El SAS investiga la muerte de otra persona por posible intoxicación alimentaria en Cádiz

Una mujer de Ubrique ha muerto por una posible intoxicación alimentaria . Los hechos comenzaron el pasado Sábado Santo, cuando la fallecida, Milagros Ruano fue a almorzar con varios miembros de su familia al conocido establecimiento ubicado en la entrada del pueblo, venta Las Cumbres.

Tanto ella como su prima, su hermana y el marido de ésta comieron un revuelto, uno de los platos más típicos en esta zona . También tomaron un picadillo y asaduras en salsa, según explica Marisa Álvarez, una de las afectadas, prima, amiga inseparable de Milagros.

Todos tuvieron síntomas parecidos; dolor de barriga, vómitos y diarreas. El que menos afectado estuvo fue el cuñado de la finada quien apunta como detalle que tomó un vaso de leche al llegar a casa. Pero Milagros fue empeorando a lo largo del día y acudió al centro de salud de Ubrique desde donde la enviaron inmediatamente al Hospital Virgen de Las Montañas de Villamartín y de allí fue trasladada de nuevo en ambulancia al Hopital de Jerez . Ya poco pudieron hacer por ella. Fue ingresada en la UCI hasta que falleció el lunes, a las once de la noche aproximadamente, por fallo multiorgánico, según explica la familia.

Desde el primer momento, tanto la familia como los vecinos barajan la teoría de que la causa del fallecimiento pudo haber sido una intoxicación por salmonelosis, por haber comido todos un revuelto. De cualquier forma, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha abierto una investigación para esclarecer la muerte de esta ubriqueña y en estos momentos todo depende de los resultados de la autopsia. También se ha publicado el rumor de que los afectados por la intoxicación habían ingerido setas pero miembros de esta familia lo desmienten rotundamente.

El SAS puso ayer en marcha todos los protocolos habituales en casos de este tipo, a la espera de las conclusiones de la autopsia que se le practicará hoy a la fallecida. También han iniciado unas encuestas epidemiológicas a los familiares de Milagros Ruano para obtener más datos sobre lo sucedido, así como la toma de muestras para analíticas tanto a los afectados como a la familia que regenta el establecimiento hostelero, según narran a este medio los familiares de la fallecida.

Uno de los episodios más tristes de esta tragedia humana se vivió una vez que el cuerpo de Milagros hubo llegado al tanatorio Ubrique , donde la esperaban familiares y amigos para velarla. Sobre las 19.00 horas del martes se personó una médico forense y reclamó los restos mortales de la fallecida para realizar una autopsia forense. La familia, que no había presentado denuncia aún, asistió perpleja a un nuevo traslado de la fallecida.

El establecimiento donde se produjeron los hechos es de sobra conocido en la localidad serrana. Las Cumbres es una venta situada a la entrada del pueblo en la que han trabajado tres generaciones de mesoneros. El local permanece cerrado desde que tuvieron noticias de la intoxicación por propia iniciativa de los propietarios y ellos mismos están siendo analizados por Salud, desde donde insiten en subrayar que mantienen abiertas todas las hipótesis sobre la causa de la muerte de Milagros Ruanos, entre ellas, la intoxicación alimentaria.

Los ubriqueños se encuentran consternados por el fallecimiento de Milagros Ruano. Era una mujer muy querida por todos, «generosa con todo el mundo y entregada al cuidado primero de sus padres y ahora del resto de su familia e incluso de sus vecinas», apunta una amiga. El martes por la tarde los cientos de personas que aguardaban en el tanatorio «en un silencio sobrecogedor» para velar el cuerpo de su vecina se quedaron atónitos al ver que se llevaban de vuelta el ataúd para practicarle la atopsia forense. A las 17,30 horas del miércoles se ha celebrado finalmente el entierro, que ha congregado a numerosos amigos y familiares.