INDUSTRIA NAVAL
Navantia comienza la transformación integral del crucero 'Carnival Victory' en Puerto Real
El buque, que llegó a Cádiz al comienzo de la pandemia, desecha la posibilidad de ser desguazado por una reinvención a razón de 176 millones de euros de inversión
El astillero de Navantia Puerto Real inicia los trabajos de transformación del crucero 'Carnival Victory' . Año y medio después de que se produjese la llegada a la Bahía de Cádiz del buque, de 21 años de antigüedad, comienzan los trabajos de remodelación que han salvado a la embarcación del desguace a razón de una potente inversión de 176 millones de euros .
Este barco llegó a Puerto Real en la víspera de la declaración del Estado de Alarma, paralizándose su intervención a la espera de que amainara la pandemia. La decisión definitiva sobre su renovación se retrasó hasta que la compañía Carnival Cruise Line autorizó su reconversión en un nuevo crucero que será conocido como el 'Radiance' .
Su marcha del muelle de Cádiz coincide en el tiempo con la entrada del crucero 'Enchantment of the Seas' , embarcación perteneciente a Royal Caribbean, empresa con la que Navantia tiene un importante acuerdo comercial.
La llegada del 'Victory', de 272,2 metros de eslora, no será la única propiciada por la empresa norteamericana. Junto al buque también permanecerá en las instalaciones puertorrealeñas el crucero 'Carnival Sunshine' que desempeñará funciones auxiliares actuando como el barco donde se alojarán el millar de trabajadores de las subcontratas extranjeras que participarán en esta profunda reforma. Ambas embarcaciones permanecen en el dique de Puerto Real desde la mañana del 17 de agosto.
En este sentido, debido al importante volumen de personas que se involucran en los trabajos, previamente a su arribada se tomaron todas las medidas anticovid para controlar el tránsito de las plantillas.
Reconversión en tiempo récord
Según estiman desde Navantia, está previsto que el renombrado 'Carnival Radiance' permanezca en Puerto Real hasta el 21 de septiembre, plazo en el que la compañía industrial asegura que concluirá todos los trabajos. Desde su llegada en el mes de marzo de 2020, el buque fue sometido a varias obras en las cubiertas.
En apenas un mes, se desarrollará la transformación integral programada en los mismos términos que en la primavera de 2020. Las obras del antiguo 'Victory' se ha estructurado en dos fases. Por un lado, la reforma mecánica, de la que se encargará Navantia y la industria auxiliar de la Bahía; por otra parte, la obra interior de rehabilitación, que abordará el centenar de subcontratas extranjeras que trae la propia Carnival.
Por lo que respecta a la actuación de Navantia, el plan de obras incluye la colocación de una cola de pato en popa para dar más estabilidad al buque. Además, los operarios del astillero y los trabajadores de las subcontratas españolas se encargarán de la mejora de su sistema de propulsión, renovación de válvulas y el chorreo de pintura en cubiertas y casco.
En cuanto a la reforma interior, el contingente propio de apoyo de Carnival participará en la obra de remodelación de camarotes y espacios comunes. Por su parte, en s eptiembre la planta de Cádiz seguirá los trabajos en el 'Sunshine' , construido en 1996, una vez finalicen los del 'Radiance' mientras aguarda la llegada del buque de asalto anfibio de la Armada, 'Galicia', prevista para octubre.
El Covid-19 amenazó la salud del 'Victory'
El 11 de marzo de 2020, tres días antes de la declaración del estado de alarma como medida excepcional para la contención de la pandemia de Covid-19 en España, el 'Victory' arribaba a la Bahía de Cádiz.
El buque, botado en el año 2000, se instalaba en la provincia con la intención de ser trasformado integralmente gracias a una potente inversión de la compañía Carnival Cruise Line cifrada en 176 millones de euros. Su estancia solo iba a prolongarse por 38 días , tiempo en el que se esperaba añadir diferentes estaciones y sería rebautizado como 'Radiance'.
A bordo viajaron 3.000 personas , entre tripulación y operarios, que cambiaron Miami por Cádiz. Además, Carnival había contratado un ferry que haría las veces de barco-hotel para alojar a la mano de obra internacional que necesitaba el buque para su obra.
La situación de emergencia internacional ya obligó a los responsables a iniciar los primeros protocolos anticovid , como llevar a cabo un periodo de cuarentena, así como realizar sendos test a los trabajadores, pero no serían suficiente contención para el avance del coronavirus.
Como consecuencia de la situación epidemiológica, Navantia forzó la paralización de toda actividad en sus diques. Casi 1.000 personas fueron trasladadas a sus lugares de origen durante las primeras semanas de confinamiento a bordo del antiguo 'Victory'. Un aislamiento severo que se prolongó hasta el comienzo de la desescalada.
El 4 de mayo, el astillero de Puerto Real retomaba su actividad con la vuelta de un tercio de su plantilla después de casi dos meses de confinamiento gracias al protocolo de seguridad y salud laboral establecido por Navantia siguiendo las pautas de Industria y Sanidad.
A pesar de ello, los peores pronósticos se cumplieron y la compañía norteamericana conseguía un permiso especial para facilitar el atraque del barco auxiliar 'Carnival Breeze', con el objetivo de proceder a la repatriación de los 400 tripulantes del crucero que aún permanecían en aguas gaditanas. De esta manera, Carnival aplazaba la inversión de hasta 200 millones de dólares en un momento de enorme crisis y desconcierto en el sector industrial.
Atracado desde marzo en el muelle de servidumbre de Navantia Puerto Real, la compañía Carnival Cruise Line anunciaba en octubre que el 'Victory' se salvaría del desguace , prosiguiendo con la idea inicial de proceder a su reforma integral.
La transformación garantiza ampliar su ciclo de vida útil en un momento especialmente delicado para el sector turístico. Tanto es así que, en varias ocasiones, se decidió atrasar el comienzo de los trabajos en los astilleros gaditanos, a la espera de una mejoría. La situación tiende ahora a normalizarse con la vacunación y es el momento que han visto las navieras para retomar lo que aplazaron hace un año.
Navantia Cádiz, especialistas en cruceros
El transcurso de Navantia Cádiz hasta convertirse en un referente en materia de reparación y mantenimiento de grandes cruceros ha sido un camino repleto de dificultades, ya que se trataba de un mercado que, hasta hace diez años, estaba dominado por los astilleros de Francia, Italia y los países nórdicos.
En 2009, Navantia se vio obligada a diversificar su actividad en materia de reparaciones tras el anuncio de la Armada española de la cancelación de sus planes de renovación de flota. Hasta ese momento, el Ministerio de Defensa era el principal cliente de la compañía naval, pero la crisis y los ajustes presupuestarios llevaron a la Armada a suspender sus inversiones, lo que obligó a la compañía a buscar otras fuentes de ingresos.
Las obras de mejora de estos buques en el astillero de la capital generan una media de 600 empleos directos con puntas de hasta 2.000 personas en momentos de máxima carga de trabajo. El gasto medio de los trabajadores que participan en la reforma de un crucero es de 20 euros diarios, lo que significa que el impacto de una obra de la envergadura deja unos ingresos de nueve millones de euros en la economía de la ciudad.
Durante el año 2019 entraron en Reparaciones Cádiz un total de 13 cruceros. En el año 2000, debido al Covid-19, estas actuaciones en el astillero gaditano se limitaron a 5 grandes buques. Todo apunta que 2021 puede acabar con 18 cruceros reparados en la Bahía .
De confirmarse estas previsiones y reservas, el astillero de Reparaciones Cádiz alcanzaría un récord referente al número de cruceros intervenidos en un año. Se sigue realizando una intensa acción comercial para conseguir cerrar más contratos de reparación, tanto de cruceros para el año 2022, como de buques civiles convencionales, para los diques de Cádiz o San Fernando, sin contar las reparaciones y actuaciones en los buques de la Armada Española , cliente estratégico.