Mi rincón favorito
Jaime Sansó-Rubert González: Qué fácil es enamorarse de Cádiz
Nacido en Canarias, pronto se mudó a la capital de España y hoy frecuenta Jerez y la Bahía
Un canario que nació en Las Palmas, a los 13 años voló a la capital y actualmente vive a caballo entre Jerez, El Puerto y Madrid. Él es Jaime Sansó-Rubert, sociable por naturaleza, deportista incansable y con el don de palabra, siempre tiene la correcta para cada momento y persona. De niño nunca fue el más bueno de clase , pero ya venía mostrando su arrolladora personalidad.
A nivel profesional su vida vino marcada por diferentes etapas. En primer lugar, se licenció en dirección de marketing y gestión comercial en ESIC , y aunque no fue hasta su último año de carrera donde empezó hacer prácticas en Coca Cola, años antes ya había aprovechado sus dotes comunicativas para trabajar en diferentes de las más conocidas discotecas de Madrid como relaciones públicas. Y es que tenía amigos hasta debajo de las piedras. Cuando terminó la carrera se mudó a Londres para reforzar el inglés, ya que lo veía imprescindible tanto para su vida profesional como la personal, en esta última porque es un intrépido viajero y le ayudaría a conocer mejor cada rincón al que iba. En esa etapa trabajó como camarero, y la recuerda como una época difícil por la distancia de los suyos y tener que vivir en Londres con muy pocos recursos, pero a la vez muy enriquecedora, en la que se pudo conocer así mismo y seguir forjando su persona.
Cuando volvió a España, siguió donde lo dejó, especializándose en el sector del gran consumo, y estuvo más de cinco años trabajando en Diageo, creciendo y llegando a ocupar puestos de responsabilidad. En sus últimos años allí conoció a Ana, una jerezana que es su actual mujer, con la que al poco tiempo se casaron y tuvieron a su primera hija, en Jerez. Eso para la madre no era negociable, y es que quería que su hija tuviese sus mismas raíces, por el cariño que tiene a su tierra. Al poco tiempo de nacer la niña que compartía el nombre de la madre, se cumplió eso de que los niños nacen con un pan debajo del brazo, y a Jaime le surgió una oportunidad de seguir creciendo profesionalmente en el sector del gran consumo, y lo hizo para ser director de cuentas nacional en la multinacional británica Reckitt Benckiser . Un año y medio después nació su segunda hija, Jimena, y varios meses después se repitió la historia, otro pan debajo del brazo con una nueva oportunidad de crecimiento que coincidió con la llegada del Covid, y esa nueva normalidad que nos tocó vivir. El nuevo y actual rol, es el de director de gran consumo, mayoristas y canales e-commerce de la farmacéutica Lacer. Con la pandemia se impuso el teletrabajo, y con eso llegó la oportunidad de vivir alejados de bullicio que genera la capital y trasladarse al lugar idóneo para vivir con niños, a Jerez, donde además tenían familia. Todo era accesible, la playa, el campo, la sierra, los pueblos blancos, los impresionantes campos de golf.
Cuando Jaime era pequeño solía viajar en verano con sus padres a distintos puntos de España, entre los que estaba la provincia de Cádiz, recuerda que iban a Zahara y que se alojaban en un hotel con un ajedrez gigante donde jugaba con sus tres hermanos. Siendo niño solo recuerda las grandes playas o los paseos por los distintos pueblos. Fue en plena adolescencia cuando volvió a muchos de esos destinos de su infancia, pero esta vez con sus amigos . Iban a Tarifa en busca de buenas playas y diversión, a Barbate a bucear y comer atún, a Jerez a la feria, a Sanlúcar a las carreras, al Palmar a surfear… siempre fue un enamorado de las actividades lúdicas que veía dentro de una sola provincia. Quizás eso fue una de las cosas que le hizo, que al poco tiempo de casarse decidiera empezar a invertir en este privilegiado lugar. Primero lo hizo en la Alcaidesa, ya que es un apasionado del golf y le encanto toda esa zona, los campos que había y la cercanía a la playa y a otros puntos interesantes de la geografía nacional. Siempre se ha caracterizado por ser una persona muy creativa, activa y deportista, habiendo hecho varios ironman y maratones, e incluso es un gran jugador de golf, por eso considera que Cádiz le da esa variedad de planes deportivos que necesita para una buena calidad de vida que compagina con sus labores profesionales.
Tantas posibilidades ha visto nuestro protagonista que siguió invirtiendo, esta vez en apartamentos turísticos en pleno centro de Jerez, en los que tiene un alto porcentaje de reservas. Destaca que la provincia tiene mucho interés turístico debido a esa variedad cultural y de ocio que él mismo ha ido encontrando con el paso de los años desde que vino por primera vez. Ahora, ha vuelto a ser padre por tercera vez, y claramente su actividad ha variado , pero lo único que ve, es que puede seguir haciendo planes adaptándose a su nuevo estatus, no bucea, ni hace surf con amigos, pero se va de excursión con su familia a la sierra, a Grazalema, a Arcos, a Setenil… “Son ilimitados los planes que podemos hacer ya sea invierno o verano, cuando hace más frio vamos al interior, y cuando hace calor no perdemos la oportunidad de recorrer las diferentes playas, aunque la que más frecuentamos es la del Puerto porque es donde tenemos a la familia de veraneo. Nos encanta ir a comer por la zona de Chipiona y Las Tres Piedras, esas vistas son espectaculares”.
Ve tanta proyección en la zona, que está empezando a desarrollar un proyecto de turismo junto a otros alojamientos y proveedores de planes para poder ofrecer una experiencia 360 al turista que viene a la provincia.
Sin duda es un alma inquieta, familiar y que mientras el trabajo se lo permita seguirá disfrutando de lo que considera el mejor lugar para que crezcan sus hijos. Se siente un gaditano más.