Entrevista

Javier Garat: «Muchas veces me toca ir a la guerra con tirachinas»

El gaditano lleva décadas defendiendo los intereses del sector pesquero español, europeo e internacional

La Voz

Los premios LA VOZ han reconocido en su última edición al que quizás es el gaditano más influyente en Bruselas . Licenciado en Derecho, Javier Garat se especializó en Derecho Comunitario y Política Pesquera, su auténtica pasión. Tras una primera experiencia en el equipo de Pesca de la Unión Europea, pronto abandonó un suculento puesto como abogado en uno de los bufetes más prestigiosos del mundo para incorporarse a la Federación Española de Organizaciones Pesqueras (FEOPE) como Secretario General. « Fue una decisión muy arriesgada y lo hice contra el criterio de mi padre , pero a día de hoy no me arrepiento», asegura.

Desde entonces, ha defendido la postura de los pescadores con tesón en todas las negociaciones que han salpicado al sector en las últimas décadas. «Muchas veces me toca ir a la guerra con tirachinas», dice, en referencia a alguna de las disputas con ‘lobbies’ mucho más poderosos e influyentes .

La lista de cargos que ocupa da para varios párrafos, pero entre los más destacados está ser el presidente de la Asociación de las Organizaciones Nacionales de Empresas Pesqueras de la UE (Europêche) o de la Coalición Internacional de Asociaciones Pesqueras (ICFA).

Durante décadas, ha representado a empresarios y armadores de España, Europa y el mundo. «Intentamos consensuar posiciones, primero entre las asociaciones españolas, luego a nivel europeo y luego a nivel mundial. Una de las tareas más importantes es dar a conocer la importancia de la pesca porque seguimos siendo grandes desconocidos . En general nos gusta comernos nuestro ‘pescaíto’ en el plato, pero nadie tiene ni idea de lo que hay detrás, el esfuerzo y las inversiones que necesitan, la peligrosidad, todo lo que conlleva salir a pescar a diario y todos los eslabones de la cadena comercial desde el barco hasta la mesa. Los españoles en general deberíamos sentirnos muy orgullosos de lo que tenemos porque en otros países para comprar pescado o te vas a la gran superficie con cuatro especies o es difícil. En España en cualquier pueblo te encuentras pescaderías tradicionales y grandes plataformas con más oferta. Eso es gracias a todos los eslabones que hay para que nos llegue », explica.

En este tiempo, ha vivido de cerca la evolución de las políticas pesqueras y las consecuencias de la leyenda negra. Durante décadas, muchos se sorprendían al descubrir que era un español quien representaba a los pescadores europeos. «Al principio, en la ONU representantes de distintos gobiernos te preguntaban: ‘Hombre, ¿allí son todos piratas, ¿no?’ En aquella época había dos o tres piratas muy famosos que iban haciendo barbaridades de pesca ilegal por el mundo y nos hicieron un daño terrible. Todo eso ha cambiado», cuenta.

Hasta el príncipe de Gales tenía un gran interés en conocer a Garat porque «no daba crédito a que fuera un español» el representante del sector en la Comisión Europea. Durante un encuentro en la vivienda del futuro monarca, en una de las reuniones con el grupo asesor de la corona para un programa marino de sostenibilidad, Garat fue el que más preguntas recibió del príncipe Carlos, con quien finalmente, conforme avanzó la conversación y pese a las reticencias iniciales, hubo ‘feeling’ . «Al final acabó pidiéndome que me pusiese a su lado para la foto . Son mitos que no se corresponden con la realidad, pero siempre están ahí», dice.

Entre los cientos de encuentros que ha mantenido a lo largo de su vida en defensa del sector pesquero, podríamos destacar una audiencia con el Papa Francisco en la que Garat, que tiene presente siempre su lugar de origen, regaló al Sumo Pontífice un disco de villancicos sanluqueños. Y es que quizás estemos ante uno de los mejores embajadores de Sanlúcar, ciudad a la que define como «la capital del mundo mundial» cuando habla con sus colegas europeos y en la que siempre está de visita con sus dos hijas, madrileñas pero gaditanas de corazón, y su mujer, también jerezana.

Al margen de los pasillos de Bruselas, los viajes y el protocolo, Garat insiste en dar a conocer las bondades de la pesca cuando el sector no pasa por su mejor momento y necesita garantizar el relevo generacional. La pesca, dice, no es un problema para el cambio climático, sino la solución . «Hay determinados grupos de presión financiados por multinacionales estadounidenses que persiguen extraer recursos naturales como el petróleo. Llevan años haciendo campañas contra la pesca . Nosotros somos un blanco fácil por como estamos organizados y por como somos, además de que la opinión pública en países desarrollados está cada vez mas sensibile con esos temas, pero al final de lo que se trata es de una competencia por los recursos natuales; cuantos menos barcos y pescadores haya más sitio habrá para la eólica marina, el gas, etc. Esos movimientos que están ahí tienen mucho dinero para hacer campañas y a veces me toca ir a la guerra con tirachinas. Nosotros pretendemos pescar en zonas de pesca tradicionales con artes de pesca de toda la vida, intentando reducir el impacto . Se ha avanzado muchísimo, en la forma de trabajar y en el ámbito legislativo», plantea.

Garat recuerda que los pescados y mariscos contienen «la proteína animal más saludable que existe en el mundo» y plantea incrementar el consumo de pescado por otros alimentos «que tengan un mayor impacto de huella de carbono en su producción». «Eso indirectamente contribuiría a luchar contra el cambio climático», concluye.

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