PESCA
Las medidas antifraude centrarán este año la cumbre que regula la pesca del atún rojo
La reunión de la ICCAT arranca este lunes en Palma de Mallorca, donde no se prevén grandes subidas de cuotas de pesca
El sector gaditano pide al Ministerio que mueva ficha y reactive la licencia de la almadraba de Sancti Petri
No hay mucho más que arañar en la cuota de pesca de atún que le corresponde a las almadrabas gaditanas para la próxima temporada. El sector ya sabe que la reunión que celebrará del 18 al 25 de noviembre en Palma de Mallorca el organismo que regula la pesca del atún, la ICCAT, aumentará muy levemente la asignación a esta milenaria pesquería.
La Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) confirmó hace cuatro años que la especie estaba recuperada de su amenaza de agotamiento gracias al plan de restricciones de pesca aplicado durante la última década. Pese a todo, el comité regulador optó por un leve aumento de las cuotas de pesca entre 2017 y 2020. Esta asignación pactada caducará en la reunión que la ICCAT mantendrá el próximo año, cuando se debata de nuevo el reparto. Mientras tanto, los almadraberos estiman que la asignación prevista para la próxima temporada será muy similar a las 1.340 toneladas de la campaña de 2019.
El hecho de que las cuotas estén regladas hasta el próximo año desvía, en cierto modo, la atención hacia otros puntos de debate. Así, ya se ha podido saber que uno de los ejes de la cumbre de la ICCAT será el incremento de medidas de control para combatir el fraude en la distribución del atún rojo. Los últimos casos de piratería en su comercialización han hecho saltar las alarmas. Todo apunta a que la Comisión reforzará las actuaciones de inspección y control de calidad para evitar fraudes en la venta de esta especie.
Sin embargo, los almadraberos de Cádiz acuden a la reunión con una importante reivindicación y la necesidad de que el Ministerio español de Agricultura y Pesca mueva ficha cuanto antes. Se trata del permiso oficial para el reapertura de la almadraba de Sancti Petri , en Chiclana, sacrificada en 2006 por la crisis del sector. La gerente de la Organización de Productores Pesqueros de Almadraba, Marta Crespo , ha señalado a LA VOZ, que «no hay excusas para frenar la reapertura de esta almadraba y es, precisamente, el Ministerio quien tiene que reactivar su licencia». La organización Pesquerías de Chiclana ha invertido en esta almadraba más de 2 millones de euros para su puesta a punto. Crespo admite que no es posible su reapertura la próxima temporada debido a la premura de tiempo, sin embargo, el estreno de la almadraba de Sancti Petri «tiene que ser una realidad para la temporada de 2021 », cuando la ICCAT haya abierto totalmente la mano en materia de cuotas.
Asignación "insuficiente"
Los almadraberos reconocen que han sido años muy duros con las restricciones pesqueras de la especie, pero el Plan de Recuperación ha permitido que, finalmente, se estabilicen los salarios y los empleos».
Con estas expectativas, las almadrabas tendrán que volver a comprar cuota de pesca en otras zonas del país pese a la abundancia de ejemplares en nuestras aguas. Consideran que la asignación es todavía «insuficiente».
Para entender este tipo de medidas y de restricciones hay que echar la vista atrás y analizar las reuniones que cada noviembre celebra la ICCAT. La cumbre de 2018 tuvo lugar en la ciudad croata de Dubrovnik . En ese encuentro se llegó a un acuerdo sobre un plan de ordenación plurianual y se dejó constancia de que la especie estaba totalmente recuperada después de diez años de restricciones en su pesca, pero el reparto de cuota no favoreció en absoluto a las cuatro almadrabas de Cádiz, que esperaban para la campaña de 2019 llegar al nivel que tenían asignado cuando se aplicó la restricción en 2008, es decir, las 1.440 toneladas.
Los almadraberos creen que la cuota para la temporada que viene seguirá por debajo de las 1.500 toneladas
La reunión de la ICCAT destinó a España para 2019 un total de 5.559 toneladas para las distintas pesquerías del atún rojo. De este contingente, un total de 1.340 toneladas, unas 60 toneladas de incremento con respecto a 2018, correspondieron exclusivamente al sector almadrabero.
Las almadrabas gaditanas llevan una década sufriendo las duras restricciones de pesca impuestas por este organismo. Lo más grave es que este sector artesanal no es, en absoluto, responsable de la sobrexplotación que ha sufrido la especie en aguas del Meditrerráneo en los últimos veinte años. Al contrario. Las grandes flotas pesqueras de Italia y Grecia, entre otros países, pusieron en jaque el desarrollo del atún rojo con su pesca masiva.
La responsable de la Organización de Productores Pesqueros de Almadraba, Marta Crespo, reconoció entonces a la vuelta del encuentro de Dubrovnik que la reunión había sido satisfactoria en líneas generales porque establecía un plan específico, pero lamentó que los almadraberos siguieran pagando los platos rotos con una cuota de pesca que no sube un 20% como se había determinado en la reunión celebrada en Marrakech en 2017, donde se estableció un incremento lineal con este porcentaje hasta 2020. El motivo obedecía, según Crespo, a que en el reparto del pastel entraron nuevos países, como fue el caso de Egipto, Turquía, Albania y Túnez, lo que obligaba a un reparto más amplio.
Nuestro país pasó de 5.000 toneladas de cuota de atún en 2018 a sumar 5.559 toneladas para la temporada de 2019, que se repartieron el sector artesanal del Estrecho, palangre, Canarias, cerco, cebo vivo y almadrabas de Cádiz.
La temporada de pesca del atún rojo de 2019 terminó el pasado junio con más de 6.000 capturas en las cuatro almadrabas gaditanas. Tres de ellas -Conil, Zahara y Tarifa- se encuentran agrupadas y realizan una gestión conjunta . Estas almadrabas practican el sacrificio del atún durante la campaña de pesca trasbordando parte de las capturas a un buque (con bandera de tercer país) de su cliente japonés donde se realiza el procesado y congelación del atún. Otra parte de las capturas son desembarcadas en el puerto de Barbate, donde se ronquean y congelan para su comercialización directa por empresas nacionales. La otra almadraba, la de Barbate, que es propiedad al 50% de la empresa gaditana, Petaca Chico , no sacrifica todas las capturas durante el periodo de pesca sino que la mayor parte, unas 4.000 piezas, las mantiene vivas en el agua mediante piscinas de red fondeadas donde procede a engordar los atunes durante el verano y finaliza la campaña con el sacrificio de los atunes enjaulados, que se realiza en los meses de septiembre y octubre.
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