INDUSTRIA
Navantia compite con otras empresas por la tercera plataforma eólica de Iberdrola
La compañía eléctrica adjudicó el pasado agosto a la empresa pública española la obra de los 62 jackets para el nuevo complejo eólico de Saint-Brieuc, que se construirán en Ferrol
El astillero de Puerto Real se vistió de gala el 3 de julio de 2018 para entregar la plataforma eólica 'Andalucía II' a Iberdrola . La estructura, que salió del astillero gaditano, alberga la subestación eléctrica que transformará la energía del complejo eólico East Anglia One , en aguas inglesas del Mar del Norte. Se trataba del segundo encargo offshore que realizaba con éxito Navantia para la compañía eléctrica y la confirmación también de que los astilleros públicos se convertían con esta obra en proveedor de infraestructura eólica para Iberdrola.
El astillero gallego se hizo con el primer pellizco del contrato y se espera ahora que Puerto Real logre la segunda tajada
En el acto del pasado verano se pudo advertir una complicidad entre directivos y políticos en relación al siguiente reto eólico que tenía que afrontar Iberdrola a corto plazo y de la logística necesaria para sacarlo adelante. Tras el parque Wikinger, en aguas alemanas del Báltico, y el complejo East Anglia One, en aguas inglesas, la compañía eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán , se ha embarcado en el futuro parque eólico marino de Saint-Brieuc , en aguas e la Bretaña francesa, con una potencia prevista de 496 megavatios y capacidad para abastecer a 850.000 hogares.
Este complejo ya es una realidad y su impulso es también definitivo. La compañía eléctrica se hizo con todos los permisos en marzo de 2017, lo que ha permitido en 2019 adjudicar las primeras obras. De nuevo, Navantia ha salido beneficiada con un proyecto eólico de Iberdrola. El pasado 15 de agosto, Iberdrola adjudicó a Navantia la construcción de las 62 jackets (plataformas metálicas con base cimentada y ancladas en el fondo marino) que soportarán los molinos de este complejo. En septiembre se supo que una parte de la obra, concretamente la base de cimentación, se llevará a cabo en suelo galo, en el puerto de Brest , mientras que el astillero gallego de Fene será el centro neurálgico donde se ensamblarán todos los componentes de los molinos eólicos de este nuevo parque eólico.
Se trata, por tanto, no solo de uno de los mayores proyectos de estas características en marcha, sino también la primera vez que la eléctrica confía la construcción de todos sus elementos a una sola compañía, ya que las 42 jackets del complejo inglés East Anglia One se dividió entre el astillero de Fene, Asturias, China y Arabia Saudí.
Una vez que se ha despejado la incógnita de la construcción de las jackets resta ahora saber quién se encargará de la obra de la subestación, es decir, la tercera plataforma que podría construir Navantia para Iberdrola tras la del parque Wikinger , construida en el astillero de Puerto Real y bautizada con el nombre de ‘Andalucía I’, y la del complejo East Anglia One, construida también en Puertoreal y denominada ‘Andalucía II’.
Competencia francesa
Las espadas están en alto. Navantia presentó en su momento una oferta técnica y económica a Iberdrola para ejecutar este nuevo proyecto, sin embargo, no viaja sola, es decir, hay más empresas interesadas en llevarse el gato al agua. El hecho de que la compañía francesa Ailes Marines SAS , participada en un 70 %, esté implicada en el desarrollo del complejo de Saint-Brieuc abre la adjudicación a empresas galas del sector offshore.
El futuro parque estará ubicado en la bahía de Saint-Brieuc, frente a la costa de la Bretaña francesa , en el norte del país y a unos 100 kilómetros de la ciudad de Rennes.
Saint-Brieuc contará con 62 turbinas de 8 megavatios de potencia y se ubicará a 20 kilómetros mar adentro. Sus aerogeneradores serán distribuidos sobre una superficie de 75 kilómetros cuadrados y el más próximo a tierra se instalará a unos 16 kilómetros de la costa. Iberdrola tiene previsto inaugurar este complejo en el año 2022.
La carrera para su equipamiento comenzó a mediados de 2017 y Navantia ya se posicionó. Los astilleros españoles diversificaron su línea de negocio hace algo más de cinco años en favor de las energías renovables, lo que ha permitido a la factoría coruñesa de Fene y a la gaditana de Puerto Real combinar durante estos últimos años la construcción naval con la fabricación de grandes estructuras para futuros complejos eólicos-marinos.
Iberdrola se encargó en junio de 2014 de abrir la puerta a Navantia en este importante negocio internacional de las renovables gracias a la adjudicación de un contrato para el complejo Wikinger. Posteriormente vino el East Anglia One y ahora está en juego el de Saint-Brieuc.
La factoría de Puerto Real trabaja en estos momentos en tres proyectos offshore, que garantizan carga de trabajo por un año y medio. Por un lado, la construcción de una subestación eléctrica para la empresa noruega Equino Energy , que servirá para dar cobertura al complejo petrolífero de Johan Severdrup, en el Mar del Norte. El segundo contrato es la construcción de las 20 ‘upper’ jackets para el parque eólico Moray Firth Offshore East , en Escocia. El tercero es la obra de una de las cinco jacket flotante que se construyen para Equinor. El grueso de esta obra se lleva a cabo en el astillero gallego de Fene (A Coruña). La empresa pública se adjudico esta obra junto a Windar. Las cinco unidades están destinadas al campo Kinkardine, situado a 15 kilómetros de Aberdeen (Reino Unido). La dirección de Navantia desvío a PuertoReal la obra de una de ellas para poder cumplir con los plazos de entrega.