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Iván Llanza: Un gran comunicador y una vida dedicada a Osborne
Conocemos a una de las mentes más creativas e inquietas que tiene el Grupo Osborne, empresa con más de 200 años de historia . Él es Iván Llanza, y este año está de aniversario. Hace 20 que entró en esta prestigiosa compañía portuense y familiar. Nuestro protagonista nació en Barcelona, creció en Jerez y veraneó en Vistahermosa.
Iván estudió dos carreras, en primer lugar, técnico especialista en gestión de empresas agrícolas y ganaderas. Después, vivió una experiencia en el extranjero, e hizo lo que mejor sabe, buscarse bien la vida. «Me fui a Inglaterra con 50.000 pesetas para aprender inglés, encontré trabajo en una empresa especializada en el mundo del vino, y posteriormente en el campo entrenando caballos de carrera. Conseguí sostenerme por mí mismo un año entero y también aprendí mucho». Cuando volvió, se especializó en comunicación, en la rama de publicidad y relaciones públicas. Se puede decir que es a lo que estaba destinado, lo que mejor hacía y hace.
Con esta formación encontró unas prácticas en 5 Jotas, una de las marcas más exclusivas del grupo, y lo hizo como RR.PP. Lo que empezó como prácticas se convirtieron en 3 años con un proyecto muy bonito. De ahí, le ofrecieron irse a la bodega que había en Malpica del Tajo, «era como la niña bonita del enoturismo, estuve cerca de 2 años desarrollando el departamento de relaciones públicas, y donde tuvimos más de 45.000 visitas, organizamos conciertos, exposiciones, teníamos una galería de arte dentro de la bodega…» Tras esa etapa, le surgió la oportunidad de volver a su tierra y empezar a dirigir el mismo departamento durante 4 años, pero en este caso el de la Bodega de Mora, en el Puerto de Santa María.
Ahí empezó a desarrollar lo conocemos hoy. El concepto de hostelería de Toro Tapas, la parte de los vinos viejos, Toro Gallery… Esa trayectoria tan variada y completa, le llevaría a convertirse en el director de comunicación corporativa y relaciones institucionales del grupo . «Esta etapa ha sido muy bonita, he tocado todas las marcas del grupo, además, me ha permitido viajar por todo el mundo y conocer a gente muy interesante». El año pasado, Iván se convertiría en el d irector de la Fundación Osborne , que tiene como objetivos la formación de los jóvenes, orientada a favorecer su empleabilidad, fomentando la cultura del emprendimiento y la innovación. «De este último puesto en el que estoy, me quedo con esos jóvenes de la provincia de Cádiz a la que podemos ayudar, y ver cómo gracias a la Fundación, pueden salir adelante. Ver que estás ayudando de verdad, es lo que más me llena».
Durante estos 20 años en Osborne nuestro protagonista ha podido conocer a muchísimos compañeros de trabajo, gente interesantísima y grandes personalidades como: El rey Juan Carlos, Felipe VI, el Príncipe Carlos, Alberto de Mónaco, a la selección española de fútbol y baloncesto, prestigiosos chefs nacionales e internacionales, políticos, Rafa Nadal, a los mejores jugadores de golf del mundo… la lista podría ser infinita y cada cual mejor, pero nos dice que la persona que más le ha sorprendido por su sentido del deber, y que más le ha inspirado para hacer mejor su trabajo cada día, ha sido Tomás Osborne , antiguo presidente del Grupo y actual presidente de la Fundación.
Es un amante de su tierra, de su provincia y de su lugar de residencia. Nos dice, que El Puerto tiene que reivindicarse como un destino vinculado con la cultura y con el arte, porque puede hacerlo, cuenta con los ingredientes necesarios. «Tiene monumentos de primera y la Fundación Alberti». Aprovecha nuestra conversación para comentarnos que, como actividad interesante para el público interesado en este tipo de turismo, y que se encuentre en la provincia estos días, pueden visitar la exposición de pinturas y esculturas que van a tener en la bodega, la del artista Willie Márquez, quien en su día hiciera el primer Toro de Osborne con cristales de Swarovski.
A pesar de haber tenido una larga, viajada y experimentada vida, hay cosas que Iván solo encuentra en la provincia de Cádiz: «Para mí, sin ninguna duda, lo mejor es su luz. Además, todo sabe el doble y cuesta la mitad. Me gusta la calidez humana de la gente, la familiaridad… y encima dedicarme aquí, a eso con lo que he crecido cuando era un niño, no se compara con nada ».
Iván, que hoy empieza sus vaciones, recuerda cómo han cambiado y como eran. Siempre ha sido de fijarse en la gente, y lo primero que menciona han sido a esas personas tan fundamentales en esa época de niño: Tobio, que era el que arreglaba las bicis y los vespinos que tan de moda estaban o el Papi, que no había playa sin sus patatas . Después piensa en los lugares a los que iba. «Mis veraneos eran en la calle Clipper, en casa de mi abuela, donde nos metíamos todos los primos allí. También eran bicicletas, paseos con los amigos de Sevilla, Madrid, Jerez, Cádiz… que, a día de hoy, siguen siendo los mismos de entonces. Cuando éramos pequeños íbamos a la Calita, porque era como la playa segura, y según crecíamos nos dejaban ir a la de Buzo o al Bucito, donde jugábamos a la Cucaña, que era andar por un palo de madera con jabón y coger banderitas».
Iván Llanza es una persona que le gusta pensar en cosas que la gente pueda disfrutar, y durante sus 20 años en la bodega, se han dado esas circunstancias en multitud de ocasiones para ver desarrollados esos proyectos con los que iba soñando. Para el eso es un lujo, tener un trabajo donde sus ideas se hacen realidad y encima en una gran casa. Todo puede parecer maravilloso, pero detrás, hay mucho esfuerzo, muchas horas, muchos fines de semana y muchas cajas cargadas… es imposible encontrar el éxito sin el trabajo. Hace cosas en las que cree, eso le permite poner corazón y hacer que las cosas salgan mejor. Sin duda cree en la provincia, y mientras Iván siga haciendo cosas por Osborne, Cádiz ganará en turismo.