CRISIS DEL CORONAVIRUS
Los mercados de abastos gaditanos se reinventan en plena crisis del coronavirus
Refuerzo de las medidas de seguridad, control del aforo y servicio de reparto a domicilio para sobrevivir a la pandemia provocada por el Covid-19
La crisis del coronavirus ha provocado un giro de 180 grados en el comportamiento, rutina y forma de vivir de la sociedad gaditana. El Estado de Alarma ha obligado a la población a confinarse en sus domicilios, y solo salir a la calle si es por una razón justificada.
Además de las graves consecuencias sanitarias con el más de un centenar de vidas que ya se ha cobrado en la provincia de Cádiz, el Covid-19 ha hecho temblar los pilares de la economía gaditan a. La mayoría de los establecimientos y comercios se han visto obligados a cerrar durante estas semanas. Los que pueden abrir, han tenido que reinventarse para poder sobrevivir.
Los mercados de abastos y el pequeño comercio han tenido que adaptarse a marchas forzadas a esta situación excepcional. Estos comercios tradicionales se han adaptado a la realidad, y han comenzado a ofrecer otros servicios para poder salir adelante. El reparto a domicilio para llevar los productos a sus clientes ha sido la medida generalizada que se ha implantado prácticamente en todos los mercados de la provincia de Cádiz.
Pese a todos los esfuerzos, el día a día no está siendo nada fácil para estos minoristas. José Luis Paramio, presidente de la Asociación de Detallistas de Mercados Municipales de Cádiz (ASODEMER), asegura que «no sabemos cómo ni cuando va a acabar todo esto. Afrontamos cada día con un poco de miedo de no contagiarnos los que estamos trabajando. La verdad es que lo estamos pasando un poco crudo».
«Afrontamos cada día con un poco de miedo de no contagiarnos los que estamos aquí trabajando»
En el Mercado Central de Cádiz permanecen abiertos unos 130 puestos. Pese a todo, los principales perjudicados están siendo los 40 puestos que conforman el Rincón Gastronómico del mercado , cerrados desde que se decretó el Estado de Alarma.
El reparto a domicilio se ha convertido en una de las vías de escape para, al menos, no incurrir en pérdidas durante este tiempo. «Estamos realizando repartos no sólo en el centro histórico, también en extramuros», apuntan José Luis Paramio, quien reconocen una cierta incertidumbre de cara a los próximos meses : «se nos presenta un verano que, como no se permita que haya turistas, no se como vamos a solventar esta papeleta».
Una situación parecida se está viviendo en el mercado municipal de abastos de El Puerto de Santa María. Mercedes Sánchez, representante de la Asociación de Comerciantes del Mercado de Abastos (Acodema) , también destaca la reinvención en este periodo de Estado de Alarma de los 17 puestos que permanecen abiertos: «Prácticamente la totalidad de de los establecimientos han implantado el reparto a domicilio entre sus clientes o la recogida en punto de venta para que el cliente llegue y recoja directamente sus pedidos sin tener que esperar».
Como en prácticamente el resto de mercados tradicionales de la provincia, esta adaptación exprés ha sido una medida de crisis. En El Puerto, por su localización, no han tenido más alternativas: «El casco histórico de El Puerto está bastante despoblado y las personas no pueden venir andando, por ejemplo, desde la Plaza de Toros. Tienen que venir en coche o en autobús, que aunque es gratuito, no todo el mundo está dispuesto a salir a la calle y exponerse ».
Los comerciantes del Mercado de Abastos de la localidad portuense han ido más allá, e incluso están colaborando, en la medida de sus posibilidades, con algunas asociaciones que atienden a las personas más afectadas por esta crisis del coronavirus: «Se está donando alimentos para las personas más necesitadas de la ciudad. Cada puesto está donando como mínimo medio kilo a la semana, cada uno lo que puede».
El control del aforo y el refuerzo de las medidas de prevención también se aplica en los mercados de abastos gaditanos. En el Mercado Central de Cádiz se presta especial atención a la zona de los puestos de pescadería , donde los pasillos son más estrechos y se concentra una mayor cantidad de personas. En otros mercados como los de El Puerto o Jerez también se ha extremado la precaución en este sentido para que los clientes guarden las distancias mínimas de seguridad recomendadas por las autoridades sanitarias.
Los mercados y el pequeño comercio han tenido que adaptarse a marchas forzadas a la situación
En el Mercado de Abastos de Jerez de la Frontera, el 99,9% de los puestos también ofrecen ya servicio de reparto a domicilio. «Nosotros hemos estado abiertos de cara al público con todas las medidas de seguridad, protección e higiene desde el primer momento », explica Pablo González, vicepresidente de la asociación del mercado de Jerez.
En este sentido, el portavoz de los vendedores del mercado jerezano cree que existe menos riesgo de contagios en este tipo de instalaciones: «Se respetan las distancias, no hay aglomeraciones, se puede comprar a gusto. Hay más seguridad que en cualquier gran superficie donde se concentran muchísimas personas».
La llegada de la pandemia del coronavirus ha supuesto una pequeña revolución en los mercados de abastos tradicionales con la ampliación de los servicios que venían ofreciendo hasta la fecha a sus clientes. Pese a todo, estos comerciantes confían en seguir adelante pese a las dificultades generales por el Covid-19 y recuperar cuanto ante la vida, el ruido y el ambiente por el que siempre se han caracterizado estos espacios.
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