INCENDIO
Militares gaditanos contra el fuego
El teniente Baro y el cabo Medina son parte del dispostivo de emergencias que evitó que las llamas arrasasen Doñana
Son las dos de la madrugada del sábado 24 al domingo 25 de junio y el teléfono de Alejandro comienza a sonar en su casa de Jerez de la Frontera. Abre los ojos y ve en la pantalla de su móvil el número del cuartel. Descuelga mientras se levanta de un salto, notando como la adrenalina le sube por el cuerpo. Pocas palabras, las justas para informarle de que tiene que presentarse en la Base Aérea de Morón de la Frontera porque acaban de activar al Segundo Batallón de Intervención (BIEMII) de la Unidad Militar de Emergencias (UME), del que forma parte, para unirse a las tareas de extinción del incendio declarado la noche anterior en el municipio onubense de Moguer y que amenaza seriamente el Parque Natural de Doñana.
En una hora exacta llega a Morón. Es plena madrugada pero nadie tiene sueño, todos los militares allí presentes están acostumbrados a vivir en alerta. «Para servir» es el lema de la UME y sus integrantes lo llevan grabado. Allí donde se les necesite acuden a la primera llamada. Cinco minutos antes de que sonase el teléfono del teniente enfermero Alejandro Baro , la Unidad Militar de Emergencias había sido activada oficialmente por el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta, José Fiscal, que lo había solicitado al Ministerio del Interior, éste al de Defensa, que transmitió la orden al Cuartel General de la UME en Torrejón de Ardoz (Madrid) y de ahí al BIEMII, ubicado en Morón. El INFOCA (dispositivo para la Prevención y Extinción de Incendios Forestales de Andalucía) ya les había avisado minutos antes: el tamaño del incendio era grande y necesitaban su ayuda.
El teniente Baro en su ambulancia.- UME Alejandro y Juan José son dos de los muchos gaditanos que forman parte de la UME
Tras ocho años en el II Batallón de Intervención en Emergencias, el cabo Medina ha participado en numerosas operaciones. «El verano pasado, el incendio de Quesada, enJaén, también fue muy complicado», recuerda.
Antes de llegar a Morón, este tarifeño de 31 años, que vive en Sevilla pero siempre que puede y no está en alerta se escapa unos días a su tierra, pasó por el Regimiento de Artillería Mixta del Ejército de Tierra, en Las Palmas de Gran Canarias, y por el Cuarto Batallón de Intervención (BIEM IV) de la UME, en Zaragoza.
Por su parte, el teniente enfermero Baro, forma parte de las Fuerzas Armadas desde 2012. «Lo tenía claro desde el principio, empecé la carrera de Enfermería sabiendo que quería ser enfermero militar y he tenido la suerte de formar parte de una unidad como la UME que me permite desarrollar mi profesión en un ámbito que en la vida civil es impensable», afirma este jerezano de 28 años que, tras acabar su licenciatura en el Campus de Jerez de la Universidad de Cádiz en 2009 realizó el curso de experto universitario en Urgencias y Emergencia y se preparó las oposiciones a militar.
Ambos destacan la implicación del personal de la UME en cada activación. «Tenemos un 100% de presentes en la base a la hora de la emergencia, nunca ha habido un fallo, y no importa la hora que sea», afirma el cabo.
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