Multas de hasta 600 euros por molestar a los vecinos

Las únicas herramientas legales con las que cuentan los ayuntamientos para controlar las despedidas de soltero son las ordenanzas municipales. Precisamente, a esta normativa se ajustan los agentes de la autoridad cuando se ven obligados a intervenir en algún evento de este tipo. En concreto, la Policía Local maneja dos ordenanzas para multar a quienes celebran despedidas de soltero por las calles de Conil: las del control del ruido y la prohibición de beber en la vía pública. Las sanciones no son nada despreciables e invitan a acatar las normas básicas de convivencia. Las multas por molestar a los vecinos oscilan entre los 300 y los 600 euros y por tomar las copas en la vía pública se pagan 300 euros. Para los locales, las cantidades crecen considerablemente. Estas intervenciones han sido las más numerosas del 1 de junio al 31 de julio en el municipio conileño, contabilizándose 289 por ruidos y otras 247 por riñas, consumo de alcohol, daños en el mobiliario urbano o miccionar en la vía pública.