TRIBUNALES
La Junta vuelve a ganar el pulso para ampliar los Alcornocales y proteger la Almoraima
El TSJA rechaza un nuevo recurso del Gobierno contra el crecimiento del parque natural
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha vuelto a dar la razón a la Junta en el litigio que mantiene desde hace años para poder ampliar el parque natural de los Alcornocales y proteger la Almoraima . La sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJA ha rechazado un recurso de casación del Gobierno contra esa extensión, dando así su visto bueno al proceso de crecimiento que planteó el gobierno autonómico para poder blindar la finca frente a un posible desarrollo urbanístico.
Esta batalla judicial se remonta al año 2013 cuando el que era entonces ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, anunció la intención del Gobierno de vender la finca La Almoraima, un gigantesco latifundio de más de catorce mil hectáreas ubicado en Castellar de La Frontera que había sido expropiado en 1983 a Rumasa. Según se explicó querían darle un uso turístico que sirviera de revulsivo económico a la localidad.
El Ejecutivo aseguraba que esa zona era un espacio de pastos y no tenía interés ecológico. El asunto fue a los tribunales con la presentación de un recurso por parte del Gobierno a través de la empresa Almoraima contra el decreto por el que la Junta aprobó el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del ámbito de los Alcornocales, amplió su territorio y zona de protección de las aves, y además dio luz verde al Plan Rector del Uso y Gestión de este espacio.
El asunto ha continuado batallándose estos años en una maraña de recursos y ahora, la Sala Tercera del TSJA ha vuelto a fallar del lado de la Consejería andaluza de Medio Ambiente considerando adecuados los trámites y justificaciones legales que han seguido para proteger la finca.
Como resalta el fallo al que ha tenido acceso este periódico, la ampliación territorial del parque se encuentra justificada en varios informes técnicos expuestos en la causa y ratificados en declaración por sus autores. Por este motivo, el tribunal «rechaza la falta de motivación del acuerdo».
Cuestión aparte, considera la Sala, es dilucidar si la demandante entiende, que, al contrario de dichos informes, el espacio carece de interés ecológico o que no prevalece su sentido como corredor ecológico entre los Alcornocales y el litoral mediterráneo por falta de continuidad en los terrenos. Los magistrados llaman la atención de que en este punto ninguna de las partes haya solicitado la práctica de una prueba pericial judicial dotada de una mayor objetividad. Aun así considera que la tesis defendida por Almoraima S.A. sobre que existen infraestructuras tales como dos carreteras, una vía férrea e instalaciones eléctricas en la parcela que impiden que pueda ser un cinturón ecológico, no se sostiene. «No nos parece evidente que la mera existencia de las citadas infraestructuras constituyan óbice a la conexión ecológica del parque natural en el litoral mediterráneo», afirma el TSJA.
En cuanto a si la zona que confiere la finca tiene o no valor ecológico y paisajístico, el tribunal cree en todos los estudios y catálogos que los expertos han hecho al respecto y han sido debidamente acreditados. «Ciertamente, aunque los principales valores se encuentran en Guadalquitón y en la Dehesa el Chapatal, en el terreno ampliado existen hábitats naturales y seminaturales de interés comunitarios, dehesas, bosques, matorrales…».
En cuanto a la fauna se considera que es zona de aves protegidas y amenazadas tales como el águila perdicera, buitre leonado, o halcón peregrino, entre otros animales. Por el contrario, la parte recurrente, a juicio del tribunal, no desvirtúa este hecho ni acredita que el 70 por ciento del espacio sea agrícola.
Conforme a todo lo expuesto, la Sala Tercera le da la razón a la Junta. Contra este fallo cabe otro recurso de casación ante el mismo tribunal.