SUCESOS | CÁDIZ
Los narcos se pasan también a los robos en los campos
Varios agricultores han presentado denuncia por la sustracción de diesel e incluso tractores de su propiedad
La actividad delincuencial de los narcos dedicados a traficar con hachís de una a otra orilla del Estrecho de Gibraltar y por la desembocadura del Guadalquivir no solo se queda en el agua. Según ha podido saber este periódico al parecer en los últimos meses ... se han sucedido ya varios robos en fincas agrícolas y ganaderas de la provincia . De estas explotaciones los delincuentes se han llevado gasoil e incluso, en alguna ocasión, tractores . Y todo apunta a que tras estos robos tan selectivos (solo han desaparecido esos útiles) podrían estar bandas de narcotraficantes.
La razón es clara. El gasoil es un producto muy codiciado por los narcos que operan en la costa gaditana para poder surtir de combustible a las potentes lanchas o barcas recreativas en las que trasladan los fardos. Además en muchas gasolineras se ha impuesto un tope de venta por lo que no se pueden llevar grandes cantidades de estas estaciones de servicio y por ello a menudo o, simplemente, porque obviamente les sale gratis, optan por robarlo.
Pero además también se ha dado el caso del hurto de tractores. Estos vehículos los utilizan en ocasiones para hacer alijos en zonas donde los todoterrenos pueden quedarse atrapados o para trasladar las ‘gomas’ en plena noche hacia la orilla. Luego los dejan abandonados.
Los robos se han producido de noche . Así lo alertan desde asociaciones como Asaja. «Los narcos buscan donde les haga falta», advierte Pedro Gallardo, secretario general del colectivo en Cádiz que ha tenido ya conocimiento de algunas de estas denuncias.
Según explica los delincuentes se llevan el combustible de dos formas . O bien utilizando una bombita extractora sustrayendo el diesel del depósito de las máquinas, o taladrando el mismo depósito. En este último caso, el daño es todavía mayor ya que de esta forma inutilizan los vehículos ya que las piezas tienen que ser repuestas y pueden tardar semanas en llegarles las nuevas.
«Además del dinero que cuesta lo que se llevan o de la reparación, supone un coste de la oportunidad. Es decir, al no tener el vehículo o la maquinaria en uso deja de hacer algún tratamiento necesario a su cultivo o no puede hacer del todo su trabajo y se pierde ese tiempo de cosecha y venta», advierte Gallardo.
También han llegado a robar combustible de los depósitos que muchos de estos agricultores tienen en grandes extensiones donde llegan a acumular hasta unos cinco mil litros para poder tener suministro necesario debido a que están alejados de las ciudades.
Desde Asaja apoyan la labor que están desarrollando las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y piden que se les dote de los medios necesarios para que se puedan intensificar servicios como la Policía Nacional o la Guardia Civil de proximidad. Advierten de que el cierre de los pequeños cuarteles por ejemplo les ha causado un importante perjuicio. «Solo la patrulla de estos agentes por los campos era muy disuasoria».
Hace unos años hubo un importante repunte en robos en el campo. Sobre todo de cobre. Los ladrones entraban en las explotaciones también de noche y se llevaban este material de los cableados de líneas y de los motores. Entonces ellos mismos llegaron incluso a hacer patrullas y posteriormente también se intensificó la presencia en estas zonas de grupos especiales como los Roca de la Guardia Civil. Además se reguló que en las chatarrerías no se permitiera la compra de cobre si esa persona no podía demostrar el origen del metal que llevaba y pretendía vender por peso. De hecho son habituales las inspecciones que se realizan en estos establecimientos para evitar precisamente que los ladrones hagan negocio a sus anchas en el mercado negro.
Tras estos robos que, aunque continúan, se frenaron, ahora se están empezando a preocupar por los hurtos de combustible. Las denuncias se han producido en campos de El Puerto y la Costa Noroeste.
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