COVID

Lluvia, frío y ventanas abiertas, preocupación en los colegios gaditanos por la ventilación de las aulas

En muchos centros ya se plantean comprar filtros purificadores, aunque de momento Educación advierte que lo aconsejado por los expertos es la corriente natural

«Hay niños ya viniendo con mantas a clase y a otros se les moja la mesa si llueve», alertan

Las ventanas tienen que permanecer abiertas.

M. Almagro

En un clima de absoluta incertidumbre. Siguiendo todas las pautas marcadas para evitar que el coronavirus entre en las aulas pero con la mirada puesta continuamente en qué pueden y deben hacer ante el avance de la pandemia y, además, según avanzan unos pesimistas datos, un posible nuevo confinamiento. Así se encuentran las mayoría de los colegios de la provincia de Cádiz desde que volvieron a abrir sus puertas tras el levantamiento del primer Estado de Alarma y la decisión tomada por el Gobierno de que los niños tenían que volver a las clases presenciales.

La situación se ha mantenido con el seguimiento de los protocolos de prevención y seguridad impuestos. El uso obligatorio de mascarillas, la toma diaria de temperatura, las clases reducidas, la prohibición de contactos con otros grupos en patio, comedores y zonas comunes, la alternancia de turnos... pero, entre muchas cuestiones, ahora con la bajada de las temperaturas y también de las lluvias (pronosticadas por cierto para esta misma semana), existe otro fleco más que comienza a preocupar cada vez más: cómo combinar la exigida ventilación natural, es decir, mantener siempre las ventanas abiertas y la corriente que haga circular el aire en espacios cerrados, con que los alumnos no pasen frío o, en ocasiones, se puedan mojar si están cerca de esas ventanas o puertas.

De ahí que muchas asociaciones de padres de alumnos (AMPAS) de la provincia hayan ya planteado a las direcciones de los centros escolares que instalen en las aulas aparatos que puedan solventar que no tengan que estar las ventanas abiertas continuamente, como es el caso de los filtros HEPA , unos purificadores de aire.

Mismo protocolo que en septiembre

En la actualidad el protocolo Covid para las escuelas es el mismo que se publicó en septiembre, por lo que no contempla un escenario diferente sobre la obligación de la ventilación en otoño e invierno. Según dicho plan, se recomienda ventilar al menos durante 10 ó 15 minutos al principio y final de la jornada, durante el recreo y entre una y otra clase. «Todo el tiempo que sea posible» , se indica. Pero, en cuanto a los centros gaditanos, Andalucía fue una de las comunidades que recomendó además que se mantuviera siempre ventanas y puertas abiertas durante las clases.

«Hemos enviado un escrito a la delegación para que intenten buscar una solución. Hay niños que están yendo con mantas al colegio por el frío que pasan, a otros se les moja la mesa porque están cerca de las ventanas y, además, no se les puede cambiar de sitio para mantener las distancias», advierte Marián Gil, de la federación Flampa Gades. «Es un problema que ya se está dando y que deberían de solucionar las autoridades y no las AMPAS», denuncia. «No van a coger el coronavirus pero sí muchas pulmonías».

Ante esta preocupación, en colegios de toda la provincia algunos padres, preocupados, intentan buscar un remedio . Sin embargo, no prospera ninguna idea. La dirección de los centros escolares deben de seguir las pautas que se les marca desde la Consejería de Educación y la de Sanidad, además de lo prescrito por el Ministerio. Y, de momento, no existe una instrucción específica ni tampoco ningún protocolo al respecto. Sin embargo, hay grupos de padres que abogan por pagar incluso de su bolsillo la instalación de purificadores u otros aparatos. Un coste que no es barato ya que un aparato de este tipo cuesta unos 600 euros, pero aún así, necesitan tener la autorización.

A finales de octubre, desde un colegio de Cádiz capital hacían la consulta a la Consejería para saber si realizar esta inversión y si podrían financiarlo de alguna manera desde la administración. La respuesta les llegaba advirtiéndoles de que los sistemas portátiles como los filtros HEPA no están recomendados para espacios como aulas escolares. Ya que «son muy limitados y filtran poco espacio», lo que les obligaría a tener uno de estos sistemas por cada clase. Además les alertaba que de tenerlos tendrían que tener un mantenimiento muy controlado y frecuente para evitar intoxicaciones.

Otra opción que también se está barajando es la de los sensores de CO2 que permiten saber qué concentración de aire exhalado hay en el ambiente y cuántas renovaciones de aire por hora se necesitan para que no haya riesgo de contagio. En este caso la instrucción es la misma: no existe.

«No hay prescripción»

Así lo confirma a este medio la delegación de Educación de la Junta en Cádiz. Preguntados al respecto afirman que actualmente «no hay prescripción del Ministerio (ni Sanidad ni Educación) en cuanto a la utilización de este tipo de sistemas. Sí mencionan en algún informe su existencia, desaconsejando el uso de cualquier dispositivo que use ozono, así como los dispositivos que usan rayos ultravioleta (porque puede producir quemaduras), o los que trabajan ionizando el aire, porque no hay evidencias de su eficacia».

Según advierten, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo que recomienda es ventilación natural , y así lo recoge Salud en sus protocolos. «Aunque los edificios tengan sistemas mecánicos de ventilación, se recomienda abrir las ventanas y puertas para introducir aire del exterior», insisten.

Desde Educación se ha difundido a los centros una guía para ventilación en las aulas . Pero de momento, la Consejería de Educación y Deporte no contempla instalarlos porque según los protocolos de Salud «no son necesarios».

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