Gran Premio de España
Un Gran Premio de España al ralentí
Miembros de motoclubs de Jerez se han reunido este sábado para vivir de una manera diferente un Gran Premio marcado por el Covid-19
Se intenta volver poco a poco a la denominada 'nueva normalidad', pero lo cierto es que nada es igual. De alguna u otra manera, el Covid-19 ha dado un giro de 180º a nuestras vidas . Los grandes eventos multitudinarios o bien se han cancelado en su mayoría, o bien se han adaptado a la nueva situación y se celebran sin público, como es el caso de los eventos deportivos. Un ejemplo de ello es el Mundial de Motociclismo.
En condiciones normales, Jerez de la Frontera debería de ser este fin de semana un hervidero de gente . Miles de aficionados a las dos ruedas venidos desde todos los rincones de España y algunos países de Europa para disfrutar de su pasión. Para vivir ese Gran Premio de España que, muchos de ellos, esperan durante prácticamente todo el año. Un día como hoy, antes del coronavirus, en Jerez se respiraría ambiente motero en cada calle, plaza y avenida. Ese olor tan peculiar a gasolina y goma quemada, y ese ruido de las motos circulando a cualquier hora por la ciudad. Pero este año todo es diferente, todo ha cambiado.
Hay algún nostálgico que no ha podido contenerse, y no ha dudado en hacer su peregrinación particular a Jerez para vivir de cerca, aunque en la distancia, esta primera prueba del mundial de motociclismo post-Covid-19. En la distancia porque un fuerte dispositivo de seguridad controla los accesos al circuito de Jerez-Ángel Nieto para evitar precisamente, que los aficionados se concentren en los aledaños del mismo aunque la competición se celebre sin público.
Las avenidas Alcalde Álvaro Domecq y Europa son habitualmente los dos principales puntos neurálgicos donde se concentran durante el Gran Premio de España los miles de aficionados a las motos que llegan a la ciudad. Este año, apenas se ve a cuentagotas algún grupo de motoristas que, ataviados con sus cascos y sus chaquetas de cuero, han decidido dar una vuelta y vivir el gran premio, aunque sea a través de la pantalla, pero rodeado de aquellos que comparten una misma pasión.
Precisamente en un establecimiento hostelero de la avenida Alcalde Álvaro Domecq se han reunido este medio día una buena representación de los 18 motoclubs que existen en Jerez de la Frontera. Miembros de Motoclub Jerezano, Cherokee Jerez, Los Destronaos, CDR España o Los Cerdos Ibéricos han aprovechado este sábado para disfrutar de un rato juntos en una Motorada Marcada por el Covid-19.
Antonio Rosado, es presidente Moto Club Jerezano, presidente de la Federación de Motoclubs de Jerez y Consejero del circuito de Jerez-Ángel Nieto. A sus 77 años, y tras toda una vida vinculado al mundo de las dos ruedas, reconoce que el ambiente de este año es muy escaso, y destaca la responsabilidad de todo el colectivo: «Este año está todo vacío. Los que vienen aprovechan el fin de semana para disfrutar de la playa e irse a El Puerto de Santa María o a Cádiz. La solidaridad que está demostrando el pueblo es increíble, la gente de las motos se está portando genial. Todos los actos y actividades que teníamos programados en los próximos seis meses lo hemos cancelados».
Por ahora, sólo las carreras ilegales y la concentración multitudinaria de jóvenes sin mascarilla y sin guardar el distanciamiento social que se vivieron la noche del pasado miércoles en la Avenida Blas Infante han emborronado el comportamiento de una afición, bien por responsabilidad o bien por una presencia casi testimonial en la calle, está siendo ejemplar. Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna (organizadora del mundial de motociclismo), ha mostrado estos días su repulsa por lo vivido el miércoles donde hubo «unos locos haciendo el indio en medio de la ciudad», y se reafirmó en su decisión de celebrar el mundial sin público: «confirma el acierto de que no hayamos hecho las carreras con público, porque la gente no se controla».
Los miembros de los motoclubs de Jerez son muy rotundos con respecto a estas desafortunadas imágenes: «Las carreras en la Avenida Blas Infante son cuatro delincuentes con motos sin matrículas , esos no representan al colectivo ni tienen nada que ver con nosotros. La imagen no beneficia ni a Jerez, ni al deporte ni a nadie».
En la misma línea se expresa Fosco Valimaña, miembro del moto club CDR España: «Nuestro colectivo somos gente responsable, estamos muy mentalizados con la seguridad desde siempre . Y la situación de ahora es un ejemplo más de ello. Estamos aplicando nuestras convicciones, no hay más».
Descalabro económico
Este Gran Premio de España 'descafeinado' supone un varapalo importante para el sector hotelero y hostelero de Jerez de la Frontera y otras localidades de la Bahía de Cádiz. Y es que este evento internacional trasciende lo local, y suele suponer un importante balón de oxígeno para la economía de la provincia gaditana .
Esta prueba de motociclismo reunió el pasado año a 75.047 espectadores según datos de Turismo Andaluz. Estos aficionados y turistas hicieron en gasto total de 9,4 millones de euros en apenas un fin de semana, situándose el gasto medio diario en 81,48 euros por turista. A este impacto económico directo habría que sumar el gasto adicional que realizan los jerezanos, pues el fin de semana de motos es, junto a la Feria del Caballo y la Semana Santa, uno de los eventos más esperados de todo el año.
Nicolás Campanero es gerente del Hontoria Garden Bar, en plena Avenida Alcalde Álvaro Domecq. Este empresario reconoce que la situación es complicada: «En motos siempre montamos conciertos, traemos Djs, espectáculos en vivo, cenas y comidas y este año se ha cancelado todo. Aquí cada año es un sitio de referencia para venir y este año, nada. Esperemos que sea el único y que quede como un punto negro en la historia ».
«Estamos bajo mínimos. Hay un grupo de moteros que se suelen reunir aquí y que mañana también vendrán para ver las carreras por la televisión , pero poco más», reconoce este empresario.
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