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Mario, el empresario que encuentra en Cádiz su lugar perfecto para desconectar del trabajo
Mario Carranza es el fundador de 'Vamos'. Nació en Jerez aunque vive en Madrid
Mario Carranza , empresario de referencia en el sector de la movilidad en España desde hace más de 10 años, y embajador de su provincia. Nació en Jerez, y vive en Madrid, pero vuelve a su casa cada vez que el trabajo y los compromisos se lo permiten, porque aquí tiene sus orígenes, y uno de los pilares más importantes de su vida, su familia.
Además, es el lugar en el que siente poder desconectar la parte profesional a la que se dedica en cuerpo y alma cuando está en la capital. Personalmente, es una persona perfeccionista, que lo que hace, le gusta hacerlo bien y con cariño.
Hace 15 años que Mario decidió salir de su tierra natal para labrarse un futuro, y lo hizo, yéndose a estudiar a Madrid, derecho y finanzas, en el Instituto de Estudios Bursátiles . Al terminar, coincidió con la crisis de 2010, por lo que decidió irse a EE.UU., como quien dice, «a buscarse la vida», pensando que allí podría encontrar más oportunidades laborales. «Consideré que la cultura americana es muy beneficiosa al inicio de una carrera profesional, desde, como pensar hasta como trabajar, pasando por el esfuerzo y la excelencia».
Allí, trabajó un año y medio en un banco de San Francisco, pero se fue dando cuenta que lo que le gustaba era el mundo de la tecnología y las startups, además, que durante esta época había hecho amigos que estaban en Silcon Valley, y le permitieron conocer gente mayor que él, y que estaban montando compañías, liderando equipos, algo que le pareció muy divertido y atractivo.
«Me di cuenta que ese mundo me llamaba la atención, más que los trabajos tradicionales a los que estábamos acostumbrados, y que quizás debía enfocarme a eso. A partir de ahí, entablé conversación con gente de Standford que estaban haciendo el MBA, y de esa relación surgió la idea de traer a Europa una compañía que estaba recién nacida allí, y que se llamaba UBER».
Con tan solo 24 años fue uno de los fundadores del equipo de Cabify , donde lideró con éxito el lanzamiento y posterior crecimiento de la primera aplicación de movilidad urbana en la historia de España. Cabe recordar, que entonces los móviles no eran tan 'smart' como ahora, si acaso había Blackberrys o los primeros Iphone, que apenas soportaban aplicaciones. «Esa primera incursión en el mundo de la tecnología me marcó mucho, porque me di cuenta que, con un ordenador, internet, y con muchas ganas si te reúnes con 3 o 4 se pueden hacer grandes cosas».
Cuenta Mario, que, para él, de los 20 a los 30 años debían ser una constante fase de formación, y eso se debía hacer, estando lo más cerca posible de la acción, por lo que después de su paso por Cabify, decidió pegarse a un empresario al que él admiraba mucho, el fundador de Jazztel, Martin Varsavsky. De él, dice, haber aprendido del que más. «Fue como una mili empresarial». Cuando sintió que estaba preparado, quiso volver al mundo de la movilidad liderando equipos en la parte operacional, donde poder hacer crecer cosas, más que en el analítico como había estado con Martin. Le surgió la oportunidad de ser director general de una compañía de car sharing, que no estaba funcionando muy bien, Amovens.
«Empezamos de 0, trabajamos mucho en equipo e hicimos las cosas bien, con lo que conseguimos que la empresa creciera poco a poco, llegando a alcanzar un 40% de la cuota de mercado. La convertimos en una plataforma rentable y de referencia». Fue, a mediados de 2019, cuando decide poner en práctica sus conocimientos, y crea su gran proyecto, por el que ha ido formándose a lo largo de su vida profesional. Ese año llegó Vamos, una compañía que pretende adaptarse al mercado , y responder al cambio de perspectiva que hay respecto a la forma de tener coche.
«Identificamos que la propiedad del coche iba a cambiar en los próximos años, cada vez se vendían menos y a su vez la gente se movía de formas distintas. Nacimos con la idea de que la experiencia offline de concesionario se convertiría en online, y, por otro lado, el tener pasaría al pagar por uso. Empezamos dos personas en el salón de mi casa, y hoy, con un covid por medio, somos más de 50 personas en el equipo con una media de 26 años. Además de ver crecer el proyecto, es una satisfacción poder generar empleo en estos tiempos tan complicados».
Nos encontramos en su oficina, en el prestigioso Barrio de Salamanca. Un lugar que evoca a disfrutar del trabajo, moderna, con espacios abiertos, de inspiración americana, donde los empleados pueden traer a sus perros, o disponer de frutas y bebidas calientes en su renovada cocina. Sin duda, las formas de trabajar han cambiado, y Carranza cuida eso al detalle, donde también hace hincapié en que lo importante es saber trabajar en equipo.
Los descansos de Mario, han cambiado. Cuando era niño, nos cuenta que disfrutaba de medio año de veraneo. «En mayo, nos íbamos a casa de mis abuelos en Sanlúcar, y de allí nos llevaban todos los días al colegio en Jerez, pero en cuanto volvíamos aprovechábamos para bajar a la playa, y hacíamos muchos planes con mis primos, que, por parte de madre, somos más de 50, no nos aburríamos. Teníamos una lancha con la que cruzábamos al coto, cogíamos coquinas, bocas, íbamos a las carreras, montábamos casetas de apuestas… y ya en agosto, nos íbamos a Bolonia, cuando allí no había nadie. Primero empezamos yendo a un hostalito que se llamaba, Los Jerezanos. Recuerdo que la persona más cercana que había en la playa, no estarían a menos de 500 metros. Después pasamos a una casita frente a la playa. Hacíamos windsurf, paseos con la lancha… Lo más divertido que nos podía pasar, era cuando venían a vernos, para compartir las cosas tan bonitas de las que disfrutábamos. Mi padre siempre decía, que disfrutáramos, porque el día que esa playa se llenase, dejaríamos de ir. Así fue, y ahora es cuando valoro el lujo de la soledad y paz que teníamos».
Ahora que Carranza es responsable de su empresa, las vacaciones, son días sueltos, pero eso no hace que deje de venir a su provincia, el lugar del que tanto disfruta. Mario, un apasionado de lo que hace, con personalidad propia, deportista, familiar, y buen amigo . Su próximo reto, el Ironman de Marbella, y la maratón de Nueva York. Disfruta entrenando en su tierra, donde dice que las posibilidades que tiene son infinitas. Por la sierra, por la costa, por las carreteras secundarias que van por las viñas de Jerez, y encima recordando los sitios de su infancia.