ECONOMÍA
El levante y los bajos precios, las dos grandes plagas del campo en la provincia de Cádiz
Cádiz esquiva en parte los efectos de la sequía que azotan a toda España, aunque se esperan pérdidas cercanas al 50% en el cereal temprano
![Un trabajador de la fresa, en la Sierra de Cádiz.](https://s2.abcstatics.com/media/provincia/2017/05/28/v/campo-kfY--1240x698@abc.jpg)
Por una vez, Cádiz queda al margen de las malas noticias que afectan a un sector económico de España. En las últimas semanas, los campesinos de todo el país lamentan cómo la sequía está acabando con sus cultivos, arruinando cosechas y provocando la ruina en los productores. En esta ocasión, la sequía no está afectando de manera cruenta a la provincia como hacen el resto de problemas que terminan tocando la economía. Pero eso no quiere decir que la situación en el campo sea buena: el levante ha estropeado muchas cosechas y los precios bajos a los que se enfrenta el sector hacen que ser ganadero o agricultor en Cádiz sea una profesión de riesgo .
Que la sequía no haya sido tan dura en la provincia no quiere decir que no le haya afectado. «El índice de lluvia ha sido más o menos normal hasta marzo , pero a partir de ahí ha dejado de llover y ha comenzado el calor y el viento », destaca el presidente de Asaja en Cádiz, Pedro Gallardo.
La ausencia de lluvias a partir de este mes provocó que muchos cultivos florecieran antes de la cuenta y estropeó muchos cultivos, « en especial el cereal temprano, donde se esperan pérdidas de entre el 30 y el 50% », según explicó Gallardo. La escasez de lluvia no se ha dado en todas las comarcas por igual: mientras que en Campo de Gibraltar han sido similares a las de otros años, en la Sierra las lluvias han disminuido notablemente.
Los que más están sufriendo la falta de lluvia, añade Miguel García, de COAG, son los ganaderos, que no pueden alimentar con pastos a los animales, y deben recurrir a los piensos . «Los ganaderos de Cádiz ya van al límite, si encima tienen que asumir este sobrecoste, se encuentran con que no les salen las cuentas », explicó García.
Pero el clima no perdona, y si la lluvia no ha dañado del todo el campo, el viento (el maldito levante) se ha encargado de rematar su destrozo. El levante, al ser un viento cálido, seca el cultivo y lo deshidrata . Para colmo, «hace que los métodos de regadío sean muy poco eficientes», detalla Gallardo; «por no hablar de lo obvio, de que tira los frutos de muchos cultivos », añade García en una conversación distinta.
Ante la falta de hidratación, por la escasez de lluvia y por el efecto desecante del levante, los cultivos « como mecanismo de defensa» producen menos frutos . Fue por eso que en la pasada campaña, la vid tuvo un 30% menos de producción , «cifras que pueden repetirse este año», aporta Gallardo. En el caso del girasol, también se ha notado un fuerte descenso de la producción de pipas de cada planta.
El problema de los precios
Pero la maldición que sufren los campesinos y ganaderos gaditanos no la provoca la furia de los dioses. Porque más que del cielo, su maldición viene de los hombres, de los intermediarios. El bajo precio de los cultivos está desanimando al sector, «que apenas tiene margen para hacer frente a cualquier tipo de eventualidad, si vas al límite, una sequía o unas lluvias tardías te acaban destrozando», inciden desde Coag. Para que el lector se pueda hacer una idea de cuál es la situación, los precios, según Asaja «están a niveles de los años 80 ».
Los agricultores denuncian que se están pagando las cosechas a los mismos niveles que en los años 80
Esta situación, coinciden ambas organizaciones, estarían poniendo en el alambre a varios sectores. Plantar zanahorias en particular y hortalizas en general sería jugar a la ruleta rusa por lo ajustado de los márgenes . «La misma situación la padece el sector del caprino : cada vez hay menos cabaña porque lo que ofrece por el producto apenas cubre los gastos», desvela García.
También estarían atravesando por problemas el de la carne de ovino y de bovino . Otro sector del mundo animal que atraviesa por problemas es el de la miel por la competencia del producto que llega de fuera , «que no tiene los mismos sistema de calidad que los de la Sierra; por eso es importante que el etiquetado venga mejor indicado», aseguran. Además, sufren el problema de la muerte de las abejas , un mal de todo el planeta.
Detallar todos los problemas del sector sería excesivamente largo. Pero uno de los que parece que se han resuelto de manera más feliz es el de los robos en el campo . Las organizaciones agrarias destacan cómo los grupos ‘Roca’ de la guardia Civil han conseguido que disminuyan los hurtos . «Pero, aún así, no podemos dejar nada a la intemperie porque arramblan con todo, desde aperos hasta maquinaria, y luego lo revenden a alguna chatarrería», denuncia el presidente de Coag en Cádiz.
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