Tribunales

Más pena de cárcel para el condenado por atropellar a Adrián en Conil

La Audiencia Provincial incrementa hasta los dos años la prisión para el procesado pero rebaja considerablemente la indemnización

M. A.

El caso del atropello de Adrián Vázquez en Conil ha vuelto a dar un nuevo giro judicial. Ahora la Audiencia de Cádiz se ha pronunciado sobre los recursos que plantearon todas las partes a la sentencia que ya dichó el Juzgado de lo Penal 4 de Cádiz e incrementa la condena al acusado en nueve meses más por lo que suma dos años de prisión, en vez de un años y tres meses como se falló en un principio, y además baja la indemnización que se le había asignado a la víctima de en unos 40.000 euros. De los 773.053,77 otorgados inicialmente hasta los 613.455,60.

Como se recordará este caso data del verano de 2015 cuando el joven lebrijano Adrián Vázquez fue atropellado en Conil por el conductor de un coche que se dio a la fuga . Adrián estuvo varios meses en coma y sufre graves secuelas como daños neuropsicológicos y trastornos cognitivos graves que le impiden seguir ejerciendo su profesión de maestro, plaza que había aprobado justo cuando sufrió el accidente.

El nuevo fallo que emite ahora la Sección Cuarta considera que el conductor es autor de un delito grave por circular distraído y al doble de la velocidad permitida como establecía la anterior (a unos 66 kilómetros por hora cuando el límite estaba en 30). Sin embargo le suma la condena por omisión de socorro, de lo que había sido absuelto en primera instancia. «Se fue del lugar sin detenerse a sabiendas de que había atropellado a una persona», explica el tribunal.

El tribunal sí admite parcialmente el recurso de la aseguradora y reduce algunas indemnizaciones, como los daños morales complementarios, la necesidad de ayuda de una tercera persona por parte de la víctima, los daños morales a familiares y los gastos, además de eliminar el lucro cesante.

La sentencia vuelve a dar como hechos probados que el 24 de julio de 2015, sobre las 7.00 horas, el acusado conducía el vehículo Renault Clio por el Paseo Atlántico de la localidad de Conil y como quiera que iba distraído y a una velocidad excesiva, nada más sobrepasar un paso de cebra que existe tras una rotonda, a unos tres metros no pudo percatarse que estaba cruzando la calzada Adrián que se dirigía en compañía de unos amigos hacia la playa. Consecuencia de su «negligente actuar», el acusado impactó contra el joven a quien desplazó varios metros quedando tendido sobre el pavimento inconsciente.

Los amigos de Adrián y otras personas que se encontraban en las inmediaciones se acercaron a socorrer en la medida de lo posible al perjudicado si bien uno de los compañeros de este último, en un evidente estado de nerviosismo, se dirigió al vehículo del acusado lanzándole improperios por lo que el conductor, «sobrepasado por lo sucedido y con temor a poder ser agredido, abandonó el lugar a toda prisa». A los pocos minutos se personó una dotación de la Policía Local en el lugar de los hechos y una ambulancia evacuó a Adrián al poco de llegar los agentes. A la hora de suceder estos hechos, el acusado compareció en las dependencias de la Guardia Civil a fin de poner en conocimiento de las autoridades lo que había sucedido.

La vía en la que se produjo el atropello es una vía urbana, paralela a la playa, con el asfalto en perfectas condiciones, siendo de unos ocho metros de anchura teniendo aparcados a la izquierda vehículos en batería y con la acera en el margen derecho. En el momento de producirse el atropello existía «buena visibilidad teniendo el acusado el sol de espalda».

Como consecuencia del fortísimo impacto, la víctima fue lanzada varios metros y sufrió múltiples lesiones con secuelas muy graves. Dichas lesiones requirieron para su sanidad tratamiento médico consistente en permanencia en la Unidad de Cuidados Intensivos y, posteriormente, rehabilitación.

Las secuelas que le han quedado a Adrián, según el fallo, determinan que no pueda realizar de forma eficiente un trabajo remunerado mas allá de que pueda desempeñar determinadas tareas que no requieran un gran esfuerzo intelectivo necesitando de la asistencia de terceras personas para su normal desenvolvimiento en el día a día. Como consecuencia de las lesiones y de su curación, Adrián ha sufrido importantes gastos.

Adrián es licenciado en Magisterio, estaba incorporado al mercado de trabajo con una oferta aceptada para iniciar su actividad docente en el curso 2015/2016 en una escuela de educación primaria, con 32 años por delante a la fecha del accidente para desarrollar su labor como maestro y que las secuelas que padece se lo han impedido.

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