Disturbios | La Línea
«Van directamente a matar a policías»
Los altercados en La Línea siguen subiendo de tensión con disparos y lanzamientos de bengalas y material explosivo a los agentes. Las collas del tabaco y 'ninis' del hachís están tras estos disturbios
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Tres noches lleva La Línea y los linenses, un pueblo trabajador castigado por la lacra de algunos empeñados en dedicarse a lo ilícito, sufriendo cómo de nuevo su ciudad vuelve a estar en el escaparate nacional por motivos que la amplia mayoría no querría estar.
La supuesta razón de estos nuevos altercados es el malestar que ha provocado entre vecinos de la Atunara la muerte el pasado lunes de dos hombres ahogados cuando tuvieron problemas con su embarcación. Un barco que supuestamente utilizaban para darle suministro de petacas de combustible a narcolanchas.
Según dicen, las fuerzas policiales no hicieron todo lo que estuvo en sus manos para socorrerles y salvarles la vida. Algo que ha sido desmentido ya que fueron rescatados en el agua y después se les siguió intentando reanimar en tierra, como demuestra un vídeo que ha trascendido estos días en el que se ve como no dejan de practicarles las maniobras de RCP.
Pues bien, la crispación ha continuado y la pasada madrugada se vivían de nuevo escenas de auténtica guerrilla. Una treintena de jóvenes que salían a la calle a quemar contenedores, mobiliario de playas... y que realizaron emboscadas a los agentes para lanzarles piedras, botellas con gasolina, bengalas, y hasta cohetes usando un tubo al estilo de la 'kale borroka'. Incluso llegaron a dispararles hasta en tres ocasiones. Uno de estos proyectiles atravesó la rejilla, el cristal y la chapa de uno de los furgones de la UPR. Sin embargo los policías recibieron la orden de aguantar y no actuar.
«Van a matar policías. Ese proyectil que han tirado mata », denuncian desde el sindicato UFP. «Entendemos que la orden primera debe ser intentar contener pero hay determinadas circunstancias en las que ya hay que actuar. Al final así cuando no se actúa y se deja, la peligrosidad y el riesgo en mucho mayor y las consecuencias son peores». En su opinión, habría que intentar mantener un control mucho más exhaustivo de la zona con una dotación mayor y permanente y no intentar recobrar la autoridad cada vez que se pierde.
«Una vez más nos estamos viendo vendidos por unas autoridades que no son capaces de resolver los problemas por miedo a la repercusión social», denuncian desde Jupol. «Al final miran más por la vida y la integridad de los que delinquen que de los que debemos mantener el orden y la paz».
Por su parte, desde el SUP se hace una advertencia. «Si Marlaska no actúa ya con contundencia acabaremos teniendo que lamentar la muerte de un compañero ». Una circunstancia que ya ocurrió cuando el policía local Víctor Sánchez perdió la vida en 2017 mientras perseguía a un 'petaquero' de tabaco, o el pasado año, cuando otro agente de la Policía Nacional fue arrollado en Algeciras que le llevó crítico a la UCI y por la que sufrió gravísimas lesiones de las que todavía se recupera.
'Ninis' con modos de vandalismo callejero
Y tras estos altercados se encuentran jóvenes, de apenas 20 y 30 años muchos de ellos , que han optado por dedicarse al tráfico de estupefacientes como modo de vida.
Precisamente algunas fuentes consultadas apuntan que este sería el motivo real de sus ganas de hacer daño, es decir, plantarle cara a quienes no les dejan delinquir debido a que en los últimos meses se han producido numerosísimas operaciones e intervenciones diarias contra el narcotráfico pero también contra las 'collas' que se enriquecen pasando tabaco ilegal de uno a otro lado de la Verja. Muchos de ellos, precisamente, asentados en La Atunara.
El alcalde de La Línea se ha mostrado muy preocupado por esta situación que vuelve a vivir su pueblo, al tiempo que de forma muy clara ha mostrado su convencimiento de que «por desgracia ya hay generaciones perdidas: gente que por mucho que se le ofrezca un trabajo normal o una formación no lo va a coger porque está acostumbrada a un tipo de vida con unos ingresos que en un trabajo normal no los va a tener nunca».
Pero mientras esto sucede y se buscan alternativas o soluciones integrales los problemas de inseguridad continúan. Tanto para la mayoría de vecinos cívicos de este municipio del Campo de Gibraltar como para todos los agentes que siguen batallando allí cada día. Con o sin orden de poder actuar.
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