TRIBUNALES
El juicio contra un sacerdote acusado de violar y abusar de una mujer, a puerta cerrada
La vista se celebra este martes en la Audiencia Provincial y el religioso se enfrenta a una pena de once años de prisión
El juicio que está previsto que se celebre este martes en la Audiencia Provincial de Cádiz contra un religioso acusado de haber abusado y agredido sexualmente de una mujer será a puerta cerrada, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Así lo ha decidido el tribunal de la Sección Cuarta que dirimirá este caso tras esta petición expresa que ha hecho la acusación. La Fiscalía solicita para el procesado la pena de once años de prisión y una indemnización para la supuesta víctima de 10.000 euros, mientras que la acusación particular pide doce años de cárcel.
Los hechos que se juzgan se remontan a 2013 cuando el procesado entabló amistad con un hombre que le presentó a su mujer y a la hija de ambos. Con el tiempo fueron cogiendo confianza y acudía al domicilio de esta familia casi todos los días, siendo considerado «un miembro más» de ésta.
Según reproduce el escrito de acusación, según avanzaba el tiempo iba cogiendo cada vez más confianza. Y así comenzó a piropear de forma repetida a la mujer. Al parecer, le llamaba de manera insistente por teléfono y buscaba excusas para ir al domicilio o quedar con ella a solas. Al tiempo empezó a darle abrazos y a «sobrepasarse», tocándole el trasero, una conducta que la mujer le afeaba al sentirse molesta.
Sin embargo, según la acusación, la actitud de acercamiento fue cada vez a más pidiéndole incluso el religioso que le besara en la boca y le tocara. La afectada siempre le decía que solo serían amigos.
En agosto de 2015, relata el fiscal, el acusado aprovechó un momento que estaban a solas y forzó un beso tirándola de espaldas. Ella le reprendió este acto pero no dijo nada a su pareja «para no tener problemas». Sin embargo a la mañana siguiente entró en su cuarto cuando dormía agrediéndola sexualmente.
La Sección Cuarta juzgará estos hechos tomando declaración tanto al acusado como a la presunta víctima y los testigos. La vista no será audiencia pública a petición de la acusación.
Tras estos hechos el sacerdote, capellán entonces de las Fuerzas Armadas en la provincia, regresó a su diócesis de Madrid.