TRIBUNALES
El joven que tenía un arsenal de armas en Valdelagrana, condenado a siete años de cárcel
El procesado ha admitido los hechos que se le imputaban ante el tribunal
El joven que era detenido en Valdelagrana el pasado año por traficar con drogas y armas ha aceptado finalmente los hechos y ha sido condenado en sentencia de conformidad a siete años de prisión. El Ministerio Fiscal solicitaba para este procesado once años de cárcel pero finalmente la pena le ha sido rebajada después de que el joven haya admitido su responsabilidad penal. Por tanto la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cádiz le ha impuesto cuatro años de prisión por un delito contra la salud, a dos años y medio por tenencia de armas y municiones, y a otros seis meses por receptación.
Como se recordará, fue en febrero del pasado año cuando la Guardia Civil registraban una vivienda en Valdelagrana y se llevaban detenido a un joven de algo más de 20 años investigado por formar parte presuntamente de una red que se dedicaba a facilitar armamento de todo tipo a los narcotraficantes . En su casa encontraron multitud de armas, cargadores y distintos accesorios tácticos procedentes al parecer de hasta cuatro armerías diferentes del país. Una vez que pasó a disposición judicial, el juez instructor decretó su ingreso en prisión acusado de tenencia ilícita de armas, receptación y un delito contra la salud pública porque además los agentes también descubrieron que guardaba cocaína y hachís en su casa.
Pues bien, la sentencia, ya firme, da como hechos probados que la Guardia Civil comenzó a investigar a este joven tras llegarles varias informaciones. En primer lugar certificaron como el 15 de septiembre de 2018 acudía a Lebrija. Allí había quedado con otro individuo que, según comprobaron, escondía en su casa varias armas de fuego que habían sido robadas de una finca en Espiel (Córdoba).
Continuaron con las pesquisas, en lo que bautizarían como operación 'Navero-Sherry', y vieron que el investigado no realizaba ninguna actividad laboral lo que no le impedía tener una «vida ociosa». Y que además usaba dos vehículos que eran propiedad de dos familiares cercanos suyos.
Le seguían ya la pista y comprobaron como se desplazaba de manera habitual al Campo de Gibraltar (hasta en 18 ocasiones) donde, según el Ministerio Público, tenía «encuentros con personas relacionadas con actividades del narcotráfico, citas en las que extremaba las medidas de seguridad ( actitud vigilante , contramarchas ,ect )». Por otro lado también se le vio trasladándose a una gasolinera de El Puerto donde entregaba envoltorios que podrían tratarse de papelinas a diferentes compradores. Al mismo tiempo se comprobó que tenía contacto con varias armerías que le surtían de material.
Con todas estas pruebas en la mano, un importante dispositivo de la Guardia Civil entró en su casa el 6 de febrero de 2019. En el registro encontraron tabletas de hachís, marihuana y cocaína, tanto en polvo como en roca, así como sustancia de corte y útiles para su venta y distribución. Además comprobaron como en uno de los vehiculos tenía dos dobles fondos (en el paragolpes y en el lateral de la guantera) que, según la acusación, estaban destinados sin lugar a dudas al transporte de las mercancías ilegales.
En cuanto al armamento que supuestamente almacenaba, se hallaron siete armas de fuego largas, entre ellas, una escopeta repetidora marca Benelli, otras tres Fair con los números de serie borrados procedentes al parecer del robo de la finca cordobesa y una carabina. Se le intervinieron también numerosos cartuchos, dos botes de humo, hasta trece DNI y permisos de conducir de otras personas, extraviados o robados, (que al parecer usaba para el contrato de altas telefónicas), numerosas tarjetas de móvil prepago y documentación. Toda la munición se hallaba en perfecto estado de conservación y funcionamiento. En total fueron 513 cartuchos. Alguna de la munición encontrada destaca por su peligrosidad y está catalogada como 'munición de guerra'.
Para el cumplimiento de las penas impuestas, que serán de efectivo cumplimiento al no proceder la suspensión de la ejecución, se le contabilizará al condenado la totalidad del tiempo que ha permanecido privado de libertad por esta causa desde que fue detenido.
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