sorprende a las aspirantes con varias preguntas sobre la gestión del equipo municipal
El concejal de Participación Ciudadano, Adrián Martínez de Pinillos, vuelve a ser el centro de la polémica, nunca ha estado exento de ella, a raíz de las pruebas que ha realizado a las aspirantes a ninfas del Carnaval. La cultura política ha jugado un papel determinante a la hora de volarar a las candidatas. Martínez de Pinillos es como una especie de Atila gaditano que arrasa todo lo que toca. A estas alturas nos hemos acostumbrado a sus anuncios y a la inmediata rectificación de los mismos. Su gestión al frente de las fiestas de la capital y de los servicios municiples resulta cada vez menos creíble. El concejal acaba de arramblar con el examen para ser ninfa del Carnaval al introducir un par de preguntas a las aspirantes que nada tienen que ver con esta fiesta universal. El edil no ha dudado en preguntar a las jóvenes por el número de partidos que conforman la Corporación municipal y por las actuaciones que ha llevado a cabo el Ayuntamiento de Cádiz en favor de la ciudad. El test tiene un alto sesgo político que descalifica la prueba y revela la intencionalidad de Martínez de Pinillos hacia esta figura del Carnaval. El concejal trató sin éxito el pasado septiembre de eliminar la presencia de las ninfas del Carnaval al considerar que se trataba de un recuerdo franquista y suponía la utilización de la mujer como un «objeto o florero». En su opinión, las ninfas representan el espíritu más rancio del Carnaval. Su propuesta no prosperó y tuvo que claudicar ante una avalancha de críticas.Además, se demostró que las ninfas no tenían nada que ver con el antiguo régimen. Pero Martínez de Pinillos no se ha dado por vencido en su cruzada y ha cambiado algunas normas para evaluar a las candidatas. De hecho, ha prohibido la difusión de sus imágenes, algo que ha sorprendido a las aspirantes. No es extraño que se pida la repetición de las pruebas.