Listeriosis
La maldición de la carne mechá
Caída sin precedentes en las ventas de los negocios gaditanos por la listeriosis
Algunos negocios han dejado de fabricar carne mechada y chicharrones, productos en el punto de mira tras las distintas alertas alimentarias
Las consecuencias de la crisis de la listeriosis va más allá de Magrudis, empresa causante de la mayoría de los casos diagnosticados durante este verano. La Junta ha confirmado al menos 215 personas afectadas por un brote ya en remisión pero que ha llegado a provocar varios abortos y al menos tres fallecidos. La magnitud de la alerta, que llegó a decretarse en toda la Unión Europea y contó con una gran difusión entre los medios de comunicación, ha conllevado un importante descenso de las ventas en varios productos que han quedado señalados.
El principal de ellos: la carne mechada. «La empresa se llamaba La Mechá y eso no hay quien lo arregle» , advierte Pepe Andrade, responsable de una pequeña carnacería en Ubrique conocida por este producto. Las ventas se han reducido «en más de un 50 por ciento» entre broma y broma de los clientes que ya han estigmatizado el producto, cuyo consumo hoy es inimaginable sin un comentario sobre el tema. En Andrades llevan años elaborando su propia carne mechada y los clientes son conscientes. Pero aún así... «La gente no entiende de explicaciones;hacíamos unos 25 kilos y ahora 8 o 10», añade el dueño.
La Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice) estima en un 60% la caída del consumo de carne mechada industrial tras el brote de listeriosis. Hay negocios que incluso apuntan a una cifra más alta. En la capital, algunos han dejado de producirla. «No elaborarmos nada desde hace semanas, con eso te lo digo todo», apunta un trabajador de la carnicería Paco Crespo. Este establecimiento ha pasado de producir y vender unos 40 kilos semanales a ninguno.
No son pocos los empresarios que garantizan que no se vende «absolutamente nada». Y no sólo de carne mechada: también se ha visto afectado el chicharrón especial tras las alertas alimentarias decretadas en Sabores de Paterna, distribuidor de este producto para importantes chefs o establecimientos como Casa Manteca; y sobretodo en La Montanera del Sur (Benaoján), donde el chicharrón especial fue el producto que dio positivo por listeria. A pesar de que no ha habido afectados graves por el consumo de algún producto de estos negocios (sólo se confirmó un cuadro de gastroenteritis leve por consumo de un producto de la empresa malagueña en un bar), la histeria ha surtido su efecto.
El descontento en el sector cárnico es palpable, especialmente con la difusión ofrecida. «¡Vosotros sois los responsables! ¡Os habéis cargado una industria!», responde a la llamada de este periodista un responsable de La Campera, fábrica de embutidos situada en Chiclana, que lamenta que «no se vende nada» .
El descontento con el nivel de difusión que han alcanzado las dos alertas posteriores a Magrudis es generalizado. La Consejería ya levantó el veto sobre Sabores de Paterna y la gravedad de ambos casos dista mucho del caso de Magrudis. Las quejas se centran en que la Junta recomendó con medios extraordinarios –ruedas de prensa incluidas del consejero incluidas– no consumir ningún producto en el marco del brote.
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